Tuesday, January 1, 2019

Mi Unica Resolución (de "nuevo año") Es Perdonar

Cada vez que me voy haciendo consciente de mi naturaleza como paz, no hay necesidad de hacer resoluciones, ni siquiera cambios. Porque vivo en total aceptación de mi experiencia. Cuando no me encuentro en la necesidad de hacer cambios en mí, en otras palabras, cuando no me juzgo, no me encuentro juzgando a otros, no me encuentro con la necesidad de cambiar nada ni a nadie. Esa es la actitud que permite que esa paz se pueda seguir asentando, que ese amor pueda continuarse alimentando. Entonces este día, o mejor dicho, este momento es perfecto.

¿Implica esto que no pueden hacerse cambios? Cambios se harán si tienen que tener lugar para reflejar esa paz y ese amor que soy. Pero eso ocurre orgánicamente, no a raíz de una resolución en función a deseos personales que ya de antemano son motivados por la creencia de que este momento no es perfecto. Simplemente forman parte de un plan, por así decirlo, que el amor mismo a orquestado para beneficio del amor mismo.

La vida ahora se simplifica. Un primero de enero no se diferencia de un 8 de agosto. Es simplemente este momento, libre de conceptos. Donde no hay conceptos, donde no hay creencias, hay paz, hay amor.

Por eso este día, este instante no es más especial que ningún otro día ni ningún otro instante. Es solo la experiencia que la vida me presenta para ver si he aprendido la única lección que ha de ser aprendida. La lección que dice que soy en Santo Hijo de Dios, libre de todo pecado, libre de condiciones, libre de exigencias, libre de compromisos, soy espontaneidad pura, soy amor infinito, soy paz eterna.

Ahora es cuestión de vivir y recordar que mi única función, sea cual sea el escenario, sea cual sea el día, sea cual sea el sentimiento, es perdonar. Esa es mi única resolución, la cual se está haciendo a cada instante. Mejor dicho, en este instante ya que es el único que hay.

Por consiguiente:

•Tengo el cuerpo perfecto, con las libras/kilos perfectos, y no quiero cambiar nada. Y si me encuentro resistiendo mi peso, mi apariencia, perdono.

•Tengo la cantidad de dinero que necesito tener, y no quiero que sea diferente. Y si me encuentro resistiendo mi situación financiera, perdono.

•Vivo en el país que tengo que vivir, con las condiciones sociales que ese país tiene, con el gobierno perfecto que ese país tiene, y no quiero cambiar nada. Y si me encuentro resistiendo esa condición social, perdono.

•Tengo la salud o falta de salud perfecta que en este momento tengo que tener, y no quiero cambiar nada en lo absoluto. Y si me encuentro resistiendo el estado actual de mi salud, perdono.

•Tengo la familia que tengo, y no quiero ni que ellos cambien, ni que nada cambie al respecto. Y si me encuentro resistiendo mi situación de familia, perdono.


•Si me encuentro sin pareja, sin familia, por mi cuenta, no quiero que eso cambie en lo absoluto. Acepto lo que me toca vivir, sin deseo alguno de que nada cambie. Y si me encuentro resistiendo mi estatus actual, perdono.

•Tengo el trabajo perfecto, con los empleados perfectos, con el jefe perfecto, y no deseo en lo absoluto que eso cambie. Y si me encuentro resistiendo mi trabajo, perdono.

•No tengo empleo ahora mismo, y por consiguiente acepto esa experiencia sin desear que cambie. Y si me encuentro resistiendo mi situación laboral, perdono.

La paradoja es, cuando puedo aceptar mi situación, tal y como se presenta, estoy en paz con lo que es, y la inspiración para efectuar algún cambio surge natural y espontáneamente. Esa es la diferencia entre inspiración y motivación. La inspiración viene de la Sabiduría, la motivación viene del miedo, de la mente que cree “saber” lo que quiere, que cree “saber” lo que es “mejor”.

Entonces, con el nuevo cambio de actitud:

•Desde mi total aceptación y paz, si quiero hacer ejercicio para cambiar mi apariencia o estado físico, hago ejercicios, hago dietas, pero ya no se siente como un sacrificio, es lo que naturalmente me encuentro inspirado a hacer. Y no se hace para engrandecer al ego diciendo, “que cuerpo tan esbelto” y empezar a compararse uno con otros cuerpos estableciendo una jerarquía de poder sobre otros. Se hace porque es exactamente la oportunidad perfecta para que el individuo pueda profundizar en su proceso de liberación. 

•Si necesito generar mas dinero, desde mi total aceptación y paz surgirá la inspiración que me lleve a tomar la acción que sea necesaria, y la vida me pondrá los recursos necesarios para que eso tenga lugar, sin necesitad de sacrificio ni esfuerzo. Solo lo necesario para que la vida se acomode a mis necesidades.

•Si necesito que se efectúe un cambio en mi país, si puedo hacer algo al respecto, desde mi total aceptación y paz lo hago. Y si no puedo hacer nada al respecto, desde mi total aceptación y paz pueda que me sienta inspirado a salir de ese país, o a observar los acontecimientos, libre de juicio.

•Si necesito hacer algo para mejorar la salud, desde mi total aceptación y paz, si tengo que ir a un medico (alópata o homeópata), o si tengo que tomar medicamentos, o si tengo que tomar suplementos, sea lo que sea que se necesite hacer, seré inspirado a hacerlo. Sin miedo a lo que tenga lugar.

•Acepto mi familia con todos sus condicionamientos, los amo tal y como son, y si algo les tengo que decir, desde mi total aceptación y paz surgirán las palabras necesarias. Si algo tengo que hacer, desde mi paz surgirán las acciones necesarias, y se me tengo que ir o quedar, eso tendrá lugar desde mi paz.

•Si no tengo pareja, y hay un sentimiento profundo que requiera de que una pareja tenga lugar para continuar mi aprendizaje, la vida la acomodará, y no habrá nada que tenga que hacer al respecto para ir en busca de ello. Y si algo se tiene que hacer al respecto, desde mi total aceptación y paz seré inspirado a tomar esa acción.

•Si necesito que haya un cambio de empleo, desde mi total aceptación y paz, el mismo tendrá lugar, ya sea a raíz de una acción que me sienta inspirado a tomar, o una oportunidad que se me presente. Incluso ser despedido de ese trabajo sería la señal que necesitaba.


•Si no tengo empleo, desde mi total aceptación y paz, me sentiré inspirado a hacer lo que sea necesario, o la oportunidad se me presentará. No tengo que luchar con ello. Solo atender a mi paz.

Esta actitud de total aceptación no es un estado de resignación, es la completa confianza de que todo forma parte de un plan diseñado por el Amor (Dios) para beneficio de la totalidad. No hay que intentar comprenderlo, solo aceptarlo. Y el resultado inmediato de esa aceptación es paz interior. Cuando hay paz, qué sentido tendría desear algo diferente.