Friday, July 19, 2019

Cuando Estás Bien Contigo…

Mi experiencia muestra una y otra vez que el mecanismo interno que me conduce a culpar tiene que ver con cómo me siento conmigo mismo. Si me siento bien conmigo mismo puedo observar que tan fácil me es ser tolerante, compasivo y comprensivo con mis hermanos, independientemente de lo que hagan.

No obstante, cuando me siento mal conmigo mismo, la mente tiene la tendencia a proyectar esa incomodidad hacia “afuera”. Y siempre va a encontrar testigos para poder justificar ese malestar.

Cuando soy consciente, aunque sea intelectualmente, que el mundo constantemente me está mostrando el estado en el que me encuentro conmigo mismo, puedo inmediatamente tomar conciencia, y cualquiera que sea la incomodidad que esté experimentando en ese momento, simplemente vivirla. No tengo que hacer nada en lo absoluto. Y es así como la Sabiduría Interna puede hacer Su trabajo, sin interferencia del condicionamiento.

Es por eso que este trabajo es simple. No dije que “fácil”, pero sí, es muy simple. Porque no requiere nada de “mí”, salvo que observar cuan fácilmente la mente se identifica con las imágenes y las sensaciones, para traer presencia.

Traer presencia simplemente es observar sin juzgar (sin justificar). En un principio esto es muy difícil porque la mente suele, solo por habido, a identificarse con lo que siente, no lo que piensa, con lo que hace, como si fuese su identidad. Ahora lo que se está haciendo, es, al despojarle a todo lo que ocurre de significado, permitir que la mente deje de identificarse con las experiencias, y permitirle ser la testigo.

Un ejemplo sería, ¿soy “yo” quien escribo estas palabras, palabras se escriben a través de este organismo cuerpo-mente que no tiene nada que ver conmigo como Esencia? Quiero que reflexiones un momento sobre lo que acabas de leer antes de continuar.

Por lo tanto, según se puede tomar conciencia, la vida si vive, “yo” no la vivo. No es “mi” vida, es "LA" vida. No son “mis” sentimientos, son "LOS2 sentimientos. No son “mis” sensaciones. Son "LAS" sensaciones. No son “mis” pensamientos. Son "LOS" pensamientos. No son “mis” circunstancias. Son "LAS" circunstancias. Nadie me está haciendo nada a “mi”. Cosas "SE" hacen. Nadie me está diciendo nada a “mi”. Cosas "SE" dicen. Este no es “mi” cuerpo. Es "EL" cuerpo, y así sucesivamente…

Así la mente va poco a poco soltando su posición fija a su identificación con este “yo” que me creo ser, y va gradualmente identificándose con su Esencia, y esto ya es algo de lo que no se puede hablar, pues las palabras van mas allá de está descripción. Pero sí apuntan en dirección a la experiencia al usar una descripción.

Volviendo a la temática con la que comencé este escrito, cuando la mente está muy identificada, proyectando culpa y victimismo, es porque en algún recodo de la mente no me siento bien conmigo mismo. Y solo se requiere una sola cosa de mí, aceptación total a lo-que-es. No tengo nada mas que “hacer”. La mente se desidentifica cuando le toque. Pues la identificación, si la miramos conscientemente, es nada más y nada menos que el significado que se le proyecta a las imágenes (experiencias, sensaciones, palabras, circunstancias,…).

Hay un extracto de una enseñanza titulada Un curso de milagros que me recuerda:

"El Espíritu Santo, sonriendo dulcemente, percibe la causa y no presta atención a los efectos. ¿De qué otra manera podría corregir tu error, cuando has pasado por alto la causa enteramente? Él te exhorta a que lleves todo efecto temible ante Él para que juntos miréis su descabellada causa y os riáis juntos por un rato. Tú juzgas los efectos, pero Él ha juzgado su causa . Y mediante Su juicio se eliminan los efectos." T-27.VIII.9:1-5

Ahora en paréntesis pongo mis anotaciones:

"El Espíritu Santo (Sabiduría Interna), sonriendo dulcemente, percibe la causa (mente) y no presta atención a los efectos (proyección, imágenes, sensaciones percibidas). ¿De qué otra manera podría corregir tu error, cuando has pasado por alto la causa (que todo es una proyección de la mente) enteramente? Él te exhorta a que lleves todo efecto temible ante Él (a que sueltes tus interpretaciones) para que juntos miréis su descabellada causa (puedas ser consciente de que es la mente que las proyecta) y os riáis juntos por un rato. Tú juzgas los efectos (las proyecciones como reales), pero Él ha juzgado su causa (la mente que las sueña). Y mediante Su juicio (imágenes despojadas de significado) se eliminan los efectos (dejas de identificarte con tu manera de percibir la experiencia física y la mente descansa en paz)." T-27.VIII.9:1-5

En resumidas cuentas, cuando la mente esta identificada, cuando el miedo acecha, cuando el sentimiento de preocupación se apodera de nuestra experiencia presente, no hay nada que hacer, sino recordar:

"El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada..Simplemente observa, espera y no juzga." W-pII.1.1.4:1..3

Otra manera de decirlo:

"El milagro llega silenciosamente a la que se detiene por un instante y se sumerge en la quietud." T-28.I.11:1

O como lo dice la Biblia, "Mantente quedo y recuerda que soy Dios".

Como podemos ver, no es nada complicado. Fácil, quizás no. Pero simple, indiscutiblemente.

#nickarandes