Thursday, December 3, 2015

Toda Situación que se Perciba Correctamente se Convierte en una Oportunidad...

Actualicé ésta nota a añadirle un ultimo párrafo porque depuse que leí ese extracto del curso me enfoque en “percibir correctamente” pero luego me di cuenta que no elaboré en como se convierte en una oportunidad para sanar al Hijo de Dios así que aquí lo comparto.
“Toda situación que se perciba correctamente se convierte en una oportunidad para sanar al Hijo de Dios.” T-19.I.2:1 UCDM

Las palabras claves en esta oración son percibida correctamente. Es imposible percibir “correctamente” desde la mentalidad ego. Esto es por consiguiente lo que genera mucha confusión y frustración.

Cuando la gente se encuentra experimentando conflictos, ya sean “internos” o “externos”, se la pasan pidiendo al Espíritu Santo que les enseñe a ver esto de otra manera. Lo que no se dan cuenta es que ver la situación de otra manera requiere un cambio de percepción mental a través del cual se reconoce la falsedad de ese aparente conflicto o experiencia.

No es que con los ojos veo una situación "diferente", ya que inclusive la situación pueda que ni cambie, sino que más bien al estar identificado con la verdad nada de lo que mis sentidos muestren tiene el poder de distraerme de lo que Soy.

No estamos hablando de ignorar conflictos o experiencias pretendiendo que no las sentimos o que no están ahí. Es simplemente no identificarnos con ellas como que son nuestra realidad y utilizarlas para recordar que nuestra realidad mora en la paz interna que no puede ser afectada de ninguna manera por cualquier tipo de conflicto por experiencia.

Pues una vez más, recordemos que no son nuestras experiencias lo que nos afectan sino que nuestras interpretaciones, la cual se basan en la creencia de que yo me he separado de la fuente y que el mundo, con todas sus “diferentes” experiencias, dan testimonio de esa creencia que tengo sobre mi mismo.

Desde ese espacio donde la mente deja de justificar lo que aparentemente está percibiendo es como conscientemente se puede discernir entre lo Verdadero y lo falso. Y como sabemos, aunque por lo menos sea intelectualmente que esta experiencia física no es nuestra realidad, se puede hacer un discernimiento consciente a través del cual se cuestiona todas y cada una de nuestras experiencias de modo que el Espíritu Santo pueda hacer la corrección de percepción.

Sólo así se puede percibir correctamente. Una vez la corrección de percepción ha tenido lugar entonces en cualquier tipo de aparente conflicto el cual puede tomar la apariencia de culpa o de ataque, ya sea hacia un hermano o hacia nosotros mismos, nada de eso nos puede distraer de el amor que realmente somos. Por consiguiente solo se percibirá amor ya que es nuestra realidad y aquello que aparentemente no sea congruente con ese amor simplemente, y muy inocentemente se reconoce como una petición de amor.

"Esto es lo que realmente quiere decir reconocer el miedo. Si tú no lo proteges, el Espíritu Santo lo re-interpretará. En esto radica el valor principal de Aprender a percibir el ataque como una petición de amor." T-12.I.8:8-10

Vamos a ver ahora a que se refiere a que cuando se percibe correctamente se sana el Hijo de Dios. El Hijo de Dios somos todos (Una Sola Mente). Sin embargo, cuando la Mente se encuentra experimentándose como "separada", "dividida", se percibe a Si Misma como un fragmento del todo, y eso és lo que da lugar a un “yo”. Para que esa Mente, de la cual “yo” y “todos” somos parte de se sane, tiene que Percibirse como Una y no como un fragmento.

Pues cuando el Espíritu Santo, independientemente de lo que mis sentidos muestren me enseña a percibir correctamente, solo me siento unido a mis hermanos, y ese es el primer paso donde solo siento unidad, amor, donde no me dejo distraer por las ilusiones, por la aparente separación, aun cuando eso sea lo que mis sentidos muestran. Por eso es que el cambio es de percepción, es un cambio de mentalidad, no de formas. Y esto no se puede explicar, eso se experimenta cada vez que dejamos de poner la atención en la forma y la traemos al presente momento, a esos espacios de quietud. A esos Instantes Santos.

De ahí, según se va sanando la Mente, según la percepción errada se va corrigiendo, cuando llegue el momento de dejar esta experiencia física a un lado, que sería lo mismo que decir, cuando llegue el momento de despertar del sueño, el Santo Hijo de Dios sana. Otra manera de decir lo mismo, la Mente se sana de la creencia en la separación. Y ahí no hay necesidad de corregir percepción pues la percepción de por si deja de tener lugar, pues para que haya percepción tiene que haber una aparente división ya que para percibir algo tienen que haber dos. El perceptor (yo) y lo que se percibe (tú, ellos, etc.). Y eso solo ocurre en un estado de aparente separación.