Wednesday, June 22, 2016

Si Se Supone Que No Tenga Deseos, ¿No Es Desear La Paz Un Deseo?

Pregunta: “Hola Nick, cuando quiero solucionar un problema, algo que viene constantemente a la mente, y se lo entrego al Espíritu Santo, recupero la Paz, ¿pero igual no es mi deseo? ¿Aunque no tenga ni idea como se va a resolver?”

Comentario: Sí, tu deseo es experimentar paz no resolver el problema. Lo que sucede es que cuando le “entregamos” al Espíritu Santo nuestros “problemas”, lo que en realidad queremos es resolver el problema y no la paz de Dios, la cual no depende de que ningún problema sea resuelto para poder ser experimentada.

También recordemos qué lo que estamos dejando a un lado es nuestra identidad como personaje separado. Por consiguiente resolver problemas pertenece al ámbito de la separación mientras que recordar lo que realmente somos pertenece al ámbito de la verdad.

Cuando le “entregamos”, o queremos “entregarle” nuestros problemas al Espíritu Santo con el propósito de “resolverlos” lo que en realidad estamos deseando es seguir experimentándonos como personajes separados sólo que sin problemas. Y eso es imposible porque en el mundo de la separación lo único que existen son problemas.

Sin embargo a raíz de un cambio de mentalidad los problemas se pueden percibir de otra manera y por consiguiente no tener efecto sobre nuestra paz que es lo que realmente deseamos en cada momento, independientemente de que esos problemas se resuelvan o no.

Es por eso que se le conoce como la paz que sobrepasa todo entendimiento, no la paz que ocurre cuando se “resuelven” mis “problemas.” Paradójicamente, aunque esta no es la razón por la cual elegimos la paz de Dios, con una mente más tranquila estamos más adeptos a poder lidiar con nuestros aparentes problemas. Inclusive en ocasiones hasta ellos se resuelven por sí mismos. Pero de nuevo, cuando experimentamos la paz de Dios, ya los problemas dejan de ser distracción sino que mas bien experiencias que ocurren las cuales se lidean con ellos según van surgiendo sin tener efecto sobre nuestra paz.