Tuesday, July 5, 2016

¿Debería Decirle a Mi Esposa Que Le Fui Infiel? Según Un Curso de Milagros, ¿Que Debo Hacer?


Pregunta: Hola, Nick. Soy estudiante del curso desde hace dos años y medio y práctico el perdón a diario. He conseguido ver las cosas de otra manera con sucesos que ocurrieron en mi vida y he "perdonado" a mis hermanos por lo que nunca me hicieron, llegando a ver su inocencia. Pero me cuesta más aplicar el perdón a mí misma. Llevo casado más de 20 años y hubo una época de mi matrimonio hace muchos años, en que mi relación pasó por una grave crisis. Entonces intenté buscar otra relación de pareja sin dejar a mi esposa. Después de dos meses la culpa no me dejaba tranquilo, así que aposté por mi matrimonio y aquel episodio quedó en el olvido. Tenemos hijos pequeños y me siento bien con mi esposa. Ella también estudia el curso. Pero llevo alrededor de tres meses que ese recuerdo no hace más que quitarme la paz. Lo entrego una y otra vez al Espíritu Santos pidiéndole que me ayude a ver mi inocencia. Entonces, siento paz por momentos pero al poco tiempo vuelve a aparecer la culpa... y así vivo últimamente, Nick. No sé qué hacer al respecto. No quiero hacerle daño a mi esposa… no quiero contárselo, no quiero separarme, por mí y por mis niños... ¿cómo puedo hacer, Nick? Cómo puedo ver mi inocencia?? Gracias.”

Comentario: Primero que nada me gustaría clarificar algo con relación al perdón antes de elaborar en tu pregunta. Dices: “He conseguido ver las cosas de otra manera con sucesos que ocurrieron en mi vida y he "perdonado" a mis hermanos por lo que nunca me hicieron, llegando a ver su inocencia.”

Aquí puede que haya una confusión de niveles debido a que tú no puedes perdonar a ningún hermano a menos que te hayas perdonado a ti mismo. ¿Por qué? Porque el perdón es un cambio de mentalidad a través del cual recuerdas la verdad.

Cuando hablamos de perdonar a un hermano por lo que nunca hizo, por lo que nunca ocurrió, a lo que vamos es que lo que nunca ocurrió fue que el Santo Hijo de Dios se haya separado de su Padre. Eso es lo que nunca ocurrió, no algo específico en el mundo. No vamos a negar que mientras nuestra experiencia sea la de percibirnos como seres humanos en un mundo de separación, al principio el perdón se aplicará a cosas específicas sólo para ir poco a poco preparando la mente para el verdadero perdón. Pero quiero ir directamente al grano.

En otras palabras, utilizando ejemplos de este mundo, yo no estoy perdonando a Hitler porque “nunca ocurrió” el que hubiese asesinado o mandado a asesinar judíos. Yo no estoy perdonando a un hermano que me traicionó porque la traición “nunca ocurrió” ya que en el mundo de las formas, donde yo creo que estoy existiendo y donde se proyecta un aparente pasado, esos acontecimientos ocurrieron.

Pero cuando soy consciente de la Verdad, de que no soy un cuerpo mente en un mundo de separación, todos esos acontecimientos obviamente no pudieron haber ocurrido ya que son tan irreales e ilusorios como mi experiencia misma. Tu inquietud no surge a raíz de lo que tú crees que le hayas hecho a tu esposa sino que todavía te crees que eres ese personaje viviendo una experiencia física en el cual eso que tú me cuentas aparentemente “ocurrió”.

Por consiguiente siento que estás tratando de aplicar el perdón a la forma en vez de a la mente qué es la que tiene que sanar. Por eso es que se puede generar mucha frustración cuando se pone en práctica el perdón porque creemos que tenemos que “perdonar” hermanos y experiencias específicas en el mundo, y nos la pasamos “entregando” al Espíritu Santo todo aquello que creemos estar “perdonando”, cuando en realidad lo que estamos haciendo sin darnos cuenta es solidificar más y más y en la mente la creencia de que somos seres humanos separados en un mundo de separación, y que ahora estamos “perdonando.”

Vamos ahora a abordar tu pregunta a nivel físico dual, para luego llevarla al plano de la consciencia. Todo lo que haya, y esté ocurriendo en nuestra vida forma parte de un guión que ya está escrito en el cual no tenemos control sobre el mismo. Lo que sea que haya ocurrido en nuestro “pasado” simplemente fue algo que en la verdad nunca ocurrió de la misma manera que la experiencia misma que estamos viviendo ahora mismo tampoco ha ocurrido. Pero como aquí es donde creemos estar la práctica diaria de los Instantes Santos es ayudarnos a recordar nuestra realidad en Dios y no nuestra historia.

Al haber elegido el sistema de pensamientos del ego, obviamente en nuestra historia habremos hecho cosas de las cuales no nos habremos sentido muy bien. Pero todas esas experiencias, que no difieren de fantasías sobre cosas que quisiésemos que ocurriesen, son simplemente distracciones para que nuestra atención deje de estar en el Instante Santo, el cual es este momento, y este puesta en el mundo de las ilusiones (experiencia física, pasado y futuro).

Todo lo que haya “ocurrido” en tu vida al igual que en la vida de “todos” (incluyendo tu pareja) ocurrió perfectamente orquestado por el amor mismo cuyo propósito es apoyarnos a recordar lo que realmente somos, no esta experiencia de separación, sino que somos Uno en la mente de Dios. Por consiguiente, observa esa culpa inconsciente que está surgiendo sobre un aparente pasado que inconscientemente estás utilizando para auto castigarte reforzando la creencia de que eres un ser humano, y ahora utilízala como otra oportunidad para que el Espíritu Santo te recuerde que tu realidad es en Dios. Ese en sí es el trabajo del perdón.

Dado ese el caso no tienes que perdonar a nadie por lo que haya hecho en la forma de la misma manera que no tienes que culparte ni “perdonarte” por lo que tu crees haber hecho en la forma. De esa manera tu atención vuelve a retornar a este Instante Santo donde el “pasado” y el “futuro” se desintegran ante la luz de la Verdad.

Recuerda siempre que donde no hay pasado (que es solo un pensamento) no hay culpa y donde no hay futuro (que es solo un pensamiento) no hay preocupación. Por consiguiente lo que se experimenta es la paz y el amor de este momento. Y esa experiencia no tiene lugar en la forma sino que en la mente. Es ahí donde se experimenta la paz y el amor verdadero. Y es por eso que el perdón va dirigido a la mente y no a la forma, no a los acontecimientos ni las personas.

Eso es lo que queremos decir con entrenamiento mental. De lo contrario el ego se la va a pasar distraído con los acontecimientos en la forma (memorias del pasado y fantasías del futuro) y nos la pasaremos toda nuestra vida “perdonando” la forma como si de verdad algo ocurrió, que a eso se le conoce como hacer un juicio.

Así que para los efectos es tu situación, lo que ocurrió así tuvo que ocurrir. ¿Por qué así tuvo que ocurrir? Porque ocurrió. Tan simple como eso. Por lo tanto, independientemente de lo que haya ocurrido en tu “pasado”, o que esté ocurriendo ahora, el cual ese no es tu caso, pero quién sabe si alguna otra persona que esté leyendo esta nota ese fuese su situación, puedes elegir el sistema de pensamientos de el Espíritu Santo, y conforme a esa elección la mente se libera de toda culpa y no te encontrarás repitiendo una lección que ya ha sido aprendida.

Y eso que “ocurrió” en tu vida no es algo que le tienes que contar a tu pareja a menos que al elegir el sistema de pensamientos de el Espíritu Santo, libre de toda culpa y de todo miedo, te sintieses inspirado a compartir. Y no es porque eso sería lo “moral” sino que porque eso sería lo más amoroso en ese experiencia para la sanación de los dos.

Es como si el no mentir sería lo moral, lo “correcto”, y tú siendo un buen católico, solo para efectos de este ejemplo, que obedece muy fielmente los mandamientos, llega un soldado Nazi a tu casa donde tienes escondido a una familia judía. Si te dejas llevar por el sistema de pensamientos de el ego, él te diría que lo “correcto”, lo “moral” es decirle al soldado Nazi que tienes una familia judía en tu casa cuando el te pregunte. Sin embargo, al elegir el sistema de pensamientos del Espíritu Santo sientes que lo más amoroso sería mentirle a ese soldado Nazi. Y paradójicamente, mentirle en ese caso seria lo correcto, lo moral según la Verdad, porque de nuevo, sería lo mas amoroso.

Por consiguiente, disfruta mucho de tu familia, continúa eligiendo el sistema de pensamientos del Espíritu Santo recordando lo que el curso nos dice, “Perdona el pasado y olvídate de él, pues ya pasó.” T-26.V.14:1 “El perdón es lo que nos libera totalmente del tiempo y lo que nos permite aprender que el pasado ya pasó.” T-26.V.6:1 “El milagro no hace sino mostrar que el pasado ya pasó, y que lo que realmente ya pasó no puede tener efectos.” T-28.I.1:8

Y sea lo que sea que haya ocurrido en tu vida se te concedió tal como lo pediste de la misma manera que a tu pareja se le concedió tal como lo pidió. No hay víctimas, no hay villanos, sólo un sueño de separación en el cual no importa lo que aparente estar ocurriendo, el Santo Hijo de Dios (que somos todos) sigue soñando inocentemente en los brazos del Padre.

Y para que te rías un rato, si tu pareja en algún momento se le cruzó el pensamientos de estar, o de haber deseado otro chico, aunque haya sido una fantasía, como lo único que existe es Mente, y la forma no está separada del Todo ya que la forma es un efecto de la Mente, ella también te ha sido infiel. A eso se refiere la Biblia cuando decía: “Habéis oído que se dijo: `No cometerás adulterio’. Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer (hombre) para codiciarla(o) ya cometió adulterio con ella (él) en su corazón.” [Mateo 5:27-28] Y pueda que lo siga haciendo hasta que todo deseo se haya sanado de la mente. Así que TODOS hemos sido infieles, y pueda que lo sigamos siendo, si somos capaces de ser honestos con nosotros mismos.

Por consiguiente, no se niegan los deseos, sino que se elige Un Nuevo Maestro (Espíritu Santo) para que sean transformados. Por eso se nos recuerda: “El Espíritu Santo sólo te pide este pequeño favor: que cada vez que tus pensamientos se desvíen hacia una relación especial que todavía te atraiga te unas a Él en un instante santo y ahí le permitas liberarte." T-16.VI.12:2