Pregunta: “Hola y gracias por estar ahí. No sé por qué no acabo de aprender dejar ir, soltar, no darle ningún valor a las cosas del ego, lo puedo intelectualizar, pero no sé. Si suelto porque si soltara ya habría perdonado todo nada me afectaría, viviría en paz, vería a todos perfectos y amaría sin mas. ¿Qué pasa conmigo que se me escapa???? Gracias y un fuerte abrazo”
Comentario: Se te dificulta
soltar porque no tienes nada de valor a que aferrarte. Me explico. Cuando la
paz de Dios se convierte en lo más importante en nuestra vida soltar no es algo
que nosotros hacemos sino que más bien la consecuencia natural de valorar la
paz sobre todas las cosas.
Un ejemplo práctico sería, digamos que tú
tienes un trabajo en el que trabajas muchas horas para sostener un estilo de
vida. Sin embargo cuando empiezas a entrar en este camino y pones en practica
la meditación por ejemplo, y observas lo bien que te vas sintiendo, al mismo
tiempo observas todo el estrés que se genera al intentar sostener un estilo de
vida qué simplemente no te permite experimentar esa paz que ahora valoras
tanto. Por consiguiente te encontrarás tomando decisiones que van dirigidas a
querer experimentar esa paz más y más en tu vida.
Como consecuencia de ese deseo de querer
experimentar esa paz, pueda que dejes de darle valor a ese estilo de vida que
tanto estabas añorando, que de todos modos no te apoyaba en experimentar la paz
que tanto deseas. A raíz de eso empiezas a hacer cambios en tu vida como lo que
podría ser el vender muchas cosas que ya no necesitas, o incluso regalarlas.
Pueda que empieces ahora a trabajar menos horas ya que no tienes la presión de
sostener ese estilo de vida, y todo eso es un comportamiento que surge muy
naturalmente a raíz de tu deseo de valorar la paz sobre todas las cosas.
Si de lo contrario dices que deseas paz
pero no quieres soltar todo aquello que valoras es porque en realidad no deseas
la paz. Es por eso que se nos recuerda: “Deseo la paz de Dios:
Decir estas palabras no es nada. Pero decirlas de corazón lo es todo. Si
pudieras decirlas de corazón, aunque sólo fuera por un instante, jamás
volverías a sentir pesar alguno, en ningún lugar o momento."
W-pI.185.1:1-3 Luego en esa misma lección nos recuerda: “Desear
la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues nadie que
diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de
obtenerlas." W-pI.185.5:1-2
Si tratase de soltar sin tener algo a qué
aferrarme estaría entonces sacrificándome, y eso no me brinda paz, si acaso
genera más miedo y conflictos. En mi caso por ejemplo, yo no me encuentro
“soltando” cosas sino que más bien observando a que me aferro. Cuando tomo
conciencia de que me estoy aferrando a algo, ya sea un objeto, persona, idea,
pensamiento etc., inmediatamente siento el conflicto que eso genera en mí y en
ese momento el soltar es natural. Pero de nuevo, suelto debido a que valoro la
paz más que ese objeto o experiencia a la que me estoy aferrando.
La razón por la que este camino no es
fácil, aun cuando es muy simple, es porque estás constantemente observando todo
aquello a lo que todavía le das el valor. Y soltar aquello que todavía valoras
es una experiencia muy dolorosa debido a que representa una pérdida. Pero
cuando la paz se valora sobre todas las cosas, entonces no hay miedo a pérdida
y es por eso que se suelta sin ningún tipo de dolor. Pues de nuevo, el dolor no
es generado por el soltar sino que por la creencia de que si suelto pierdo. Eso
es todo. Erradicas esa creencia y lo ¡sueltas todo!