Todos los días deberían consagrarse a los milagros. El propósito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar el aprendizaje." T-1.I.15:1-4
Cuando habla de que todos los días
deberían consagrarse a los milagros no está hablando de ir por ahí y observar
cambios en el mundo de las formas como decir, “no tengo dinero necesito un milagro para generar más o para
pagar las cuentas”, o “tengo un familiar que está mal y
necesito un milagro para que se sienta mejor o se le resuelva su problema”, o “no tengo trabajo y
necesito un milagro para que pueda conseguir algo”, o “me robaron el coche y
necesito un milagro para que aparezca”, o “mi pareja me dice que no me quiere y me
gustaría que cambie de parecer”, etc.
A lo que el Curso se refiere es a
observar todos los miedos escondidos que surgen en cada momento para invitar al
Espíritu Santo a que cambien nuestra mentalidad de manera que el amor pueda
restablecerse. Ese es el milagro.
Es así como se utiliza el tiempo de forma
constructiva. De lo contrario si estoy buscando un “milagro” para que algo
cambie en el mundo de las formas estoy en vez de utilizando el tiempo para la
sanación de la mente estoy más bien desperdiciando el tiempo para continuar
perpetuando el miedo, fortificando la creencia en la separación.
Por lo tanto si me levanto por la mañana
y mi pareja se fue sin despedirse y eso me causa molestia esa es una
oportunidad para pedir un milagro (cambio de mentalidad), si el taxista se me
cruza enfrente y me desespero esa es una oportunidad para pedir un milagro, si
voy tarde para el trabajo y me siento ansioso esa es una oportunidad para pedir
un milagro, si escucho en las noticias que el gobierno está haciendo algo
injusto y eso me causa rabia esa es una oportunidad para pedir un milagro, si
después de lavar mi camisa favorita continúa la mancha que no sale y me siento
frustrado esta es una oportunidad para pedir un milagro, si el ordenador es muy
lento y por lo tanto me siento impaciente esa es una oportunidad para pedir un
milagro.
Eso es lo que quiere decir cuando habla
de consagrar los días a los milagros. Ese es el uso constructivo del tiempo,
para perdonar. Cuando la mente se libere de todo miedo el tiempo no será
necesario porque ya el Santo Hijo de Dios (que somos todos) está listo para
retornar al Padre.