Comentario: Tienes
miedo a soltar tu identidad falsa, no por miedo a perder algo o alguien, sino
que por miedo a morir. Nos apegamos a una identidad para creer que somos cuerpo
y que estamos “vivos”. Pero nuestra verdadera identidad no tiene nada que ver
con este mundo, no tiene nada que ver con la creencia de que somos un “ser
humano.”
Por lo tanto nuestra Verdadera Identidad
en Dios es algo que trasciende esta experiencia física. Tu problema, según como
lo percibo es muy obvio. Y es que quieres liberarte de la creencia de perder
algo o perder a alguien mientras que simultáneamente quieres sostener tu
identidad como ser humano. En otras palabras no te quieres perder a ti, no
quieres dejar de “existir.” Es como si tu siendo la figura de un sueño dijeses,
“quiero que el sueño
desaparezca pero yo no quiero desaparecer”.
Sin embargo si tú eres parte de lo que está ocurriendo en el sueño tú también
tienes que desaparecer para que la mente que te está soñando a ti pueda
despertar. Por consiguiente lo que pides es imposible desde tu perspectiva.
Sin embargo de la manera que se
trasciende es muy simple, deseando a Dios sobre todas las cosas. Otra manera de
decirlo sería deseando la paz sobre todas las cosas. Un Curso de Milagros lo
plantea de la siguiente manera, “Desear
la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues nadie que
diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de
obtenerlas." W-pI.185.5:1-2
El Espíritu Santo siendo consciente de el
miedo que tienes a cualquier tipo de aparente “pérdida” por tu identificación
con un yo personal te ofrece una alternativa la cual es, empecemos por mirar
todo aquello a lo que le das a algún tipo de valor mientras que simultáneamente
observas el miedo que tiene lugar cuando surge la creencia de una posible
pérdida.
Ahi empezamos a recordar que lo que
sentimos no significa nada. Aunque este es un trabajo intelectual, es por lo
menos un puente de entrada al trabajo profundo. Según nos abrimos a sentir cada
sensación quitándole su significado, dejando las historias a un lado, no porque
no queremos sufrir ni porque queremos evadir el dolor sino que porque a un
nivel más profundo queremos ser más conscientes de esa paz que somos, empieza a
ocurrir un cambio de mentalidad en el que naturalmente el miedo a la pérdida se
va deshaciendo.
Y una vez más, se va deshaciendo porque
ya empezamos a valorar la paz de Dios como lo más importante, por consiguiente
las ilusiones dejan de tener efecto sobre nosotros porque a un nivel más
consciente no deseamos sostenerlas. La razón por la cual este trabajo aparenta
ser tan dificultoso es porque queremos la paz de Dios cuando las cosas van
“mal” pero queremos el mundo cuando las cosas van “bien.”
Por eso se ve mucho que gente cuando las
cosas van “mal” dicen que es el ego pero cuando las cosas van “bien” agradecen
al Espíritu Santo por sus “bendiciones”. No se dan cuenta que cuando las cosas
van “bien” o se “arreglan” es el ego tirando una “galletita de chocolate” para
que la atención vuelva a ser en el mundo. No estoy insinuando que haya algo
malo en que las cosas se arreglen en el mundo de las formas. Pero si las
utilizas para volver a darle valor al mundo la mente que sueña el sueño está
una vez más distraída. Por consiguiente el miedo se continuará perpetuando
debido a que este sueño tuvo lugar a raíz del miedo.
Es por eso que Un Curso de Milagros nos
recuerda, “Los sueños que te
parecen gratos te retrasarán tanto como aquellos en los que el miedo es
evidente. Pues todos los sueños son sueños de miedo, no importa en qué forma
parezcan manifestarse. El miedo se ve adentro o afuera, o en ambos sitios. O
puede estar oculto tras formas agradables. Pero nunca está ausente del sueño, pues el miedo es el elemento básico de
todos los sueños.” T-12.IV.2:1-5
A lo que voy es, pon tu enfoque en desear
la Verdad, siendo plenamente consciente de que todavía deseas el mundo, para
que el Espíritu Santo vaya poco a poco deshaciendo la culpa inconsciente qué es
la que te lleva a desear este mundo. Según la paz se va asentando en tu mente,
el miedo a la “pérdida”, sea cual sea, se erradica. Porque según vas recordado
tu Verdadera Identidad te darás cuenta a un nivel experiencial que es imposible
perder nada debido a que lo eres Todo.
Pero no intentes entender esto
intelectualmente porque vas a perder tu tiempo. Estoy utilizando palabras para
apuntar tu mente en una dirección. Continúa tu deseo por la Verdad sobre todas
las cosas, haciendo tu trabajo de perdón, y confía el proceso.