Comentario: El miedo
siempre está mas latente cuando se va deshaciendo solo para que no dejes de
prestarle atención. Por eso el curso nos recuerda, “El ego atacará tus motivos tan pronto como éstos dejen de
estar claramente de acuerdo con la percepción que él tiene de ti. En ese caso
es cuando pasa súbitamente de la sospecha a la perversidad, ya que su
incertidumbre habrá aumentado. Es evidente, no obstante, que no tiene objeto
devolverle el ataque. Pues ¿qué podría significar eso, sino que estás de
acuerdo con su evaluación acerca de lo que eres?” T-9.VII.4:6-9
El miedo se puede experimentar como un
vacío profundo, como una crisis de identidad, como una sensación de descontento
y frustración al no entender lo que está ocurriendo, pero nada de eso
significan nada. Según te rindes a cada experiencia confiando en tu proceso,
dejando las interpretaciones a un lado, que por cierto, eso es lo que genera
miedo, el miedo se va debilitando y ahora lo puedes observar en vez de sentirte
atacada por el. De hecho, deja ya de ser miedo y es ahora una experiencia mas.
Un nuevo sentir. El miedo se transciende mirándolo de frente, no
interpretándolo o huyendo de el.
Pero esto también es muy importante recordar.
Si tienes miedo a morir el miedo entonces siempre permanecerá ahí porque te
estás identificando con un cuerpo. Mientras tanto, según vas poniendo en
práctica el perdón siendo consciente de tu naturaleza en Dios, dejas de temerle
a Dios y ya la muerte no puede tener ningún efecto sobre ti. Y todas esas
sensaciones de miedo, que son diferentes formas de “muerte”, como lo que sería
miedo a quedarse solo, a enfermarse, a fracasar, miedo al rechazo, todo eso
deja de ser importante y por lo tanto deja de ser distracción. No hay
sufrimiento, simplemente como ya dije, experiencia, que no tiene nada que ver
con la Realidad.
Aunque podamos utiliza palabras para
hablar de ello, la realidad es que solo una experiencia te sirve, y eso es lo
que ocurre cuando recuerdas que, “Cuando
de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada, afirma lo siguiente: No
conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo
responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me
sirva de guía ahora." T-14.XI.6:6-9
Me gustaría añadir lo siguiente antes de
cerrar esta nota, Un Curso de Milagros no es la razón por la cual se
experimenta miedo o vacío. Miedo es la vida que hemos estado viviendo hasta
ahora aun cuando quizás no lo reconozcamos debido a la gran cantidad de
distracciones. Lo que sí puede tener lugar es que cuando empezamos a abrir la
mente a una experiencia que va más allá de las limitaciones con las que nos
hemos identificado puede que en algunos casos se experimente una sensación de
confusión debido a que cuando empezamos a ser conscientes de que este mundo no
es algo real y que a su vez no tiene nada que nos ofrezca la mente no comprende
y se descoloca.
Sin embargo lo que en realidad está
ocurriendo es que estamos empezando a ser conscientes de nuestra verdadera
plenitud, la cual antes creíamos que la íbamos a derivar del mundo. Entonces un
estado de gozo y dicha empieza a inundarte porque ahora sientes plenitud.
Paradójicamente entonces puedes disfrutar la experiencia del mundo, no porque
el mundo en si sea algo que te pueda hacer feliz, sino que porque percibes el
mundo como un conjunto de experiencias, que aunque no significan nada las
puedes disfrutar hasta que se dejen a un lado. Es como un niño que juega con
los juguetes que tiene presente. Siempre y cuando no se apegue a ninguno de
ellos los disfruta hasta que sea el momento de dejarlos a un lado.
En lo personal me disfruto más el mundo
ahora que antes. Juego con los juguetes mientras no me apego ellos. Mis relaciones
son oportunidades para disfrutar y compartir en ves de apegarme a ellas. Y
cualquier pérdida de paz que pueda tener lugar en alguna de esas relaciones son
simplemente más oportunidades para sanar. Observo como las escenas cambian sin
hacer una escena “mejor” que otra. A veces me hospedo en lugares extremadamente
lujosos y otras veces me hospedo en lugares mucho más humildes y son exactamente lo mismo. El dinero entra en mi vida y también sale, ahorro lo que puedo y
gasto lo que puedo y todo
sigue siendo lo mismo. No soy ni más
“abundante” ni menos “abundante” por tener mas o menos dinero, todo sigue siendo lo mismo. El cuerpo a veces se enferma y luego se sana, y luego se enferma
de nuevo y luego se sana, y utilizo esas experiencias para constantemente recordar
que no soy un cuerpo. Eso es vivir en paz con lo que es. Eso es liberación. No
asumo ser “perfecto” ni tampoco pretendo que no tenga miedo en ningún momento,
pero sí agradezco el hecho de ser consciente. Eso es a lo que Un Curso de
Milagros te lleva, a ser consciente, no a ser “perfecto”. Eso es ser feliz, eso
es estar en paz.