Pregunta: “Buenas tardes Nick gracias por la respuesta que me puedas dar. Desde hace tiempo estoy siguiendo un camino espiritual y hoy la vida me puso una dura prueba, mira en un estado de embriaguez mi marido se aprovecho sexualmente de una pariente mía ella tmb estaba totalmente ebria q ni cuenta se dio, pero mi marido a pesar de su estado si se dio cuenta de todo, no puedo superar esta situación a pesar de mi preparación tengo tanta ira de la actitud por favor tu que eres un gran entendedor del curso de milagros te ruego q me muestres la luz en este caso. Mi hijo los vio y me contó todo y eso es lo q también me duele, El me pide perdón, que me quiere y esta muy deprimido arrepentido y con mucha vergüenza.”
Comentario: El drama
que experimentas en tu relación no es algo con lo que te pueda apoyar debido a
que eso es parte de lo que conlleva elegir el mundo de las ilusiones. Lo que si
puede hacer, no obstante, es apoyarte en ver el mecanismo que te lleva a sentir
esa ira de manera que según pones en practica el perdón vayas entonces re
evaluando tus valores y prioridades lo cual te conducen a la experiencia de paz
que tanto deseas.
Lo que tu marido haya hecho o no es
irrelevante. Sientes dolor porque crees que tu marido de una forma u otra es tu
fuente de felicidad, y que ahora por ser tu marido tiene que adherirse al
contrato que originalmente acordaron. Ese contrato dice, “yo soy tu esposa y por consiguiente
solo puedes amarme a mi y tu eres mi marido y solo puedo amarte a ti. Yo estoy
aquí para hacerte feliz y tu estás aquí para hacerme feliz. Vamos a vivir una
vida juntos hasta que la muerte nos separe, y todo lo que hago lo hago por ti y
tu por mi…”, y así sucesivamente. La fórmula
perfecta para el aprisionamiento y para el sufrimiento.
Vamos ahora a ver como opera el amor de
Dios. Él te dice, “Eres mi Santo Hij@, y
eres libre de hacer lo que desees siempre y cuando eso te haga feliz ya que tu
felicidad es mi felicidad.” ¡Wow! Que
diferente a nuestro concepto de “amor” y felicidad. Por lo tanto, tu esposo
hizo lo que hizo porque si estaba identificado con el miedo eso fue lo que
ocurrió. Ahora tu estando identificada con el mismo miedo lo juzgas por lo que
no “debió” haber hecho. Y lo culpas por lo que tu sientes, como si ese fuese el
caso. Por eso es que Un Curso de Milagros nos recuerda, “nunca estoy disgustado por la razon
que creo.” W-pI.5
Cuando el Espíritu Santo te enseña a ver
eso de otra manera simplemente te apoya a mirar el miedo que surge de ti para
una vez mas recuerdes que tu marido, al igual que nada del mundo puede hacerte
feliz ni completarte, y que a su vez nada de este mundo tiene el poder de
quitarte tu paz.
Ahora que eres consciente de ello, puedes
accesar a la paz y el amor que hay en ti, que no le exige nada a nadie.
¿Significa eso que tienes que quedarte con una pareja que cuando se emborracha
se comporta de esa manera? No. pero si eso es lo que ocurre, puedes elegir
quedarte ahí o irte, solo que lo que termines haciendo lo haces sin ningún
sentimiento de culpa ni victimismo.
Habiendo dicho eso, recuerda que las
lecciones de perdón son progresivas y graduales. No digo que sea imposible,
pero por lo general, es muy difícil poner en practica el perdón y no sentir esa
ira y miedo que surge en una situación como la tuya si no lo pones en practica
con situaciones mas simples como lo que sería sentir angustia cuando vas
llegando tarde a tu trabajo, o sentir frustración cuando tu hijo deja la ropa
tirada en el piso, etc.
A lo que voy es, el perdón es para que
recuerdes tu naturaleza como amor, como Dios. Por lo tanto, en tu caso,
entiendo perfectamente como te sientes porque hubieron momentos en mi vida que
yo sentía esos mismos miedos, y en una situación como la tuya me hubiese
destruido. Ahora que continúo poniendo en practica el perdón para recordar mi
naturaleza en Dios, no me apego a relaciones. Y si me encuentro teniendo una
relación, ya no entro con expectativas ni fantasías de que “esa es la mujer de
mi vida” ni nada así por el estilo. Simplemente reconozco que esa es la
oportunidad que la vida me ofrece para profundizar en el perdón.
Lo que te puedo ofrecer entonces es que
utilices tu experiencia para profundizar en el perdón. Y si con el Espíritu
Santo lo puedes superar y sientes el deseo de continuar juntos lo haces sin
echarle en cara la experiencia que tuvo lugar. Inclusive si tomas completa
responsabilidad de tu experiencia puedes ser consciente de que a un nivel más
profundo le pediste que hiciera eso para tu poder mirar tu propia ira escondida
de manera que puedas tú sanar, y él como un acto de amor hacia ti lo hizo.
Esto no lo digo para que puedas
justificar su comportamiento sino que para que puedas mirar con otros ojos, los
ojos de Cristo. Y una vez más, si la relación continúa, no es porque lo hayan
decidido ustedes aunque así lo parezca, es porque es el currículo perfecto para
los dos. Por lo tanto aprovéchalo. Recuerda, el objetivo no es que tú quieras
quedarte con tu pareja sino que trasciendas la necesidad de una pareja. Ese es
el propósito de todas nuestras experiencias, no buscar la manera de quedarnos
con ellas sino que de trascenderlas. Porque a final de cuentas lo que estamos
trascendiendo es la experiencia humana. Eso es todo lo que hacemos con el
trabajo del perdón.