Friday, June 2, 2017

Cómo Dejar De Perderle Miedo a La Muerte y a Perderlo Todo

Pregunta: “Buenas Nick,¿Cómo puedo dejar de tenerle miedo a la muerte del cuerpo o al "perderlo todo" bienes materiales o cosas así? Gracias!”

Comentario: Siempre y cuando creas que tu realidad es que eres un cuerpo no vas a poder evitar temerle a la muerte o a la pérdida de bienes materiales. Sin embargo ese es el miedo que vas a utilizar ahora para abrirte a la mentalidad del Espíritu Santo. Según vas abriéndote a la paz y empiezas a valorar eso sobre todas las cosas el valor que le dabas al cuerpo y a los bienes materiales empieza a disminuir.

Llevémoslo a la analogía de el sueño para que esto cobre sentido. Digamos que mientras duermes estás soñando que vives en el mundo relacionándote con otros cuerpos y que a su vez tú eres un cuerpo. Y en tu sueño crees que ese cuerpo puede morir por lo tanto lo proteges a toda costa. También en el sueño crees que posees cosas que te hacen feliz. Como claramente podrás observar, el sueño siendo una creencia misma, y todo lo que el personaje en el sueño cree que es al igual que lo que cree poseer son creencias. Y todas esas creencias surgen de la mente que lo estás soñando todo.

El problema es que la mente en su estado dormido no se da cuenta que está soñando un sueño. Y al toda su atención estar puesta en el sueño y en las creencias sobre el sueño existe el miedo a morir al igual que el miedo a perder bienes materiales. Pero si de buenas a primeras la mente toma conciencia de que está soñando un sueño, todo el miedo desaparece por una sola razón, se des-identifica del sueño y por consiguiente ya el sueño deja de poder tener efectos sobre ella.

Eso es exactamente lo que está ocurriendo con nosotros, que creemos que ésta experiencia física es nuestra “realidad” pasando completamente por alto qué somos la mente que sueña el sueño. Aunque podemos saber esto intelectualmente no nos sirve de nada a menos que podamos tener una experiencia. Esa experiencia tiene lugar a raíz de aquietar la mente, no intentando controlar pensamientos, sino que reconociendo que todas nuestras creencias y opiniones son simplemente puntos de vista que a su vez son todos falsos.

El Instante Santo nos ofrece la oportunidad, de aunque sea por un instante, de dejar de prestar atención fija al contenido concreto y objetivo de la mente. En otras palabras dejar de prestar atención fija al mundo de las ilusiones lo cual incluye no solo lo que percibimos aparentemente exteriormente, lo que vemos y oímos con los sentidos, sino que lo que se percibe interiormente como sensaciones y emociones.

Cuando hablo de dejar de prestar atención a lo que se percibe fuera o dentro en realidad lo que quiero decir es dejar nuestras interpretaciones personales a un lado. Pues todo nuestro sufrimiento y miedo se deriva solo de nuestras interpretaciones personales. Si yo te preguntase por qué tienes miedo morir tú me darías una respuesta. Esa es una interpretación personal. Si te preguntase por qué tienes miedo a perder algo me darías una respuesta. Esa es una interpretación personal. Y sin embargo la razón por la cual interpretas es porque experimentas sensaciones. Esas sensaciones, que de por sí no significan nada, pero justificadas con tus interpretaciones personales es la raíz del miedo y el sufrimiento.

Lo que el Instante Santo hace no es cambiar tus experiencias o circunstancias sino que por un momento observas más atentamente como la mente quiere justificar sus experiencias para que de esa manera puedas ser consciente y elegir el sistema de pensamientos de el Espíritu Santo. Que de nuevo, se elige cuando dejas todas las interpretaciones personales a un lado. Esa es la práctica del perdón. Y observa que dije la PRÁCTICA. No el entendimiento del perdón. El entendimiento no te lleva a ningún lado sólo la práctica.

Así que para los efectos de tu pregunta, no hay contestación sino que una experiencia. Esa experiencia tendrá lugar a raíz de tu poner en práctica el Instante Santo, el perdón. Eso es lo único que te puedo ofrecer. Ahora es cuestión de que tú decidas si quieres poner en práctica el perdón Y hacerlo un hábito O si quieres intentar buscar contestaciones a una pregunta que no te llevará a ningún lugar. Si es Un Curso de Milagros tu práctica, por algo está el libro de ejercicios. Ponlos en práctica, familiarízate con el contenido teórico del curso, y confía en que el Espíritu Santo se encargará del camino. Y que el apoyo que necesites se te proveerá según aumenta tu deseo por la verdad.