Si te interesa alguna
persona y intentas hacer contacto pero a su ves esa persona no responde
simplemente observas la sensación que se genera en ti. Si no se genera nada
pues continúas con tu vida dejando a esa persona tranquila pues no hay nada que
perdonar ahi. Si de lo contrario se genera, por utilizara un ejemplo, rechazo,
de ese ser el caso esa es la oportunidad que tienes para poner en práctica
perdón, y esa fue la UNICA razón por la que te sentiste inclinado a contactar a
esa persona. Nada mas.
Si sigues no obstante
insistiendo, aunque en este camino “espiritual” muchos se auto engañan con sus
fantasías creyendo que su “intuición” o el “Espíritu Santo” los está guiando a
perseguir esa relación, estás utilizando la espiritualidad para sostener el
miedo y la culpa inconsciente por lo que no podrás mirar honestamente con el
Espíritu Santo el verdadero problema.
Por lo tanto lo
primero que hay que observar es si mi deseo por buscar a esa persona viene de
una fantasía que esté fabricando en mi mente, de un deseo que está impulsado
por la creencia de que con esa persona puedo ser feliz o inclusive mi deseo de
querer que esa persona sea para mi. El ego a veces utiliza la excusa de creer
que mi propósito para desear esa persona es para “sanar” y establecer una “relación
santa”. Es otro juego manipulativo del ego para intentar convencer a esa
persona de qué tiene que estar conmigo, que solo corrobora mi carencia.
Lo que siempre hay que
recordar es que si hay algo que deseas en este mundo, ya sea una relación con una
persona especifica, o lo que sea, estás dandole valor al mundo y la culpa
inconsciente se continúa sosteniendo. Eso no significa que hay algo malo con
tener esos deseos pues la condición humana se sostiene a raíz de los deseos que
tenemos hacia personas u objetos en el mundo. Este mundo no podría sostenerse
sin nuestro deseo por sostenerlo. Pero sí significa que no hagamos nada
especial de ello y qué observemos las fantasías que el ego puede inventar para
querer que se cumplan.
En resumen, si se
supone que alguna persona entre en tu vida eso ocurrirá muy orgánicamente. Los
que se tengan que encontrar se encontrarán. Sólo que cuando ese encuentro tenga
lugar es ahí donde se aprovecha esa experiencia para poner en práctica el perdón.
Y si se supone que esa relación continúe pues la misma continuará. Si se supone
que no, se deja ir a la persona y se queda uno haciendo su trabajo profundo de
perdón, pues una vez mas, esa fue la razón por la que el encuentro tuvo lugar,
para perdonar, no para fantasear sobre esa persona ni seguir buscándola o
deseándola.
Si se continúa
deseando a esa persona simplemente todavía hay un trabajo de perdón por hacer
hasta que nuestro único deseo sea Dios y nada más. Ese único deseo es el que
nos brinda la verdadera paz, la verdadera felicidad, y la sensación de plenitud
que no necesita nada de este mundo.