Comentario: El ego es
el único que evalúa si estas haciendo “bien” o “mal” el proceso. Si las cosas
que antes te apetecían hacer ya no te apetecen simplemente no las hagas. Si
deseos que antes estaban ahí ya no están no hagas nada especial de ello. A lo que
voy es, vive tu vida normal observando tu proceso y no enfoques tanto en que si
estás haciéndolo bien o mal, sino que más bien observa si estás en paz o no. Si
lo estás continua con tu camino. Si no lo estás sabes que es una oportunidad
para perdonar.
Mirando ahora la primera parte de tu
pregunta, tienes mucha razón, cuando se le empieza a quitar el valor al mundo
que antes creíamos que tenía algo que aportar y ahora no, para algunas personas
puede ser un periodo de inestabilidad y es como que se sienten “descolocados”
por así decirlo. Pero lo que en realidad está ocurriendo es que nuestro esquema
de creencias y valores se va derrumbando y empezando a ser reemplazado por un
sentido de identidad abstracto, que aunque es más congruente con nuestra realidad,
ha sido ignorado y sustituido por esa identidad personal que me he creído ser.
Esa identidad abstracta de la que hablo
es plenitud, amor, dicha plena, unidad. Nuestra identidad personal basada en la
creencia en la individualidad, en la separación, es a lo que se le conoce como
ese estado de carencia que ahora busca en el mundo sentirse pleno. Por eso
valora el mundo. Necesita objetos, experiencias, entretenimiento en el mundo
para de ahí poder derivar placer y por consiguiente sentirse “feliz”. Sin embargo,
ahora que estamos empezando a ser conscientes de nuestra verdadera naturaleza,
al ir soltando la creencia de que el mundo tiene algo de valor que ofrecernos
tomará un tiempo en lo que nos sentimos suficientemente cómodos revirtiendo esa
falsa creencia. Por lo tanto no hay razón en realidad para sentirse uno
preocupado, más bien deja de evaluar tu proceso y pon en practica el perdón con
cada experiencia que aparente ser la causa de tu pérdida de paz.
Haz la paz mental lo más importante en tu
vida y confía en tu camino tal y como se está desenvolviendo. Y no te juzgues
si algún deseo que creías haber “superado” surge de nuevo. Siempre y cuando te
percibas como un ser humano deseos continuarán surgiendo sólo que según la
culpa inconsciente se va sanando dejan de tener esa fuerza que antes
inconscientemente se les había otorgado y se irán cayendo por su propio peso.
Pero no intentes acelerar este proceso. Deja que el mismo se vaya
desenvolviendo agarrado de la Mano del Espíritu Santo que sabe al ritmo y a la
velocidad que te puede llevar para que tu despertar sea una experiencia dulce y
amorosa, no esa experiencia aterradora que el sistema de pensamientos del ego
te ha ido vendiendo y que a su vez has comprado.