Thursday, June 22, 2017

La Transición Del Proceso, Cuando El Mundo Deja de Tener Valor

Pregunta: Hola que tal Nick, te comento por primera vez que cada vez que hago el proceso del perdón y empiezo a ver todo lo ilusorio de una forma neutral y lo desvalorizo también me pasa que siento como un desgano general y no le encuentro el sentido a nada ni nadie, porque siento que ya no me importa nada, ya no me acerco a la gente porque no hay nada que me motive a acercarme sólo me acercó ahora si es necesario, antes salía mucho de noche los fin de semana y ya no me gusta porque me aburre demasiado, tampoco tengo ganas de tener relaciones sexuales a pesar de que antes era demasiado adicto al sexo ahora jamás tengo ganas y eso para mí fue un milagro, pero en todo no tengo ganas de hacer nada porque no le veo la motivación a nada, antes yo me proponía cuidar mí cuerpo para estar bien de salud pero ahora tampoco tengo ganas de cuidarme con las comidas ni hacer ejercicio, etc. Estaré haciendo bien mí proceso Nick? Muchas gracias.”

Comentario: El ego es el único que evalúa si estas haciendo “bien” o “mal” el proceso. Si las cosas que antes te apetecían hacer ya no te apetecen simplemente no las hagas. Si deseos que antes estaban ahí ya no están no hagas nada especial de ello. A lo que voy es, vive tu vida normal observando tu proceso y no enfoques tanto en que si estás haciéndolo bien o mal, sino que más bien observa si estás en paz o no. Si lo estás continua con tu camino. Si no lo estás sabes que es una oportunidad para perdonar.

Mirando ahora la primera parte de tu pregunta, tienes mucha razón, cuando se le empieza a quitar el valor al mundo que antes creíamos que tenía algo que aportar y ahora no, para algunas personas puede ser un periodo de inestabilidad y es como que se sienten “descolocados” por así decirlo. Pero lo que en realidad está ocurriendo es que nuestro esquema de creencias y valores se va derrumbando y empezando a ser reemplazado por un sentido de identidad abstracto, que aunque es más congruente con nuestra realidad, ha sido ignorado y sustituido por esa identidad personal que me he creído ser.

Esa identidad abstracta de la que hablo es plenitud, amor, dicha plena, unidad. Nuestra identidad personal basada en la creencia en la individualidad, en la separación, es a lo que se le conoce como ese estado de carencia que ahora busca en el mundo sentirse pleno. Por eso valora el mundo. Necesita objetos, experiencias, entretenimiento en el mundo para de ahí poder derivar placer y por consiguiente sentirse “feliz”. Sin embargo, ahora que estamos empezando a ser conscientes de nuestra verdadera naturaleza, al ir soltando la creencia de que el mundo tiene algo de valor que ofrecernos tomará un tiempo en lo que nos sentimos suficientemente cómodos revirtiendo esa falsa creencia. Por lo tanto no hay razón en realidad para sentirse uno preocupado, más bien deja de evaluar tu proceso y pon en practica el perdón con cada experiencia que aparente ser la causa de tu pérdida de paz.

Haz la paz mental lo más importante en tu vida y confía en tu camino tal y como se está desenvolviendo. Y no te juzgues si algún deseo que creías haber “superado” surge de nuevo. Siempre y cuando te percibas como un ser humano deseos continuarán surgiendo sólo que según la culpa inconsciente se va sanando dejan de tener esa fuerza que antes inconscientemente se les había otorgado y se irán cayendo por su propio peso. Pero no intentes acelerar este proceso. Deja que el mismo se vaya desenvolviendo agarrado de la Mano del Espíritu Santo que sabe al ritmo y a la velocidad que te puede llevar para que tu despertar sea una experiencia dulce y amorosa, no esa experiencia aterradora que el sistema de pensamientos del ego te ha ido vendiendo y que a su vez has comprado.