Tuesday, June 13, 2017

Siente Culpa por Sentir Atracción Por el Sexo Opuesto

Pregunta: Te quería consultar una cosa y no se si se hace por aquí o por tu web o por tu foro. Alguna vez te he oido comentar sobre cuando uno se siente atraído física o sexualmente por alguien. Me gustaría que me comentaras sobre como enfocar la situación de sentirme como cautivado, deseoso, falto de paz en fin, cuando veo las imágenes de las chicas por la calle que enseñan las piernas y me atraen. Yo no hago nada con eso pero noto en mi una fuerte dependencia (aunque solo sea mental) y me siento esclavo y, por tanto mal. Como cambiar mi mirada, si es que debo hacerlo? Como puedo dejar de ver a esas personas como un cuerpo apetecible? Te hago esta pregunta porque creo que alguna vez has comentado alguna respuesta a ello en algún video, pero ahora no lo tengo presente. Te doy las gracias por todo lo que publicas, que a mi me resulta inspirador. Muchas gracias Nick. Un abrazo.”

Comentario: Cuando vivimos la experiencia física de creer ser cuerpos separados la atracción fuerte que se siente hacia otros cuerpos representa el deseo subyacente de unirnos a Dios sólo que incorrectamente canalizado. Lo primero es no pelear con esos deseos ni juzgarnos por tenerlos. Todo eso forma parte de la condición humana. Con la ayuda del Espíritu Santo, sin estar en guerra con nuestros deseos personales, como resultado de poner en práctica el perdón, según experimentamos ese cambio de mentalidad a raíz de ser conscientes de nuestra plenitud en Dios todos esos deseos empiezan a perder su fuerza y en su debido momento se caen por su propio peso.

Por lo tanto el mero hecho de que puedas ser consciente de que esos deseos forman parte de la atracción a la culpa, y en vez de juzgarte o castigarte por sentirlos los utilizas como oportunidades para perdonar estás haciendo un gran avance y por consiguiente sanando. ¿significa eso que no puedas o no “debas” moverte en dirección a esa chica o chico que te atrae y tener una experiencia íntima? Eso no es lo que significa porque entonces experimentarías sacrificio y eso no te apoya en tu proceso de sanción. Si acaso lo retrasa.

Lo que sí es que agarrado de la mano del Espíritu Santo utilizas esa experiencia, como todas y cada una de nuestras experiencias para profundizar en la practica del perdón. A final de cuentas si el encuentro con esa chica tiene lugar es porque forma parte del guión que se desenvuelve en tu vida. Sólo que poniendo en práctica el perdón una de las siguientes cosas podría ocurrir; que la conozcas, tengan una experiencia íntima y ese sea el currículo perfecto para tu sanación. Otra sería que la vayas a conocer, que no esté interesada por lo que pueda que sientas rechazo, o no, y ese sería el currículo perfecto para tu sanación, o que simplemente no hagas nada ya sea por respeto, timidez, o porque simplemente lo veas como un acontecimiento que surge, y ese sería el currículo perfecto para tu proceso de sanación.

Como muy claramente puedes ver, el Espíritu Santo no te juzga ni porque tengas o no deseos ni por lo que hagas en el mundo. Él simplemente utiliza todas y cada unas de nuestras experiencias para cumplir Su único propósito, si es que se lo permitimos, el cual es sanar la mente de la creencia en la separación.

Así que mientras esos deseos continúan surgiendo en tu vida, sin sentir el más mínimo rasgo de culpa por ello, esta es una de las sugerencias que el Espíritu Santo te ofrece: “El Espíritu Santo sólo te pide este pequeño favor: que cada vez que tus pensamientos se desvíen hacia una relación especial que todavía te atraiga, te unas a Él en un instante santo y ahí le permitas liberarte. Lo único que necesita es que estés dispuesto a compartir Su perspectiva, para que Él te la conceda en su totalidad. Y no tienes que estar completamente dispuesto porque Él lo está. Su tarea es expiar tu renuencia mediante Su perfecta fe, y es Su fe la que tú compartes con Él en el instante santo. Como resultado de reconocer que no estás dispuesto a ser liberado, se te ofrece la perfecta buena voluntad de la que Él goza. lnvócale, pues el Cielo responde a Su llamada. Y permítele que Él invoque al Cielo por ti.” T-16.VI.12:1-7