Comentario: Primero
tenemos que recordar que el curso siempre está hablando de la mente y no del
cuerpo. Al cuerpo físico se le puede hacer daño pero a la mente que observa la
experiencia física no. Así que miremos ese extracto un poco más detenidamente.
Digamos que alguien me dice unas
palabras. Esas son palabras que según el juicio de el ego nos puede causar daño
o hacernos sentir “bien”. Pero las palabras en realidad son simplemente sonidos
huecos que carecen de significado, y por lo tanto no tienen el poder de hacer
ningún daño.
Sin embargo si hago un juicio sobre
ellas, ese juicio que dice que esas palabras son “malas” o “buenas” es lo que
determina como me siento. Entonces hace perfecto sentido que si dejo mis
interpretaciones (juicios) sobre esas palabras a un lado, no tienen ningún
poder de hacerme daño ni de causar daño.
Lo mismo con cualquier acontecimiento que
tenga lugar en mi entorno. Si dejo mis interpretaciones (juicios) a un lado,
observo cada escena que se presenta sin ningún sentido de sufrimiento. Ningún
daño sería hecho ni infligido porque nada significa nada.
Y de nuevo, reiterando, estamos hablando
de el contenido de la mente pues es ahí donde emana todo juicio, no de lo que
esté ocurriendo en la forma física. Si en la experiencia física alguien arroja
una piedra lo más cuerdo sería que te salgas del medio. Pero si la persona
arroja esa piedra en forma de palabras al percibirse tal como lo que son, no
hay sufrimiento infligido ni sentido, solo una petición de amor.