Thursday, December 7, 2017

El Ego Siempre Quiere Sacar a La Mente del Momento Presente

El momento presente es lo único que existe. No hay nada mas. La experiencia presente es la única que puedo vivir, no porque sea "yo" quien la haya elegido sino porque la vida misma la ha elegido. Por algo el Curso me recuerda, "Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios." T-In.1:4

Es por eso que no solo cualquiera que sea la experiencia presente es perfecta sino que si la vida la ha elegido tiene que ser lo mejor que me puede estar ocurriendo. ”¿qué no ibas a poder aceptar si supieses que todo cuanto sucede, todo acontecimiento, pasado, presente y por venir es amorosamente planeado por Aquel cuyo único propósito es tu bien?" W-135.18:1 Todas las cosas obran conjuntamente para el bien. En esto no hay excepciones salvo a juicio del ego." T-4.V.1:1-2

Esa actitud de no resistencia a lo que es, a lo que está teniendo lugar en este momento es paz interior. Observa que no he dicho que paz interior es no sentir, o de que las cosas vayan de una manera o de otra, es simplemente aceptación total libre de cualquier resistencia.

Como el sistema de pensamientos del ego se deshace en aceptación total del presente simplemente agarra esa experiencia presente y la evalúa. Evaluar es fabricar una historia sobre el momento presente. Lo juzga como "bueno" o "malo". Si lo evaluamos como "bueno" debido a que va en acorde con alguna creencia que tengamos sobre como las cosas "deberían" ser o como nos "deberíamos" sentir se crea la “apariencia” de que nos sentimos "bien." Si por el contrario la evaluamos como "malo" debido a que una vez más, va en acorde con alguna creencia que tengamos sobre como las cosas en este caso no "deberían" ser o como no nos deberíamos sentir nos sentimos "mal" (sufrimiento).

Si me siento mal la tendencia es de querer cambiar el momento presente o simplemente querer salir corriendo. Mas observemos muy cuidadosamente la causa de ese "dolor" o "sufrimiento". No es la experiencia misma la que me hace sentir de una manera o de otra. Es la historia, la creencia, de nuevo, la evaluación que la mente hace del momento presente que ya se ha establecido es perfecto por el mero hecho de estar ocurriendo. Sin embargo evaluándola es como se por alto la lección, la oportunidad que se me brida para sanar. Por eso se nos recuerda; "Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda. Una lección es un milagro que Dios me ofrece, en lugar de los pensamientos que concebí que me hacen daño. Lo que aprendo de Él se convierte en el modo en que me libero. Por eso elijo aprender Sus lecciones y olvidarme de las mías." W-pI.213.1:1-4

En ese sentido, cada experiencia que se me presenta simplemente me brinda la gran oportunidad de observar mis creencias. Eso es todo. Entonces en cada sentir, en cada situación, en cada experiencia presente se encuentra la llave de mi liberación ya que todo lo que ocurre es que se está exponiendo todo lo que me he creído sobre mi mismo, sobre el mundo, sobre como las cosas "deberían" ser o no, como me "debería" sentir o no. Y si utilizo mi experiencia personal y la comparo con la de "otros" aparenta como que estoy comprando las creencias de otros, cuando en realidad son mis creencias proyectadas hacia un "otro".

Por eso es que todo lo que se me pide es que suelte toda interpretación personal para que la Sabiduría Interna (Espíritu Santo) pueda entonces re interpretar cada momento presente y restaurar la paz en la mente. Según pongo en practica este proceso reconociendo constantemente que todo lo que ocurre fue perfectamente orquestado para mi propia liberación, utilizo entonces cada experiencia para sanar. Eso hace de este momento presente, que es el único que hay, un camino feliz en vez de uno de sufrimiento.

Por lo tanto, siempre que me encuentre sufriendo, experimentando miedo en el momento presente, solo tengo que hacer silencio y observar mis propias evaluaciones. Eso es lo que se le conoce como tomar consciencia. Luego recordar qué es lo que realmente deseo. Y aquí no puede haber ambivalencia. O deseo la paz o deseo que las cosas cambien (resistencia a lo que es). Y si deseo que las cosas cambien estoy sosteniendo mis evaluaciones que paradójicamente son la causa de todo sufrimiento.

Si entonces para experimentar esa paz lo único que tengo que hacer es soltar mis interpretaciones personales, mis creencias, ¿por qué entonces no lo hago? Sobre todo si mis interpretaciones y mis creencias me conducen constantemente al sufrimiento? Porque mi deseo inconsciente a sufrir es lo que las sostiene. En otras palabras, deseo sufrir. Y como deseo sufrir, no voy a soltar ninguna de mis creencias, ninguna de mis evaluaciones, ninguna de mis interpretaciones sobre el momento presente porque si lo hago, podría tomarme el "riesgo" de ser feliz. Y por mas que crea que eso es lo que deseo, lo que realmente deseo es sufrir. ¡Auch! ¡Eso duele! Lo reconozco, y por eso extractos como este del curso nos causan tanta rabia: "El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo. No importa cuál sea la forma del ataque, eso sigue siendo verdad. No importa quién desempeñe el papel de enemigo y quién el de agresor, eso sigue siendo verdad. No importa cuál parezca ser la causa de cualquier dolor o sufrimiento que sientas, eso sigue siendo verdad. Pues no reaccionarías en absoluto ante las figuras de un sueño si supieses que eres tú el que lo está soñando. No importa cuán odiosas y cuán depravadas sean, no podrían tener efectos sobre ti a no ser que no te dieses cuenta de que se trata tan sólo de tu propio sueño." T-27.VIII.10:1-6

Esta no es razón para sentirse culpable ni mal por ser conscientes de cuanto deseamos sufrir. Es simplemente una magnifica oportunidad para comenzar a observar el precio que se paga por querer seguir eligiendo nuestras interpretaciones personales sobre las del Espíritu Santo. Por eso se nos recuerda de muchas maneras, una y otra vez citas como: “Si estás dispuesto a renunciar al papel de guardián de tu sistema de pensamiento y ofrecérmelo a mí, yo lo corregiré con gran delicadeza y te conduciré de regreso a Dios.“ T-4.I.4:7

Otra manera de decir lo mismo seria: “Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada (cuando me encuentro interpretando, juzgando), afirma lo siguiente: No conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora." T-14.XI.6:6-9

Que sería lo mismo que decir; "Nada de lo que veo significa nada." W-pI.1, o “Nunca estoy disgustado por la razón que creo.” W-pI.5

Que sería lo mismo que decir; "Lo esencial, sin embargo, es que reconozcas que no sabes nada. El conocimiento es poder y todo poder es de Dios. Tú que has tratado de quedarte con el poder para ti sólo lo has "perdido". Todavía lo tienes, pero has interpuesto tantos obstáculos entre él y tu conciencia de él que no puedes utilizarlo. Todo lo que te has enseñado a ti mismo, ha hecho que seas cada vez menos consciente de tu poder." T-14.XI.1:1-5

Para poder uno liberarse del sufrimiento es ser consciente de cuanto lo deseamos. Recuerda, un adicto no puede recibir ayuda a menos que primero reconozca que es adicto. Y adicto puede ser a cualquier cosa. Al sufrimiento, a la comida, al sexo, al alcohol, al drama, a las drogas y sobre todo, la que todos compartimos, adictos a nuestra identidad como cuerpos.

Vivir el momento presente no requiere esfuerzo alguno. Es muy simple. Este momento es el que hay, y si no estás en paz con el simplemente es porque estás albergando un pensamiento pasado o futuro, una creencia sobre este momento. Por lo tanto la invitación es la siguiente, lo que sea que sientas, siéntelo. Lo que sea que pienses, déjalo ser (no lo evalúes). Lo que sea que esté ocurriendo, obsérvalo. Y sobre todo, siempre recordando que és lo mejor que te podría estar sucediendo porque es lo que está sucediendo. Eso es paz. Eso es confiar, y en la confianza hay amor. Todo lo que el ego quiere es que no confíes, de esa manera te lleva a fantasear sobre el pasado al igual que el futuro manteniendo a la mente distraida del momento presente, el único momento que hay y el único en el que el sistema de pensamientos del ego se deshace.

Por lo tanto, en cada momento presente, cuando se cuela el miedo y la tendencia a evaluar esa experiencia utilicémosla con el propósito que el Espíritu Santo tiene para cada experiencia, la liberación.

Así que, "¡Alegrémonos de poder caminar por el mundo y de tener tantas oportunidades de percibir nuevas situaciones donde el regalo de Dios se puede reconocer otra vez como nuestro! Y de esta manera, todo vestigio del infierno, así como los pecados secretos y odios ocultos, desaparecerán. Y toda la hermosura que ocultaban aparecerá ante nuestros ojos cual prados celestiales, que nos elevarán más allá de los tortuosos senderos por los que viajábamos antes de que apareciese el Cristo. Oídme, hermanos míos, oídme y uníos a mí. Dios ha decretado que yo no pueda llamaros en vano, y en Su certeza, yo descanso en paz. Pues vosotros me oiréis, y elegiréis de nuevo. Y con esa elección todo el mundo quedará liberado." T-31.VIII.9:1-7