Friday, December 15, 2017

Un Pensamiento Que No Perdona Es Aquel Que...


"Un pensamiento que no perdona es aquel que emite un juicio que no pone en duda a pesar de que es falso." W-pII.1.2:1

Comentario: Aquí podemos ver la sutileza de cómo el sistema de pensamientos del miedo opera. Emitimos un juicio en función a lo que percibimos. No hacia algo que es real ni algo que en realidad está sucediendo sino que a nuestra percepción de lo que aparenta estar ocurriendo. Ese pensamiento lo atesoramos como un dios y luego buscamos todo tipo de evidencia para seguir sosteniendo nuestra percepción aun cuando sentimos la dolorosa consecuencia de esa decisión.

Y como la mente siempre encontrará evidencia para justificar lo que sea que desees creer siempre nos vamos a encontrar entre la espada y la pared. Más si sólo se quedase a nivel mental sería una cosa, pero como surgen sentimientos que se le atribuyen a esa percepción o interpretación errada, eso es lo que hace que el proceso del perdón aparente ser tan difícil, pues en realidad lo único que tendríamos que hacer es no creer en ninguno de nuestros pensamientos ni justificar ninguno de nuestros sentimientos. Si pudiésemos hacer eso el perdón se encargaría de hacer el trabajo por sí mismo. Es por eso que los últimos dos párrafos de la sección titulada ¿Qué es el perdón? del libro de ejercicios nos recuerda:

"El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada. No ofende ningún aspecto de la realidad ni busca tergiversarla para que adquiera apariencias que a él le gusten. Simplemente observa, espera y no juzga. El que no perdona se ve obligado a juzgar, pues tiene que justificar el no haber perdonado. Pero aquel que ha de perdonarse a sí mismo debe aprender a darle la bienvenida a la verdad exactamente como ésta es.

No hagas nada, pues, y deja que el perdón te muestre lo que debes hacer a través de Aquel que es tu Guía, tu Salvador y Protector, Quien, lleno de esperanza, está seguro de que finalmente triunfarás. Él ya te ha perdonado, pues ésa es la función que Dios le encomendó. Ahora tú debes compartir Su función y perdonar a aquel que Él ha salvado, cuya inocencia Él ve y a quien honra como el Hijo de Dios." W-pII.1.4:1-5;6:1-3

Por lo tanto si no pongo en duda cualquiera que sean mis interpretaciones sobre cualquier pensamiento o sentimiento el perdón es literalmente imposible. Es por eso que la humildad es imperativa si queremos poder poner en práctica el perdón. Una mente humilde es una mente que sabe que no sabe absolutamente nada. Si estoy dispuesto en cada instante a reconocer que no sé absolutamente nada la mente no podrá encontrar evidencia alguna que justifique mi experiencia con ningún sentimiento de culpa y miedo. Es así como la paz se restaura en la mente. No hay nada mas que hacer.