"La única manera de llegar a Dios aquí es mediante el perdón. No hay otra manera. Si la mente no le hubiese concedido tanto valor al pecado, ¿qué necesidad habría habido de encontrar el camino que conduce a donde ya te encuentras? ¿Quién tendría aún incertidumbre? ¿Quién podría estar inseguro de lo que es? ¿Y quién podría seguir durmiendo entre espesas nubes de duda con respecto a la santidad de aquel que Dios creó libre de pecado? Aquí sólo podemos soñar." W-pII.256.1:1-6
Comentario:
Lo que tú realmente eres, es la mente que se encuentra soñando este sueño,
llegar a Dios es otra forma de decir recordar que eres la mente que sueña este
sueño. El perdón es la única herramienta en el sentido de que es una manera de
decir, desenfocar la mente de este aspecto objetivo y entrar en silencio, libre
de juicio e interpretaciones para que el Espíritu Santo pueda hacer el cambio
de mentalidad.
Sí la mente que sueña el sueño no le
hubiese concebido tanto valor a este sueño (al pecado), no habría necesidad de
encontrar el camino que le conduce a donde ahora mismo la mente se encuentra.
"Pero podemos
soñar que hemos perdonado a aquel en quien todo pecado sigue siendo imposible,
y esto es lo que elegimos soñar hoy. Dios es nuestro objetivo, y el perdón, el
medio por el que nuestras mentes por fin regresan a Él." W-pII.256.1:8-9
Comentario:
Soñar que hemos perdonado es una forma de vaciar la mente de todo contenido. En
otras palabras, al dejar a un lado todas mis interpretaciones personales sobre
cualquier aspecto de este sueño, que es otra manera de decir no condenar, estoy
soñando que estoy perdonando pues ahora mi único deseo es la paz interior, mi
único deseo es regresar, la cual la palabra "regresar" es un oxímoron
porque no hay a donde "regresar". Si acaso se podía decir recordar
que soy, o ser consciente de que soy Dios. Y esa es más bien una experiencia
así que no hace falta hablar de ello. Solo recordar que mi única función es
perdonar, y el resto se encarga por si mismo.
"Y así es, Padre
nuestro, como queremos llegar a ti por el camino que Tú has señalado. No
tenemos otro objetivo que oír Tu Voz y hallar el camino que Tu sagrada Palabra
nos ha señalado."
W-pII.256.2:1-2
Comentario:
Todo lo que tengo que hacer para poner en práctica esta lección es acoger toda
experiencia tal cómo se presenta, liberándola de cualquier juicio o
interpretación personal que yo tenga. Dejar a un lado la idea de como yo
quisiera que las cosas fuesen y en plena aceptación reconocer que todo lo que
está ocurriendo está orquestado perfectamente para que en ese momento pueda
ejercer mi poder de elección. Ese poder de elección es muy simple; juzgo y
sostengo el sueño dándole así realidad pasando por alto que soy la mente que
sueña el sueño, o me entrego a la paz de Dios en este momento confiando
plenamente.
Pero tenemos que ser conscientes de que
si queremos aplicar esta lección para que nuestro sueño (pecado) se
"mejore", no es a Dios lo que realmente queremos.
En ese sentido la lección será confusa
y frustrante porque entonces se está tergiversando y utilizando para fines del
ego, qué es la parte de la mente que quiere conservar el sueño, que quiere
seguir experimentando el pecado.