NOTA: Como el
escrito fue muy largo y mucha de la información era personal Fayna y yo
elegimos simplemente compartir un resumen muy breve de su situación: Ella se enamoró de su primo
cuando tenia 10 años. El era mayor que ella, luego después de muchas años, ella
casada y él separado se encontraron pero nada ocurrió. Luego ella se separa y
él se casa de nuevo. Entonces ellos se encuentran en un viaje donde comparten
unos días muy íntimos. Viven en países diferentes, él regresa a su país con su
esposa y ella sigue enamorada de él. Se mantiene en contacto enviándole
mensajes y poemas, y aunque él no le responde le abre las puertas para que ella
siga en comunicación. Puede que hayan planes de que se encuentren de nuevo o
no. Ella viendo nuestro video acerca de la relación especial y la relación
santa pide clarificación con respecto a su situación.
Comentario: Siempre y cuando no hagas nada "especial" de él,
observa simplemente la vida ocurrir. No se supone que estés con él porque no lo
estás. Así de simple. Si te pones a hacer fantasias sobe ello, estás
identificada con el sistema de pensamientos del ego que solo desea hacerte
creer que este sueño es real, que tu eres un cuerpo y que ahora ese "otro"
cuerpo tiene algo de valor para ti. Así el sueño se continúa perpetuando. Lo
que ocurre es que el ego te pone tanta evidencia para justificar lo que sientes
que no ves las trampas.
Evidencias como por ejemplo: Nos
conocimos cuando tenia 10 años y sentí algo "especial" por él. Nos
encontramos de nuevo, me sentí otra vez como cuando era una niña, "eso
"significa" (trampa mortal) que esto es algo muy especial" por
lo que ahora quieres seguir utilizando eso para continuar la fantasia pues seguramente
está orquestado por Dios, etc.
Tus sentimientos es lo que utilizas para
justificar toda la historias que el ego fabrica. Luego utilizas esos
sentimientos para interpretar lo que Fayna y yo compartimos. Recuerda que toda
relación, la tuya con él, la tuya con tu pareja actual si hay alguna, la tuya
con tu jefe, con el mendigo, con hijos, con el cajero del supermercado, con el
taxista, etc., todas son oportunidades para reconocer a Dios en ti, no para
hacer algo especial de ellas y creer que puedes ver a Dios en ellas por como
crees que te hacen "sentir." ¿Ves la trampa?
Todo esto es un juego del ego para que
hagas algo especial del mundo. Es todo una trampa, todo un montaje. Por lo
tanto, esos sentimiento que sientes hacia él, que no son mas que culpa
inconsciente proyectada hacia un "otro", necesitan ser perdonados
para que la mente pueda ser restaurada a la paz de Dios, y eso es poder ver a
Dios en todo. Si no hay paz genuina, en otras palabras, si cuando piensas en él
experimentas placer, o tristeza porque no esta contigo, o un deseo hacia él
(enamoramiento), eso no es paz y por consiguiente no es a Dios lo que ves. Dios
inspira paz, no deseo, no placer, no agitación, solo paz. Eso es lo que sería
reconocer a Dios en ti y luego lo extiendes a "otros".
Hay una sección muy buena de Un curso de
milagros titulada, "El puente que conduce al
mundo real", es el capitulo 16, sección
VI del libro de Texto. Es bonito leerlo aunque pueda que cause una sensación de
inestabilidad ya que le quita todo el especialísimo al mundo y a las relaciones
tal como las hemos fabricado. El ultimo párrafo de esa sección dice; "El
Espíritu Santo sólo te pide éste pequeño favor: que cada vez que tus
pensamientos se desvíen hacia una relación especial que todavía te atraiga, te
unas a Él en un instante santo y ahí le permitas liberarte. Lo único que
necesita es que estés dispuesto a compartir Su perspectiva, para que Él te la
conceda en su totalidad. Y no tienes que estar completamente dispuesto porque
Él lo está. Su tarea es expiar tu renuencia mediante Su perfecta fe, y es Su fe
la que tú compartes con Él en el instante santo. Como resultado de reconocer
que no estás dispuesto a ser liberado, se te ofrece la perfecta buena voluntad
de la que Él goza. Invócale, pues el Cielo responde a Su llamada. Y permítele
que Él invoque al Cielo por ti.”
T-16.VI.12:1-7
Fayna y yo no estamos
"enamorados" el uno del otro. Estamos enamorados de la Verdad y
usamos nuestro encuentro y nuestra relación para recordarnos esto. Si nuestro
"amor" fuese hacia el otro eso constataría un estado de sufrimiento
pues ¿qué sucedería si ella me dejara? O peor, ¿qué sucedería si yo la dejara a
ella? En el primer caso sufriría por sentirme desamparado, y en el segundo caso
sufriría porque me sentiría culpable por dejarla y hacerla sufrir. ¿Ves que es
un callejón sin salida? ¿Pero qué ocurre cuando los dos estamos enamorados del
Amor de Dios, de la Verdad, de la Realidad? Somos libres, sentimos paz en
nuestro encuentro, y cualquier miedo que pueda surgir se percibe como el regalo
que la relación nos ofrece para dirigir la atención al Amor que reside en cada
uno de nosotros, no en el "otro". Y este es el recuerdo del Amor que
somos y que extendemos a todos los aspectos que la realidad presenta.
Me encanta algo que Byron Katie comparte
en uno de sus libros cuando nos dice, "El amor es lo
que ya eres. El amor no busca nada. Ya está completo. No quiere, no necesita,
no tiene imposiciones. Ya tiene todo lo que quiere, ya es todo lo que quiere,
justo en la forma en que lo quiere. Así que cuando oigo a las personas decir
que aman a alguien y que quieren ser amados recíprocamente, sé que no están
hablando de amor, están hablando de otra cosa."
Por lo tanto lo que está ocurriendo en tu
vida es perfecto. Inclusive está siendo orquestado por el Amor mismo para que
puedas discernir y observar cuando tu mente se encuentra distraída poniendo su
atención en un objeto, en este caso tu relación especial con esta persona. De
esta manera puedes volver a traer tu atención al momento presente y permitir
que el Espíritu Santo restaure la paz que realmente deseas, restaure en tu
mente el recuerdo de Dios.