"El milagro no hace nada. Lo único que hace es deshacer. Y de este modo, cancela la interferencia a lo que se ha hecho. No añade nada, sino que simplemente elimina. Y lo que elimina hace mucho que desapareció, pero puesto que se conserva en la memoria, sus efectos parecen estar teniendo lugar ahora." T-28.I.1:1-5
Comentario: Aquí el curso establece que el milagro es simplemente soltar todas nuestras interpretaciones personales. En ese sentido, el milagro no hace nada. Lo que aparenta estar teniendo lugar en el momento "presente", es nada más y nada menos que una memoria de un pasado que ¡ni siquiera ocurrió!
No obstante, es irrelevante saber si ocurrió o si no ocurrió, sobre todo cuando nuestra experiencia presente da testimonio de que algo está "ocurriendo". Todas las historias que creemos sobre nosotros mismos, sobre nuestra vida, sobre un aparente pasado o futuro, son simplemente interferencias que, aunque sirven para dar testimonio de que "algo aparentemente ocurrió", no requieren que se haga nada con ellas.
Solo se requiere que puedan ser observadas, sin hacer ninguna interpretación personal de ellas, y de esa manera, según la mente va empezando a no reaccionar, el milagro es lo que está teniendo lugar. En ese sentido, una mente caotica se transforma en una mente milagrosa.
Cuando el milagro se percibe como algo activo, como algo que tiene que hacerse para que algo cambie, todo lo que se está haciendo es agarrando esa memoria que da lugar a la experiencia tal como la percibimos ahora, dándole vida, dándole realidad, y por consiguiente el milagro no puede tener lugar. Pues de nuevo, el milagro tiene lugar en la mente, no en el mundo de las ilusiones. El mundo de las ilusiones puede dar testimonio de experiencias sobrenaturales las cuales podríamos etiquetar las como "milagros", dada que las leyes de la mente son ilimitadas. Y cómo es la mente la que proyecta el mundo, cualquier cambio que tenga lugar en la mente, se refleja en el mundo. Pero ese cambio en el mundo no lleva al despertar de la mente sino que a mantenerla distraída con el mundo. Por eso no hay nada que hacer en el mundo.
Es por eso que me gusta citar el extracto del libro de ejercicios que dice, " Un milagro es una corrección. No crea, ni cambia realmente nada en absoluto. Simplemente contempla la devastación y le recuerda a la mente que lo que ve es falso." W-pII.13.1:1-3
También cito mucho este siguiente extracto del texto, "El milagro llega silenciosamente a la mente que se detiene por un instante y se sumerge en la quietud." T-28.I.11:1
Por consiguiente, si queremos experimentar una mente milagrosa, todo lo que hay que recordar es no hacer nada. No hacer nada en el sentido de dejar a un lado nuestras interpretaciones o historias que la mente fábrica en referencia a cualquiera de nuestras experiencias.
Solo se observa cada una de ellas, tal como se van presentando, reconociendo que no sabemos absolutamente nada. Así el Espíritu Santo utilizará cada uno de esos escenarios como el currículo perfecto de aprendizaje, de manera que la mente pueda sanar y ser restaurada a su estado natural de paz, de unidad, de amor.