Friday, March 9, 2018

El Deseo "Personal" y El Deseo Universal

El deseo personal procede de la creencia de ser un "individuo", separado, incompleto, que a su vez, si obtiene eso que "desea" podrá entonces experimentar su "plenitud". Que no es nada más y nada menos que experimentar su paz.

El deseo universal, no obstante, no va en busca de nada ya que se reconoce a sí mismo como pleno. Solo que al experimentarse un aparente olvido, ese deseo es solo por recordar. En ese sentido, el deseo universal no es un deseo para aquirir nada del mundo, ni nada de nadie, sino para recordarse a sí mismo en todo.

El deseo personal, de nuevo, al creerse ser algo separado del todo, su deseo no es unión sino que más bien adquisición. Esa idea de adquisición solo refuerza su estado de carencia, perpetuando más y más el deseo por algo externo para sentirse pleno, ocultando más y más el recuerdo de su esencia, el recuerdo de su paz, el recuerdo de su plenitud.

Es un callejón sin salida, es un círculo vicioso. Mientras más se desea, más se obtiene. Mientras más se obtiene, más se desea. Y nunca estará satisfecho. Cuando ya no puede más, se rinde. Es ahí cuando se abre el espacio para que el recuerdo tenga lugar, y todo deseo personal desaparece en el recuerdo de su plenitud.

Esto no tiene nada que ver con la condición "humana" (creencia en la separación), pues ahí es donde el sistema de pensamientos del ego intenta apoderarse de un conocimiento como éste y trata de ponerlo en "práctica". Trata de entenderlo, inclusive, intenta explicarlo.

Ésta comprensión de la que comparto surge a raíz de una rendición total, a raíz de un soltar. Por eso es que no hay nada que "hacer".

Una vez esta comprensión tiene lugar, ni siquiera se habla de ella. Es simplemente una experiencia vivida, tal como lo que aparenta ser nuestro respirar. Nosotros no hablamos del respirar, sino que eso sucede y nosotros fluimos con ese respirar. Inhalamos y exhalamos. No le decimos a nadie que estamos inhalando y luego que estamos exhalando. Simplemente es lo que ocurre. De esa misma manera, cuando la comprensión, cuando el recuerdo de esa paz que somos se instaura en la mente, simplemente se vive.

Cuando ese deseo universal, que como compartí anteriormente, es ese recordar, se ha cumplido, lo único que queda ahora es la extensión de ese recuerdo, la extensión de esa paz. En otras palabras, la extensión de lo que ya Es.