Cuando se experimenta polaridad, deseo,
apego, juicio, condenación, en fin, miedo, es simplemente un indicativo de que
estoy identificado con el sistema de pensamientos del ego. Por consiguiente,
estoy en una relación especial. Esta no es razón para sentirse culpable ni para
merecer castigo. Lo que requiere es simplemente corrección. "Puesto que lo
único que existe es el amor, para el Espíritu Santo el pecado no es otra cosa
que un error que necesita corrección, en vez de algo perverso que merece
castigo." (Prefacio UCDM)
Por eso el curso muy amorosamente me recuerda:
"Las pruebas por las que pasas no son más que lecciones que aún no has
aprendido que vuelven a presentarse de nuevo a fin de que donde antes hiciste
una elección errónea, puedas ahora hacer una mejor y escaparte así del dolor
que te ocasionó lo que elegiste previamente." T-31.VIII.3:1
Por consiguiente, si te sientes culpable
o mal por la razón que sea, sólo recuerda estas amorosas palabras de Jesús, las
cual este absuelta inmediatamente de todo miedo, ya que has elegido la relación
santa con el espíritu Santo en tu mente: "En toda dificultad, disgusto o
confusión Cristo te llama y te dice con ternura: 'Hermano mío, elige de
nuevo'”. T-31.VIII.3:2