Tuesday, May 1, 2018

Me Cuesta Demasiado Dejar de Interpretar

Pregunta: "Hola Nick, te comento que cuando hago el perdón al reconocer de que todo esto no existe dejo de interpretar las ilusiones ya que no tiene ningún sentido interpretar y valorizar algo que es ilusorio y mi pregunta es, ¿el perdón del curso es así o yo lo estoy haciendo de una manera incorrecta? Cuando reconozco que todo es ilusorio también asumo simultáneamente todo lo que me mueve en mi interior, y entiendo que todo lo que interpreto me quita mí paz pero sino reconozco que todo es ilusorio me cuesta demasiado dejar de interpretar, espero que se entienda lo que digo y gracias!"

Comentario: El personaje "yo", aunque intelectualmente puede decir que todo es ilusorio, en realidad lo que da testimonio de que reconozco las imágenes como ilusorias es cuando dejan de tener un efecto sobre mi. Yo no puedo decir que algo es ilusorio mientras reacciono a ello. Ahora, con la practica del perdón, se  puede ir observando, que según la culpa inconsciente se va deshaciendo, los ojos continúan "viendo" as ilusiones. Los sentidos, continúan percibiendo un mundo. Solo que ya se perciben como imágenes que no tienen nada que ver conmigo como consciencia. Son solo apariciones que surgen de la nada y se disuelven en la nada, la igual que "yo". "Despierto" en la mañana de la nada, y me acuesto a  "dormir" en la noche para desaparecer en la nada.

Eso es lo que un cambio de percepción hace. Pone al "mundo" en segundo plano por así decirlo, y el amor libre de juicio, libre de condenación en un primer plano. Es como cuando vas al cine. Pones las imagines de la película en primer plano y la pantalla en segundo plano. Es por eso que reaccionas a las imágenes proyectadas como si fuesen reales. Pero  si eres consciente de que lo que tienes en frente es una pantalla en blanco, puedes entonces dejar de prestar atención fija a las imágenes, y aunque las mismas siguen estando ahí, eres consciente de la pantalla en blanco. Eso es poner ahora la pantalla en primer plano y las imagines en segundo. De esa manera, no te dejas distraer por las imagines. Y aunque el resto de los espectadores en el cine reaccionan a las imágenes, tu descansas en una paz que ninguno de los espectadores comprende.

Y para concluir con tu pregunta, cuando dices, "...me cuesta demasiado dejar de interpretar..."

En realidad es simple. Ahora mismo, observa lo que sientes, observa lo que "miras", observa lo que "escuchas", y ríndete a lo que es. Ahí te das cuenta que es simple. Solo que la mente quiere "entender", ya que le aterroriza perder el "control". Y eso es a lo que ahora te estás enfrentando. A la perdida de todo "control". Ese control que nunca tuviste, pero que creíste tenerlo. En ese sentido, en realidad no estás perdiendo nada. Estás simplemente aprendiendo a vivir de una manera diametralmente opuesta a la que estabas acostumbrada, pero que tarde o temprano ibas a tener que confrontar. Pues no se puede pasar por alto la Voluntad de Dios. Y ese sentido de perdida de control tiene que ver con el miedo a "morir" al creer que somos este cuerpo/mente. Por eso intentamos "controlar", "entender", para de alguna manera tener algún sentido de "seguridad." Pero todo eso se cae cuando somos conscientes de ser aquello que observa la experiencia en vez de la experiencia misma con la que nos hemos identificado.

Ahora, para efectos de clarificación, no podemos dejar de interpretar ya que este mundo se sostiene por una interpretación. Sin embargo, cuando el curso habla de interpretar, habla mas bien de condenar. Podemos vivir sin condenar. Eso es el equivalente de permitir que la interpretación del Espíritu Santo sustituya la nuestra. Por lo tanto, el decir que estoy escribiendo en un ordenador, es una interpretación, es un juicio. Pero si condeno este ordenador, y escribo lleno de rabia una carta o un articulo para atacar, estoy condenando. Y si lo hago es porque creo que este mundo es "real" y hay algo que tengo que decir. En ese sentido, el Espíritu Santo me apoya a re interpretar la experiencia de manera que la paz sea restaurada en la mente y deje de darle importancia a lo que me encuentre haciendo. Y en ese sentido, reconociendo primero que nada es importante, si me siento inclinado a escribir, lo que escriba saldría de un espacio donde el amor dirige las palabras. Y de nuevo, la interpretación ahora es benévola, aunque sigue siendo interpretación.