Comentario: Cuando esto que acabo de compartir de Ramesh Balsekar queda
claro, puede uno relajarse y observar como el proceso de la vida se
vive a través de uno. No soy yo quien escribe estas palabras, palabras
simplemente se escriben, y yo "aparento" ser el objeto a través del cual
las mismas se transmiten. Pero en realidad, todo esto es un ocurrir que
tiene lugar sin ninguna interferencia "mía".
Siempre y cuando cometa el error de creer que soy "yo" el que hago lo que sea que haga en esta experiencia física, no es que sea correcto o incorrecto, o que sea malo o bueno, sino que no voy a poder sino que terminar experimentando sufrimiento tarde o temprano.
Porque si hay un hacedor, y ese soy "yo", entonces habría justificación para sentirme culpable por haber hecho algo "incorrecto", de la misma manera sentirme orgulloso por haber hecho algo "correcto".
Cuando se es consciente de que uno como persona no hace nada en lo absoluto, y lo que ve es el juego de la conciencia moviendo las fichas del rompecabezas, solo ahora es simplemente observar el despliegue libre de sufrimiento, libre de culpa. Eso es paz interior. Y se podría deducir que eso es felicidad. Porque en realidad, la felicidad es paz interior en la vida cotidiana.
Y es por eso que Un Curso de Milagros nunca me ha pedido que haga nada, ni que juzgue mis experiencias, simplemente me recuerda: " El milagro llega silenciosamente a la mente que se detiene por un instante y se sumerge en la quietud." T-28.I.11:1
Es por eso que el extracto que compartí de Ramesh Balsekar finaliza con, " Una vez que la comprensión ha sucedido, realmente no necesitas palabras. No necesitas conceptos."
Siempre y cuando cometa el error de creer que soy "yo" el que hago lo que sea que haga en esta experiencia física, no es que sea correcto o incorrecto, o que sea malo o bueno, sino que no voy a poder sino que terminar experimentando sufrimiento tarde o temprano.
Porque si hay un hacedor, y ese soy "yo", entonces habría justificación para sentirme culpable por haber hecho algo "incorrecto", de la misma manera sentirme orgulloso por haber hecho algo "correcto".
Cuando se es consciente de que uno como persona no hace nada en lo absoluto, y lo que ve es el juego de la conciencia moviendo las fichas del rompecabezas, solo ahora es simplemente observar el despliegue libre de sufrimiento, libre de culpa. Eso es paz interior. Y se podría deducir que eso es felicidad. Porque en realidad, la felicidad es paz interior en la vida cotidiana.
Y es por eso que Un Curso de Milagros nunca me ha pedido que haga nada, ni que juzgue mis experiencias, simplemente me recuerda: " El milagro llega silenciosamente a la mente que se detiene por un instante y se sumerge en la quietud." T-28.I.11:1
Es por eso que el extracto que compartí de Ramesh Balsekar finaliza con, " Una vez que la comprensión ha sucedido, realmente no necesitas palabras. No necesitas conceptos."