Thursday, July 26, 2018

Todos Los Días Deberían Consagrarse A Los Milagros

Antes de entrar de lleno al comentario sobre el titulo de este escrito, la intención original fue comentar sobre el siguiente extracto del Curso: "Si no puedes oír la Voz de Dios, es porque estás eligiendo no escucharla. Pero que sí escuchas a la voz de tu ego lo demuestran tus actitudes, tus sentimientos y tu comportamiento. No obstante, eso es lo que quieres. Eso es por lo que luchas y lo que procuras proteger manteniéndote alerta." T-4.IV.1:1-4 Pero como una cosa es la intención y la otra el guion de la vida, vamos a ver como se desenvuelve este escrito.

Si prestamos atención a nuestra experiencia presente, aunque sea en ocasiones, o la mayoría del tiempo dependiendo de cuanta resistencia al amor exista en la mente, pueda que no seamos conscientes de la Voz del Espíritu Santo que siempre esta ahí. Sin embargo, con completa certeza nuestra actitud demuestra sin lugar a dudas el sistema de pensamientos con el que nos estamos identificando.

¿Qué implica esto? Que si lo que se experimenta es sufrimiento, no cabe duda que hay una identificación con el sistema de pensamientos del ego. El problema aquí, no obstante, y es la razón por la cual el Curso nos pide que mantengamos ese estado de vigilia, es que aunque creemos que el ego es la causa de nuestro sufrimiento, en realidad, es nuestro deseo por sufrir el que elige el sistema de pensamientos del ego, consciente o inconscientemente.

Es por eso que ese extracto que compartí nos dice, "...eso es lo que quieres. Eso es por lo que luchas y lo que procuras proteger manteniéndote alerta." Esta no es razón para sentirse culpable, pero sí para darse uno cuenta que si hay sufrimiento es porque a un nivel más profundo es lo que se desea, Y que el mismo poder que tiene uno para elegir el sufrimiento (sistema de pensamientos del ego) es el que tiene para retirar la atención en él. Solo que como la mente está tan acostumbrada, no por naturaleza, sino por hábito a elegir el sufrimiento (sistema de pensamientos del ego), se da por entendido que tomará un tiempo para aceptar el hecho de que su verdadera naturaleza es amor, no miedo, paz, no conflicto, dicha, no sufrimiento.

Por consiguiente, lo más provechoso que puede hacer uno mientras aparenta vivir la experiencia de tiempo y espacio, es utilizarlo para beneficio del perdón. Es por eso que hay un extracto del Curso que nos recuerda, "El propósito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar el aprendizaje." T-1.15:2-4

De hecho, el extracto completo comienza con la siguiente oración, "Todos los días deberían consagrarse a los milagros." T-1.15:1 Lo que no queremos es que el sistema de pensamientos del ego se apodere de ese extracto y lo utiliza para su beneficio. En otras palabras, no está hablando de irse por el mundo a manifestando cosas o ir cambiando nada. Ese es el concepto dual que el ego tiene sobre los milagros. El milagro del que estamos hablando es un cambio de mentalidad. Por consiguiente, todos los días deberían consagrarse a la mentalidad Recta, a el sistema de pensamientos del Espíritu Santo (a el milagro). Es así como la mente se libera de todo miedo, y en ese sentido se utiliza el tiempo de forma constructiva.

El perdón, que no es mas que observar sin interpretaciones personales ("El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada...Simplemente observa, espera y no juzga," W-pII.1.4:1..3), es la manera que puede unirse uno a la mente Recta, a la mente milagrosa, que por algo en la sección del cual saqué el extracto con el que comencé este escrito dice, "Tu mente y la mía pueden unirse para desvanecer con su luz a tu ego, liberando la fuerza de Dios para que reverbere en todo lo que hagas o pienses. No te conformes con menos, y niégate a aceptar como tu objetivo nada que no sea eso. Vigila tu mente con sumo cuidado contra cualquier creencia que se interponga en el logro de tu objetivo, y recházala." T-4.IV.8:3-5

Sin embargo, si es tan simple, ¿por qué razón se experimenta como tan difícil? Esta es la parte que al sistema de pensamientos del ego le aterroriza, y la razón por la cual hay tanta resistencia a la simple enseñanza de Un curso de Milagros. Porque para unirme a la mente de Cristo tengo que estar dispuesto a soltar la identificación que tengo con mi aparente "yo" separado. Ese sentido de un "yo" es la única razón por la que se experimenta miedo, sufrimiento. Porque el sufrimiento, cualquier pensamiento, sensación o experiencia, es simplemente un ocurrir carente de significado, completamente neutro. Para que esa experiencia sea dolorosa, o mejor dicho, se experimente como sufrimiento, tiene que haber un "yo" que se adueñe de ella. Ese es el yo que experimenta dolor y sufrimiento. La mentalidad Recta, la Verdadera Esencia ¡no experimenta absolutamente nada! salvo una paz equiánime.

Es como el cielo que observa las nubes y no las juzga. No se siente afectado por ellas, independientemente de la forma que tengan o lo que hagan. Pues el cielo sabe que es cielo y nada mas. Cuando la mente va sanando y empieza a ser consciente de su naturaleza como paz, como amor, como observadora, donde reconoce que la fuente es sí misma y no el mundo que se percibe como algo separado de ella, eso es liberación. Y Aunque en el mundo de las formas, en el mundo de la percepción aparenta haber un "yo" con un "cuerpo" interactuando con "otros cuerpos", hay una paz subyacente con la que la mente se mantiene identificada. Cuando no se desea nada, y no estoy hablando de apatía o resignación sino que porque la mente es consciente de que lo tiene todo, o para ser mas exacto, es consciente de que LO ES TODO, no hay cabida para el sufrimiento, no puede haber sensación de carencia alguna.

Volviendo al extracto compartido a principio de este escrito, nuestra actitud y comportamiento constantemente nos muestra cuán "real" para el individuo es la creencia en la carencia (separación). Y utilizando ahora el tiempo de forma constructiva, la mente es restaurada a su estado natural de plenitud. Pues recordemos, como nos dice esa misma sección del Curso, "Las depresiones proceden de una sensación de que careces de algo que deseas y no tienes. Recuerda que no careces de nada, excepto si así lo decides, y decide entonces de otra manera." T-4.IV.3:2-3

Recordemos una y otra vez que no estamos hablando de cosas en el mundo. No estamos hablando de "carencia financiera", o "carencia de salud", o "carencia de pareja", trabajo, etcétera. Este mundo objetivo que se percibe como una fragmentación de millones de objetos separados, ES LA CARENCIA MISMA. Aunque en realidad no se podría describir como que es la carencia misma sino que es la creencia en la carencia misma. La plenitud de la que estamos hablando es nuestra Verdadera Esencia. Es ese reconocimiento que somos el trasfondo que une a todas las aparentes partes separadas. La mente esta siendo restaurada a ese conocimiento y nada más.

Abierto entonces el recuerdo de que el Espíritu Santo hará Su trabajo, el cual es restaurar la mente a su estado natural de paz, amor, plenitud, dedico este y cada instante a la consagración de los Milagros, independientemente de lo que esté teniendo lugar en mi vida en cada momento afirmando lo siguiente; "Agradecido estoy en este momento de que sólo se hace la Voluntad de Dios."

Observo ahora el día desenvolverse como se vaya a desenvolver, independientemente de mis deseos o preferencias. Eso es confianza. Y solo cuando hay confianza se puede experimentar al amor de Dios, que es, y siempre ha sido, mi único sustento haya sido consciente de ello o no.