Monday, August 27, 2018

La Bendición de Sentirse Atemorizado y a Su Vez Agradecido

"Lo que es una bendición es ser capaz de sentirse atemorizado, siendo profundamente consciente de la limitación de este mecanismo cuerpo-mente individual, y entender: <<Sí, todo está yendo exactamente tal como debe ir, aunque no sea lo que a mí me gustaría.>>" -Wayne Liquorman

Comentario: En mi experiencia, y que conste que solo estoy hablando de mi experiencia, lo que me ha llevado a que esa comprensión se vaya asentando cada vez más es el deseo profundo por la verdad, por la paz, y no por nada de lo que el mundo aparente ofrecerme.

En ese sentido, reconozco que quizá este mensaje no es para las masas, no es para todo el mundo ya que generalmente, cuando lo que queremos es cambiar algo en nuestro mundo, en otras palabras, que nuestros deseos se "cumplan", creyendo que "sabemos" lo que nos hara "feliz", una rendición total a lo-que-es no aparenta ser algo muy atractivo.

Pero cuando se ha corrido lo suficiente, y la vida nos ha llevado de una experiencia, luego a otra y a otra y a otra y nos damos cuenta, por experiencia propia, no por lo que nos hayan dicho, de que cualquier experiencia del mundo no tiene la capacidad de proveernos esa verdadera paz y felicidad que tanto se busca en las experiencias del mundo, se empieza a priorizar la aceptación total de cada experiencia presente tal y como se presenta en favor a la paz interior.

Esa paz que se experimenta a raíz de ello es la única prueba que se necesita para poder mantener la mente enfocada en lo que es verdaderamente valioso (paz). En ese sentido, el mundo va poco a poco perdiendo el poder de ser distracción. Esto no implica que distracciones no dejen de tener lugar. Este mundo fenoménico es la distracción. Los opuestos, polaridades, placer y dolor, forman parte de este mundo fenoménico. De esto no existe escapatoria.

Pero si implica, que con una mente entrenada, se pueden observar como nubes pasajeras que no tienen la fuerza suficiente para desviar la mente del deseo más profundo que yace en cada uno de nosotros, el deseo por recordar nuestra realidad en Dios. Cuando está comprensión ha sido integrada, todo es regocijo, porque aunque las cosas no vayan acorde a nuestras preferencias, a un nivel más profundo se hace uno consciente de, tal como Un curso de milagros dice, “Todas las cosas obran conjuntamente para el bien (de la mente, pues ahí es donde se experimenta la paz). En esto no hay excepciones salvo a juicio del ego." T-4.V.1:1-2 Por consiguiente, ”¿qué no ibas a poder aceptar si supieses que todo cuanto sucede, todo acontecimiento, pasado, presente y por venir es amorosamente planeado por Aquel cuyo único propósito es tu bien?" W-135.18:1