Comentario: En mi experiencia, y que conste
que solo estoy hablando de mi experiencia, lo que me ha llevado a que esa
comprensión se vaya asentando cada vez más es el deseo profundo por la verdad,
por la paz, y no por nada de lo que el mundo aparente ofrecerme.
En ese
sentido, reconozco que quizá este mensaje no es para las masas, no es para todo
el mundo ya que generalmente, cuando lo que queremos es cambiar algo en nuestro
mundo, en otras palabras, que nuestros deseos se "cumplan", creyendo
que "sabemos" lo que nos hara "feliz", una rendición total
a lo-que-es no aparenta ser algo muy atractivo.
Pero cuando
se ha corrido lo suficiente, y la vida nos ha llevado de una experiencia, luego
a otra y a otra y a otra y nos damos cuenta, por experiencia propia, no por lo
que nos hayan dicho, de que cualquier experiencia del mundo no tiene la
capacidad de proveernos esa verdadera paz y felicidad que tanto se busca en las
experiencias del mundo, se empieza a priorizar la aceptación total de cada
experiencia presente tal y como se presenta en favor a la paz interior.
Esa paz que
se experimenta a raíz de ello es la única prueba que se necesita para poder
mantener la mente enfocada en lo que es verdaderamente valioso (paz). En ese
sentido, el mundo va poco a poco perdiendo el poder de ser distracción. Esto no
implica que distracciones no dejen de tener lugar. Este mundo fenoménico es la
distracción. Los opuestos, polaridades, placer y dolor, forman parte de este
mundo fenoménico. De esto no existe escapatoria.
Pero si
implica, que con una mente entrenada, se pueden observar como nubes pasajeras
que no tienen la fuerza suficiente para desviar la mente del deseo más profundo
que yace en cada uno de nosotros, el deseo por recordar nuestra realidad en
Dios. Cuando está comprensión ha sido integrada, todo es regocijo, porque
aunque las cosas no vayan acorde a nuestras preferencias, a un nivel más
profundo se hace uno consciente de, tal como Un curso de milagros dice, “Todas
las cosas obran conjuntamente para el bien (de la mente, pues ahí es donde se
experimenta la paz). En esto no hay excepciones salvo a juicio del ego."
T-4.V.1:1-2 Por consiguiente, ”¿qué no ibas a poder aceptar si supieses que
todo cuanto sucede, todo acontecimiento, pasado, presente y por venir es amorosamente
planeado por Aquel cuyo único propósito es tu bien?" W-135.18:1