"Solo te puedes condenar a ti mismo, y hacer eso te impide reconocer que eres el Hijo de Dios." T-13.I.6:4
Comentario: El Hijo de Dios solo es Uno. Para efectos de Un curso de milagros, es el equivalente a un pensamiento en la mente, que cree haberse separado de la mente. Utilizando la analogía del sueño, el sueño, no la mente que estás soñando el sueño pues esa sería Dios sino que el sueño mismo, representa el Hijo de Dios.
Dicho de otra manera, aquello que forma parte de la mente, pero que se percibe separado de ella, es el Único Hijo. Por consiguiente, siendo "tod@s" parte de la misma (Unica) Mente, "tod@s" somos el ÚNICO Hijo de Dios. Dado ese el caso, sí yo condeno a una parte de la mente tengo por consiguiente que estar condenándome a mí mismo ya que solo hay Uno.
Esa condenación lo que hace es que niega mi identidad como el Único Hijo de Dios, y por consiguiente no puedo reconocerme a Mí Mismo como lo que realmente soy, el Hijo de Dios. En ese sentido, todos mis hermanos (pensamientos que se perciben como separados de mí) constantemente me brindan la oportunidad de ver donde todavía tengo juicio hacia mí mismo. Es a eso a lo que el curso se refiere cuando dice que mis hermanos son mi salvadores.
"Padre, me diste todos Tus Hijos para que fuesen mis salvadores y mis consejeros de visión; los heraldos de Tu santa Voz. En ellos Tú te ves reflejado y en ellos Cristo me contempla desde mi Ser. No permitas que Tu Hijo se olvide de Tu santo Nombre. No permitas que Tu Hijo se olvide de su santo Origen. No permitas que Tu Hijo se olvide de que su nombre es el Tuyo." W-pII.266.1:1-5