Comentario: Dios nunca se separó de Si Mismo porque la separación en
realidad NUNCA OCURRIÓ.
Esa misma pregunta la aborda Jesús en la
Biblia al igual que en Un curso de milagros utilizando la analogía del hijo
pródigo. El hijo pródigo goza de los privilegios del Padre (unidad, plenitud).
Pero al elegir separarse de su Padre y crear su propio mundo experimenta su
propio sufrimiento (separación, escasez). Y todo lo que tiene que hacer para
gozar de los privilegios del Padre es regresar a casa. Pero en realidad Jesús
utilizaba la historia como analogía, no como un hecho real. La analogía era
para que seamos conscientes de que Padre e Hijo gozan de los mismos privilegios
(son Uno y lo Mismo). Pero la experiencia humana da testimonio de que el hijo
se ha "separado" del Padre. Y Lo que Cristo nos exhorta una y otra
vez, no es a hacernos preguntas de por qué estamos experimentándonos separados
del Padre, ya sea por elección personal o la del Él.
Y el problema con esa pregunta que
constantemente estudiantes del Curso se hacen, es que asume que la separación
de Dios ocurrió, y ahora la pregunta se convierte en una afirmación que
corrobora la creencia de que la separación de Dios es nuestra realidad.
Sin embargo, a través de todo el Curso se hace constante
referencia de que esta experiencia física es un sueño.
"El sueño del mundo no es sino una
parte de tu propio sueño de la que te desprendiste y luego viste como si fuese
el principio y el final del tuyo. No obstante, lo que dio comienzo al sueño del
mundo fue tu propio sueño secreto, lo cual no percibes, si bien es lo que causó
la parte que ves, de cuya realidad no dudas. ¿Cómo podrías dudar de ello si aún
estás dormido, soñando en secreto que su causa es real?" T-VII.11:6-8
"Pues no reaccionarías en absoluto
ante las figuras de un sueño si supieses que eres tú el que lo está soñando. No
importa cuán odiosas y cuán depravadas sean, no podrían tener efectos sobre ti
a no ser que no te dieses cuenta de que se trata tan sólo de tu propio
sueño." T-27.VIII.10:5-6
"Y de esta manera aprenderás de Él
cómo reemplazar tu sueño de separación por el hecho innegable de la unidad.
Pues la separación no es otra cosa que la negación de la unión, y si se
interpreta correctamente, da testimonio de tu eterno conocimiento de que la
unión es verdad. T-12.I.10:5-6
Y puedo continuar citando una y otra vez
el hecho de que Un curso de milagros constantemente nos recuerda que esta
experiencia física ¡NO ES NUESTRA REALIDAD!. Pero como eso es lo que parece, el
curso entonces nos ofrece una herramienta, el perdón, para que la mente vaya
poco a poco desvinculando la posición fija que tiene al sueño y empiece a ser
consciente de que su realidad trasciende esta experiencia.
Pero para la mente que se encuentra tan
identificada con esta experiencia, el Espíritu Santo sabe que preguntas como la
que estamos abordando aquí imposibilita la posibilidad de que la mente pueda
desvincularse de la identidad como ser humano con la que se ha identificado. Es
por eso que en la Clarificación de términos del Curso se nos dice, "El ego
exigirá muchas respuestas que este curso no provee. EI curso no reconoce como
preguntas aquellas que sólo tienen la apariencia de preguntas, pero que son
imposibles de contestar. El ego puede preguntar: "¿Cómo sucedió lo
imposible?", ¿A qué le ocurrió lo imposible?", y lo puede preguntar
de muchas maneras. Mas no hay una respuesta para ello; sólo una experiencia.
Busca sólo ésta y no permitas que la teología te retrase." C-In.4:1-5
Lo que esto implica es que si queremos
despertar de este sueño, si deseamos la paz verdadera, tenemos que empezar a
utilizar la herramienta que se nos provee, dejando a un lado preguntas que de
por si están diseñadas para sostener la imagen que tenemos sobre nosotros. Es
como cuando estás durmiendo y sueñas. Las conversaciones y preguntas que tengan
lugar dentro del sueño entre personajes son completamente irrelevantes. Por eso
el Curso nos dice, “Las respuestas que el mundo ofrece no hacen sino suscitar
otra pregunta, si bien dejan la primera sin contestar”. T-27.IV.7:4
Todo lo que el sueño hace es mantener a
la mente distraída de su realidad, la cual es mente soñando. Y las figuras del
sueño, al igual que el sueño mismos, no son reales. Poner la atención en el
sueño, independientemente de cuan "real" aparente ser, independientemente
de cuan filosóficas sean sus conversaciones, independientemente de cuan
"ingeniosas" o "espirituales" sean sus respuestas, ¡ES UNA
COMPLETA PERDIDA DE TIEMPO!.
¿Por qué no mejor poner TODO el enfoque
en perdonar? Eso por lo menos nos lleva a vivir esta experiencia física en paz
hasta que el cuerpo se deje a un lado. ¡Eso es lo ÚNICO práctico!. Por eso cito
la parte mas importante del extracto de la Clarificación de términos que
compartí, "Mas no hay una respuesta
para ello; sólo una experiencia. BUSCA SÓLO ÉSTA y no permitas que la teología
te retrase." C-In.4:4-5
No obstante, si perdonar es todo lo que
necesito hacer, ¿cuál es el miedo a ponerlo en practica? La respuesta es,
tenemos tanto miedo a soltar nuestra identidad, que preferimos sostenerla y
hacer todo tipo de preguntas, que "aparentan" como que queremos la
verdad, pero en realidad no es eso lo que realmente se desea. Aun así, el deseo
inherente en nuestro corazón por regresar al Padre sigue latente. Y llegará el
momento en el que el llamado no podrá ser ignorado. Pueda que tome tiempo, pero
es inevitable. Por eso siempre cito estos dos extractos del Curso:
"La resistencia al dolor puede ser
grande, pero no es ilimitada. A la larga, todo el mundo empieza a reconocer,
por muy vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor,” T-2.III.3:5-6
“Si quieres ser como yo, te ayudaré, pues
sé que somos iguales. Si quieres ser diferente, aguardaré hasta que cambies de
parecer." T-8.IV.6:3-4
Ese miedo a perdonar, ese miedo a
regresar al Padre, que se basa en la culpa inconsciente de creer que Dios nos
va a castigar por "supuestamente" habernos separado de Él, que
volviendo a la analogía del hijo prodigo, su miedo a ser castigado por su Padre
al haberle "abandonado", es lo que el Espíritu Santo erradica. Y
cuando ese miedo haya sido reemplazado por el deseo profundo de amar,
inmediatamente nos damos cuenta de que éste mundo no tiene ningún valor para
nosotros. ¿Cómo seria posible que un mundo de separación puédese ser mas
valioso que el mundo de la unidad? ¿Cómo es posible que un mundo diseñado para
la escasez, la lucha, el sufrimiento, pueda ser mas valioso que el mundo de la
plenitud, del amor, de la verdadera felicidad?
Cuando esa comprensión empieza a
apoderarse de la mente, no vamos sino que a querer regresar al Padre, y todo el
enfoque ahora es dedicado a lo que verdaderamente es importante, perdonar, para
así experimentar la paz de Dios.