Una mente en paz no es una mente libre de pensamientos. Es una mente que no se identifica con los pensamientos como suyos. Para la mente identificarse con algún pensamiento necesita fabricar una historia. Si no se fabrica una historia alrededor de ningún pensamiento, al igual que nubes pasajeras, continúan su rumbo mientras la mente se mantiene ecuánime.
En ese sentido, la práctica no es intentar
ni controlar pensamientos ni cambiar pensamientos, simplemente permitirles ser
y en ese sentido la mente no experimenta conflicto.
Entonces, ¿por qué esto que se ve tan
simple, es tan difícil de ponerlo en práctica? Porque para que la mente pueda
asumir la posición de observadora no puede haber una identificación con un
"yo" personal que se quiere adueñar de esos pensamientos.
En otras palabras, una cosa es decir
"yo pienso esto o lo otro", que observar pasivamente pensamientos que
están teniendo lugar. Es así como se vacía la mente de contenido (significado),
no de pensamientos.
Intentar que la mente deje de pensar
simplemente crea frustración. Pero una aceptación total permite que los
pensamientos continúen su rumbo mientras la mente se mantiene en paz.
Ese es el "secreto" para una
mente tranquila y sosegada. Se pueden hacer todo tipo de prácticas, solo que
quien las hace es la mente misma para alcanzar un objetivo, paz. No obstante,
sigue habiendo una identificación con un "yo". Y aunque alguna de
esas prácticas nos brinden un momento de tranquilidad, lo que permite que la
mente experimente paz permanente y no temporal es la ausencia de juicio, la
ausencia de significado a cualquier pensamiento que surja en ella.
Cuando la gente dice, "quiero
tranquilizar mi mente", es porque están en guerra con ella. Es como querer
que el niño se calle mientras se le grita. Es por eso que, "El perdón, en
cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada. No ofende ningún aspecto de la
realidad ni busca tergiversarla para que adquiera apariencias que a él le
gusten. Simplemente observa, espera y no juzga." W-pII.1.1.4:1-3
Y que por favor no se malinterprete lo que
acabo de decir. No estoy insinuando que ninguna práctica sea incorrecta. Todas
las prácticas sirven para el proceso según donde se encuentre cada persona. En
mi caso, prácticas como meditación me sirvieron mucho pero no me daban la paz
permanente que yo estaba buscando. Intenté "controlar" mis
pensamientos siendo "positivo", intenté hacer muchas cosas hasta que
finalmente estaba listo para una rendición y una aceptación total a lo que es.
Solo que para efectos de esta reflexión,
he observado que la mente nunca deja de pensar. Que no controlo los
pensamientos que surgen en ella. Sin embargo, lo que observo es que al no
juzgarlos, al no identificarme con ellos, hay una paz que naturalmente tiene
lugar sin yo necesitar hacer nada al respecto.
Por consiguiente, donde pongo el enfoque a
diario no es en intentar estar en paz, sino que observar como la mente
condicionada tiende a identificarse con historias que fabrica. Y cuando lo
llevo a la raíz, el único problema es que hay una identificación con un
"yo".
Ese es el "yo" que alimenta los
pensamientos a raíz de alguna fantasía, a raíz de algún deseo, y sin embargo
cuándo reconozco eso y me rindo a lo que es, me entrego, ahí es donde la mente
restaura su cordura, sin un "yo" teniendo que hacer nada al respecto.
Los pensamientos podrán seguir el tiempo
que tengan que seguir, pero lo que se cae es el sufrimiento. ¿Que es el
sufrimiento? La historia que la mente fábrica alrededor de cualquier
pensamiento. Y si se observa la mente fabricando historias sobre cualquier
pensamiento, me rindo en total aceptación de que eso es lo que ocurre. Así es
como la mente deja de experimentar resistencia, y la Sabiduría Universal hace
Su trabajo sin interferencia de un "yo".
En un principio, como práctica, esto puede
aparentar ser extremadamente abrumador y difícil. Pero es simplemente que la
mente se está re condicionando poco a poco dado a la fuerte identificación que
hay con un " yo". Por eso es que el perdón no hace nada, simplemente
observa y no juzga.
En mi experiencia, lo que motiva hacer
este trabajo es un deseo profundo por la paz interior. Por eso Un Curso de
Milagros me recuerdas, "El conocimiento no es motivación para aprender
este curso. La paz no es." T-8.in.1-2
De lo contrario, siempre va a haber una
identificación con el "yo" y la mente se va a ir en pos de la
búsqueda del placer. Querrá poner la meditación en práctica o el perdón en
práctica cuando siente dolor. Pero el momento que la mente se "tranquiliza",
inmediatamente surge el deseo por una experiencia placentera y va
inmediatamente en busca de ella.
Por eso reconozco que para esto uno
necesita estar listo. Eso ocurrirá espontáneamente según el plan ya
preestablecido para cada cual en su guión. Para el que ya esté listo estas
palabras harán perfecto sentido. Para el que no está listo, pero las está
leyendo, la mente poco a poco ya está empezando a abrir el camino.