Thursday, February 14, 2019

¿Cómo Rendirse Uno A La Vida?

Pregunta: “Buenos días Nick, En cada meditación veo que estoy aferrada al control y en el miedo, a pesar de que mi mente= conocimiento y no certeza sabe que el control es una ilusión.  Cada mañana le pido al Mi Ser, al Amor que me muestre como rendirme a la vida, al Amor que Soy y veo que a pesar de quererlo hay resistencia a hacerlo y que además no se hacerlo, ni sé escuchar al Amor. ¿Cómo rendirse uno a la Vida? Un abrazo y muchas muchas GRACIAS por tu Bloc, tus vídeos, tu Presencia....tu entrega y Amor BENDICIONES”

Comentario: El problema no es rendirse la vida, el problema es el “cómo”. En otras palabras, rendirse a la vida es la aceptación total de este momento. Es lo-que-es. El “cómo”, que ahí es donde surge la pregunta, es que ese que pregunta “cómo rendirse la vida” es el problema.

A lo que voy es, ese que pregunta cómo rendirse a la vida, ese es el obstáculo. Por ejemplo, dices, “Cada mañana le pido al Mi Ser, al Amor que me muestre cómo rendirme a la vida,…” Ese que le pregunta a “su ser” es el ego mismo. ¿Ves que curiosa la trampa?

Es toda una paradoja. Para experimentar el despertar tengo que dejar de desearlo. Para experimentar la paz tengo que dejar de desearla. Para experimentar la felicidad tengo que dejar de desear.

Y sin embargo se nos dice, y yo lo he dicho muchas veces sólo que desde otro contexto, que lo más importante es desear la paz de Dios. Pero como las palabras son tan limitadas aparenta como que me estoy contradiciendo. Pero a lo que le estoy hablando NO ES al personaje. Le estoy hablando a la mente que sueña personaje "yo". El mensaje va dirigido a la mente que suene el personaje. En mi caso, yo no me levanto por las mañanas pidiéndole al Ser o al amor que me muestre cómo rendirme a la vida.

Simplemente en silencio, siento éstas palabras; "hoy se hace en mí Su Voluntad." De ahí en adelante confío en lo que esté teniendo lugar en cada momento. Observó los pensamientos que surgen, observo las historias que la mente constantemente fábrica, observo las interacciones que tengo con el mundo, observó los miedos que puedan surgir, observó los deseos que puedan surgir, y me rindo a todo eso. Que es lo mismo que decir, lo entrego al Origen. Eso es todo lo que hago.

Lo que hace este proceso tan difícil, y me imagino que es por eso que surge tu pregunta, es que no estamos acostumbrados a sentir los sentimientos que surgen. Creámoslo o no, no tenemos problema lidiando con pensamientos ni circunstancias. Solo que en el momento que el sentimiento surge, ahí es donde se pone dificultosa la práctica. Por eso escuché una vez decir, imagínate la catástrofe más horrorosa que pudiese tener lugar en tu vida, sólo que no hubiese un sentimiento alrededor de ella, ¿sería entonces eso para tí un problema? La respuesta es obvia; no.

Pues lo que estamos aprendiendo ahora, es adentrarnos profundamente en cada uno de nuestros sentimientos. En vez de huir de ellos, esta vez permitimos que nos atraviesen. Pero para que eso tenga lugar necesitamos identificarnos con el sistema de pensamiento del Espíritu Santo (Mente Recta, Mente Cuerda, Sabiduría Interna, Silencio, etc.). De lo contrario será imposible. Porque con el sistema de pensamiento del ego el terror sería tan grande que no podríamos afrontar el sentimiento.

De hecho, eso es lo que lleva a que en ocasiones extremas algunas personas se suiciden. No el sentimiento en sí. Sino que la historia que la gente se cuenta alrededor de él. Por lo tanto, identificarse con el sistema de pensamiento del Espíritu Santo es muy simple. Podría citar cientos y cientos de extractos del Curso de cómo hacer eso. Pero siempre me he sentido a elegir el mismo porque siento que aplicado de corazón resume la práctica del Curso en su totalidad. Y ese es el siguiente; “Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada (cuando me encuentro interpretando, juzgando, sintiendo), afirma lo siguiente: No conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora." T-14.XI.6:6-9

Tú estás emprendiendo un camino diametralmente opuesto a todos los que has seguido en el pasado. Este es un camino que no te lleva a evadir nada. Todo lo contrario, te lleva a afrontarlo todo. A que mires los miedos de frente. No para asustarte, sino para que puedas tener la experiencia directa de que todos esos miedos son falsos, eran fabricaciones mentales que te las creíste.

Cuando permites que el Espíritu Santo (Sabiduría Interna, Esencia, Dios, Jesus, Krishna, Buda, como le quieras llamar) comparta Su visión de cómo mirar todos y cada uno de los miedos, no podrás sino que terminar riéndote. Esto me recuerda el siguiente extracto del Curso cuando nos dice, “Él te exhorta a que lleves todo efecto temible (tus interpretaciones de lo que sientes y de lo que piensas) ante Él para que juntos miréis su descabellada causa y os riáis juntos por un rato (pues reconoces su irrealidad). Tú juzgas los efectos (lo que piensas y lo que sientes), pero Él ha juzgado su causa (la mente que los proyecta). Y mediante Su juicio se eliminan los efectos.” T.VIII.9:1-5

Por lo tanto, no hay respuesta a tu pregunta. Lo que hay es un deseo profundo en ti por dejar de sufrir. Y eso no ocurre a raíz de una contestación intelectual. Ocurre a raíz de una rendición total. Una rendición total en la que no hay preguntas, sólo aceptación total de lo-que-es. Mi vida es una rendida a cada momento. No sé lo que el futuro depara para mí. No sé la decisión que voy a tomar en cada instante. O mejor dicho, la decisión que se tomará a través de mí en cada instante. Ahora es escribir estas palabras. Ya veremos qué sucederá después. Pero sea lo que sea que tenga lugar en mi vida, es lo mejor que me puede ocurrir. Eso para mí, es rendirse a la vida.