Monday, March 11, 2019

El Deseo Más Profundo…Investígalo


El deseo más profundo de todo ser humano, creámoslo o no, es aprender a estar en paz con lo-que-es. Observemos que no dije estar en paz con lo-que-es, dije, APRENDER a estar en paz con lo-que-es. Porque todo lo que hemos aprendido es a intentar controlar, manipular, cambiar nuestras circunstancias para "entonces" poder estar en paz. Y eso es poner la carreta en frente al caballo.

En un principio, aprender a estar en paz con lo-que-es se experimenta como una tarea tan difícil dado que la mente está tan condicionada a intentar “controlarlo” todo, creyendo que de esa manera va a experimentar “seguridad”. Pero después de tantos años intentando controlar la vida y encontrándose una y otra vez con la constante frustración de que las cosas irán como tengan que ir, es que generalmente, aunque no siempre, se empieza un proceso de rendición, y comienza la búsqueda "espiritual", la búsqueda de contestaciones, la búsqueda del sentido de la vida.

En un principio, esto tiende a experimentarse como un sacrificio, surge un desanimo, la experiencia de vida se experimenta como apática. Pero este periodo temporal tiene lugar mientras se está empezando a desarrollar la confianza en la vida. Sólo que la confianza en la vida de la que estamos hablando no tiene nada que ver con la manifestación de deseos personales, no tiene nada que ver con que sueños se cumplan, no tiene nada que ver con que nada en el mundo cambie para que de alguna manera altere mi estilo de vida. Más bien tiene que ver con un estado de paz que arropa nuestra mente en la que dulcemente podemos descansar.

Paradójicamente, cuando hay confianza en la vida, al estar en paz con lo-que-es, nos abrimos a la experiencia de, no sólo nos sentimos plenos, sino que nos sentimos seguros. Seguros de que la vida nos apoya y nos atiende. Seguros de que hay un amor que nos sostienen, libre de preocupaciones sobre el futuro al igual que libre de culpa sobre un pasado. Bajo esta nueva comprensión surge un gran descubrimiento: que eso de estar bien con lo-que-es está directamente relacionado con vivir el momento presente.

No estar bien con lo-que-es implica un constante rechazo al momento presente. Y vivir el momento presente da lugar, no a una vida apática, no a una vida aburrida. Todo lo contrario. Da lugar a una vida ¡excitante! Que no implica lleno de adrenalina ni ansiedad o excitación. Hablo de del verdadero disfrute de la vida, en la que las cosas se hacen por el gozo de hacerse, sin agenda ninguna. Como el niño que juega por el disfrute de jugar, sin compararse con nadie, comparte sus juguetes, busca otros niños con quién jugar, no con quien competir.

Pero ese rechazo al momento presente, que es el único momento que hay, es lo que da lugar a llevar la atención hacia un futuro “mejor”. Es la zanahoria que constantemente se persigue, que, al implicar un futuro, abre un espacio en la mente para que surja la preocupación. Dicho de otra manera, ese pensamiento sobre ese futuro “mejor” surge en el momento presente, y es lo que hace que el presente se experimente como preocupante.

Lo mismo sucede con un pensamiento sobre el pasado, que abre un espacio para que la culpa también pueda tener lugar. Entonces el momento presente, que, de nuevo, es el único que hay, se tiñe de culpa y preocupación, que no son más que pensamientos y ¡no hechos!

No te estoy pidiendo que creas estas palabras. Te pido que las pongas a prueba ahora mismo. Trae a tu mente ahora mismo un pensamiento preocupante. Hazte luego la siguiente pregunta, ¿cuáles son los hechos ahora mismo? Los hechos son que estás leyendo estas palabras, y que eso de lo que te estás preocupando no está teniendo lugar ahora. Lo que está teniendo lugar ahora, es que, si la mente está pensando un pensamiento futuro, y se lo está creyendo, está viviendo el ahora lleno de preocupación. Lo mismo con el pasado, que es sólo un pensamiento de un suceso, que, aunque decimos que “ocurrió”, por eso le llamamos pasado, ahora mismo no está aquí. Sin embargo, se experimenta la culpa en este momento presente sobre un pasado ¡que no existe!

La gente quiere ser feliz a raíz de rechazar su experiencia presente en pos a su concepto de lo que ser feliz es. Porque creen que ser feliz tiene que ver con una sensación, con una postura en función a lo que han aprendido. Pero la felicidad, que es la experiencia presente libre de conceptos, está constantemente siendo vivida.

De nuevo, hagamos una investigación. Me podrías preguntar, ¿cómo es posible que ahora mismo pueda ser feliz si me siento triste? Y yo te digo, deja de etiquetar la emoción que estás experimentando como triste ¿y qué es lo que queda? No me podrás dar una respuesta dado que ahora estás viviendo la experiencia presente, esa misma emoción o sentimiento libre de etiquetas. Suelta ahora la creencia de lo que tú crees la felicidad es. Si juntas las piezas del rompecabezas, se puede deducir que si tu esencia es felicidad, al soltar la etiqueta de lo que la felicidad es, y simultáneamente dejas de etiquetar tu experiencia presente como “tristeza”, de nuevo, al tu esencia ser felicidad, no puedes sino que ¡ahora mismo ser feliz!

Y de nuevo, esa sensación que le llamabas tristeza es ahora solo una sensación. Nada mas y nada menos. Así es como puede uno estar en paz con lo que venga, con la sensación que surja. Y si uno está en paz sintiendo lo que esté sintiendo, pensando lo que esté pensando, ¡ESO ES SER FELIZ!

Si puedes poner en práctica este ejercicio, tarde o temprano descubrirás que no puedes, sino que ser feliz siempre. No importa lo que ocurra, no importa lo que sientas, pase lo que pase, no puedes dejar de ser tu esencia, que es felicidad. No te pido te creas nada de lo que estoy diciendo. Simplemente investígalo.