Wednesday, August 28, 2019

Tomando Total y Completa Responsabilidad


Cuando la gente se siente dirigida a mí, ya sea en conferencias o alguna consulta privada para compartirme sus inquietudes, y se encuentran culpando a algo o alguien para justificar su manera de sentir, inmediatamente tomó conciencia de que lo único que tengo que hacer es redirigir su atención para que el trabajo interno pueda tener lugar, si es que la persona está lista. En muchas ocasiones solo me cayo y escucho porque reconozco que hay mucha resistencia. Y aunque soy consciente de que no hay un “yo” que hace el trabajo, escribo estás palabras como si de alguna manera fuese así. Es simplemente parte del juego. Habiendo dicho eso, continúo.

Utilizándome como ejemplo, cualquier movimiento interno que sienta, llámesele resentimiento, enfado, odio, y sólo voy a elegir sensaciones no placenteras para este escrito, son simplemente indicadores que están mostrando cómo me siento conmigo mismo.

Al no ser consciente de ello, la tendencia inmediata es de proyectársele a algunas personas o a situaciones, así escondo mi propia molestia conmigo mismo y la justifico culpando a un "algo" o a un "otro".

Para poder ser liberado de ese miedo que tiene la forma de odio, ira, resentimiento, etcétera, primero tengo que tomar ¡total y completa! responsabilidad de que eso que estoy sintiendo no tiene nada que ver con nada ni con nadie. Eso es lo que está en mi. Y OJO, tomar responsabilidad NO ES culparme. Es simplemente dejar de proyectar mi propio malestar hacia un "algo" o hacia un "otro". Es sólo eso.

Una vez tomada esa responsabilidad es que estoy preparado para permitir ser liberado. Y no soy "yo" quien me liberó. Es la Sabiduría Interna la que hace el trabajo. Ahí es donde tiene lugar el cambio de mentalidad. Y para que ese trabajo tenga lugar, necesito "yo" (cualquiera que sea la justificación lógica) salirme del medio.

¿Cómo me salgo del medio? Simple. No dije que sea fácil, pero sí, hago hincapié en que es muy simple: Recordando que sea lo que sea que piense o sienta, que no conozco el significado de nada, incluido de lo que pienso ni de lo que siento.

Esas palabras, dichas de todo corazón, es lo que se le conoce como "la pequeña dosis de buena voluntad". De aquí en adelante es cuestión de confiar en el proceso. Y si a raíz de esa total y honesta entrega necesito algún recurso "externo" que me sirva de apoyo (libro o articulo que leer, persona con quien hablar, conferencia  o taller a que asistir, etcétera), la vida misma mi dirigirá en esa dirección, o pondrá en mi camino lo que sea que necesite para recordar, una y otra vez, que, independientemente de lo que el personaje "yo" piense o sienta, que su realidad es amor.

#nickarandes