Sunday, November 24, 2019

¿Es La Coherencia Posible Como Ser Humano?

Este es un tema muy delicado para mí. En ciertos aspectos de mi vida me he sentido incoherente. Suena muy bien la idea de poder ser coherente, y aunque tenía la teoría clara, porque inclusive, podía dar una charla y quizás hablar sobre ello, seguía observando como había incoherencia en mi comportamiento. Siento que vale la pena explorar esto porque sin darse uno cuenta podría ser una fuente que genere culpa.

Esto que voy a compartir se aborda, no desde la típica psicología, ni desde el comportamiento humano, sino que desde la filosofía no-dual que apunta hacia la unidad y no la separación. No utilizo este escrito para defender un punto de vista ni para asumir que tengas razón. Simplemente estoy observando esta inspiración que ha surgido a través de “mi” confiando en que la vida tiene alguna razón por la cual me inspira a escribir.

Entonces, ¿es posible que un ser humano sea coherente? La respuesta es que sí, solo que hay un pequeño detalle, y es que el ser humano, de por sí, es imperfecto. Es una proyección de una mente, y es esa mente la que le proyecta a ese “ser humano” su condicionamiento.

Hay personas que quizá aparenta haber “superado” su incoherencia, o simplemente en su guion toca que fuesen coherentes, o por lo menos eso pueda parecer. Entonces dan seminarios y venden libros de cómo poder ser tan “coherentes” como ellos. Me acuerdo que mientras yo formé parte del mundo de autoayuda las tarimas estaban repletas de gente adinerada que intentaban enseñarles a otros como generar tanto dinero como ellos, solo que no era consciente de que en su guion les tocaba generar dinero. Pero si en el mío no tocaba generar dinero, no importa cuantos seminarios atienda o cuantas veces los escuche, sólo voy a terminar corriendo en círculos hasta quedarme yo sin dinero. Es por eso que se dice que lo que está para ti aunque te quites y lo que no está para ti aunque te pongas.

Volviendo al tema de la incoherencia, aunque leía, entendía, y ponía en práctica sus planteamientos, observaba como había incoherencia en mi. Y de nuevo, me sentía culpable. Hasta que la vida me llevó entender qué la culpa que sentía no tenía nada que ver con que fuese o no incoherente. La culpa que sentía tenía que ver por creer que soy un cuerpo separado de la Fuente. Entonces, en vez de buscar cómo arreglar mi incoherencia, empecé a poner toda mi atención en el deseo por la Verdad.

En un principio la experiencia se experimenta como muy dolorosa porque aunque por un lado deseaba la Verdad, no quería soltar mi identificación con el personaje que cree que puede arreglar su comportamiento, porque obviamente todavía desea el mundo y sus placeres. Según se ha ido asentando el hecho de que “yo” no soy quien vivo, sino que soy un instrumento a través del cual la vida me vive, he ido dejando de prestar atención a mi comportamiento y a poner mas el enfoque en mi paz interior.

A raíz de eso, algo curioso empezó a tener lugar. Dejé de sentirme culpable por en ocasiones experimentarme incoherente. Empecé a aceptarme como incoherente y a no pretender ser otra cosa. Curiosamente, eso me ha llevado a relacionarme con otras personas con total honestidad. Total honestidad implica, soy incoherente, pero a su vez no soy mi comportamiento. Soy exactamente lo que tú eres, somos amor, somos unidad.

Sólo que tú tendrás tus incoherencias y yo tendré las mías. No necesito arreglarte ni necesito arreglarme porque no deseo nada de ti, ni siquiera nada de mi. Eso es poner toda la atención en la causa (mente), y no enfocar en los efectos, cuerpos. Un sabio no se siente culpable por sentirse incoherente. Simplemente acepta su condicionamiento y se encuentra en paz consigo mismo. Lo curioso del caso es, por esa razón el sabio también acepta el acondicionamiento de todos y no intenta cambiarlos porque sabe que ese condicionamiento forma parte del plan del amor mismo.

Si la conciencia (amor) quiere que ese ser humano sea incoherente, pues así será. Y mi función no es hacerlo sentir culpable mostrándole lo “coherente” que “yo” aparento ser simplemente porque así toque en mi guion. Sino aceptarlo con amor y compasión mientras permito que se me recuerda que él no es ese “cuerpo” ni yo tampoco soy este cuerpo que me he creído ser. Por eso Byron Katie decía: “Yo confío en todo el mundo y por eso no estoy en conflicto con nadie. Yo confío en que me van a mentir, me van a traicionar, me van a juzgar…” Porque el ser humano, siendo una marioneta, se comportará tal y como está programado para comportarse. Si deseo estar en paz con ello, necesito un cambio de mentalidad, no de comportamiento. Ese comportamiento que refleja Verdadera paz surge a raíz de desear la Verdad sobre las ilusiones.

El personaje Nick Arandes que ahora mismo se encuentra escribiendo estas palabras le da igual si es incoherente o no porque sabe que es sólo un comportamiento que no tiene que ver conmigo como Ser. Y por eso no tengo intención ninguna en “arreglarme”, ni de “arreglarte” aunque en la superficie se puede ver que hago mi trabajo de perdón, lo cual puede ser conducente a un cambio en mi comportamiento.

Eso es lo paradójico. No tengo intención de "arreglarme", y sin embargo, a través de mí surge el deseo de perdonar para experimentar paz, que se podría interpretar como que estoy haciendo algo para cambiar el condicionamiento.

Lo que tengo claro es que si se supone que cambie algo en mi, la conciencia que me proyectó se encargará de ello. Si se supone que algo cambie en ti, la conciencia que te proyectó se encargará de ello. Eso, una vez más, erradica la culpa.

¿Eso implica que hay algo malo o incorrecto con gente que quiera hablar sobre ese tema y apoyar a otros a que un cambio ocurra en ellos? No, eso no es lo que quiero decir. Lo que cada persona haga o deje de hacer forma parte del guion de esa persona. Algunos están programados para apoyar a otros con cosas que son muy del mundo como parte del proceso de sanación de la misma manera que otras están programadas para hablar de temas ya mas abstractos como la no-dualidad. Son todos escalones necesarios.

REPITO: Este escrito solo enfocaba en ser conscientes de cuan fácil se cuela la culpa cuando queremos intentar “arreglar” el personaje porque toda la atención va al personaje y el personaje no es lo que Soy. Y como el personaje no es lo que Soy, no necesito poner mi atención ahí para que un cambio tenga lugar. Solo necesito mantener la atención en la Fuente (el recuerdo de la Verdad en la mente), donde lo que hay es unidad. A raíz de ello, si un cambio es necesario, sucede automáticamente. Es por eso que no tengo que hacer nada. Por eso, a final de cuentas, la pregunta es: ¿Qué es lo que realmente deseo, la Verdad o las ilusiones? Y eso, ya está decidido en el guion, por lo que si todavía alguien desea las ilusiones, no hay que sentirse culpable por ello. Es lo que toca, hasta que la mente empiece a elegir la Verdad sobre lo falso. Así que, no eres ni “coherente” ni “incoherente”. Eres el Santo Hijo de Dios INOCENTE.

#nickarandes