Pregunta: “Nick, estoy en el hospital haciéndome pruebas antes de que me hagan la operación de cirugía estética. Pero dos inquietudes están surgiendo: una es que yo sé que mi mamá va a sufrir por mucho tiempo por haberme hecho esta operación y siento mucha culpa por ello. Y también, aunque esto es sólo una operación de cirugía estética dónde los médicos me dicen que no hay ningún peligro, hay otra parte de mí que tiene miedo a que pueda morir.”
Comentario: Miremos primero la culpa que sientes por lo
de tu mama y luego el miedo a morir. Tú no sientes culpa por lo que tú sabes
que ella va a sentir cuando te hagas la operación. Tú sientes culpa por lo que
tú crees que “sabes” que ella va a sentir. La realidad es que tú no sabes nada.
Pero la culpa se genera porque ya la mente ha fabricado una idea de lo que cree
que va a ocurrir en función a que tú estás mirando a tu mamá a través de los
ojos del pasado. Por eso es que nosotros nunca vemos quien tenemos en frente.
Nosotros estamos constantemente usando el pasado como referencia para
acordarnos de cómo creemos que esa persona es, y en función a eso es que
creemos que sabemos quien es esa persona que tenemos en frente.
Toda expectativa surge al querer que las cosas, en este
caso la persona, sea tal como la imaginamos, en otras palabras, tal como la
recordamos. Es por eso que cuando hay un resentimiento, una sensación negativa
hacia alguien es tan difícil poder ver a esa persona como realmente es,
inocente y libre de culpa. Los niños por ejemplo tienen ese regalo de perdonar
porque la mente no se ha condicionado todavía a asociar sensaciones con
justificaciones aprendidas. Se enfadan con su amiguito y en 15 minutos o menos
continúan jugando como si nada hubiese ocurrido.
Volviendo al tema de tu mama, la realidad es que una vez
que te hagan la operación seguramente ella se da cuenta y dice, “bueno, pues se
hizo la operación y no hay nada que se pueda hacer al respecto”. Presta
atención a eso pues ahí está tu lección de perdón. Repito, sientes culpa ahora
mismo porque ya tu mente ha fabricado una idea de lo que crees que va a tener
lugar. Y de nuevo, eso no lo sabemos. Quizás eso que ella decía que siente era
para que no te hicieras la operación. Pero una vez que te operas, y no tiene mas
opción salvo que aceptarlo, puede que no sufra porque no tiene sentido. Su
berrinche no le sirvió de nada. Así que, por ese lado te puedes quitar ese peso
de encima. Pero la lección es la misma. El problema no es lo que crees que tu
mamá vaya a sentir o no porque no lo sabes. Es que tu mente está fabricando una
historia que te estás creyendo sobre un futuro que no ha tenido lugar, y es ahí
donde tienes que recordar que no sabes absolutamente nada. Eso te brinda paz en
este instante.
Vamos ahora a tu segunda inquietud. Dices que tienes
miedo porque puedas morir. Pero de donde surge ese miedo sino de la creencia de
que eres un cuerpo separado. Cuando a mí se me hizo la colonoscopía, que se me
puso en anestesia, la realidad es que estaba listo para entrar en un sueño, y
si pasaba por la mente el pensamiento, “¿y si no me levanto nunca?” lo que
sentí fue un descanso. Todas las noches cuando te acuestas a dormir tú no sabes
si te vas a levantar al otro día. Pero descansas. Porque en ese descanso no
existe un “yo”.
Esa es la actitud que tú quieres tener porque ese miedo a
morir que se refleja en la aparente operación es el mismo miedo que todos tienen
a lo que ocurre en sus vida. Cuando ese miedo se cae la operación, al igual que
todo en la vida, es simplemente la operación, es simplemente Lo Que Es. Sí es
miedo a morir aprovecha ese instante para entregarte totalmente a Dios. Es como
decir, “si me tengo que ir, pues me iré en la cama de operaciones dulcemente
descansando en un sueño profundo”.
Eso es vivir tu vida totalmente rendida. Así que por ese
lado tranquila. Estás viviendo esta experiencia, te están haciendo las pruebas,
pues muy bien, fluye con ello. Si te levantas después de la operación a
disfrutar tu nuevo “look”. Y si no te levantas, descansas eternamente, y eso,
¡es dicha! Por lo tanto, sí o sí, ganas.
Si todo el mundo llevase esa actitud en la vida se
reirían de todo este melodrama. Si tienen dinero creen que tienen “vida”. Si no
tienen dinero creen que la “muerte” asecha porque están perdiendo su “vida”, su
“sustento”. Si tienen un buen estatus social creen que tienen “vida”. Si no
tienen un buen estatus social creen que la “muerte” asecha porque están
perdiendo su “vida” su “sustento”. Si tienen juguetes creen que tienen “vida”.
Si no tienen juguetes creen que la “muerte” asecha porque están perdiendo su
“vida” su “sustento”. Si tienen un cuerpo esbelto o “saludable” creen que
tienen “vida”. Si no tienen un cuerpo esbelto o “saludable” creen que la “muerte”
asecha porque están perdiendo su “vida” su “sustento”.
Pero la vida no tiene nada que ver con la condición
humana. La vida es Lo Que Es, antes de la condición humana, durante la
condición humana, y después de la condición humana. Porque ¡la vida Es! Y ¡tú
eres Vida! Y reconozco que mientras estás identificada con tu cuerpo puede que
estas palabras no sirvan de mucho. Pero han sido escritas para que poco a poco
vayas recordando.
#nickarandes