El problema con cualquier tipo de enfermedad no es la enfermedad misma sino el miedo que la sostiene. La invitación que simplemente haría es aprender a amar la enfermedad con todo el corazón. Así aprende uno lo que es el amor incondicional. Una vez que ese amor queda establecido se le transfiere ahora a todo y a todos.
Cuando el amor es la base de nuestra experiencia una de tres cosas pueden ocurrir:
1) La enfermedad naturalmente se deshace porque no hay miedo que la sostenga.
2) Si la persona no está preparada para aceptar la curación espontánea a raíz de este cambio radical de mentalidad, el amor dirigirá sus pasos a tomar medidas, ya sea ir a un médico, alopatía o homeópata, y/o a tomar medicinas y/o suplementos o tratamientos para apoyarla a que la enfermedad se erradique.
3) Si el amor queda restablecido en la conciencia, y no hay necesidad de que el cuerpo se siga sosteniendo, el mismo se deja a un lado en paz y felicidad.
Es imperativo recordar que el propósito de cualquier enfermedad, para el sistema de pensamiento del ego es mantener la atención en el cuerpo y luchar por "sobrevivir". Eso genera una intensa cantidad de sufrimiento y dolor. Sin embargo, cuando la enfermedad se pone al servicio del sistema de pensamiento del amor, su propósito es ayudar a no perder de vista lo que realmente Soy. Eso mantiene la paz y es un descanso.
Por eso las personas que han experimentado enfermedades y no se han percatado de esto sufren su condición. No obstante, personas que han sido diagnosticadas con condiciones que se les ha categorizado o etiquetado como "terminales", y que en un principio no tenían ningún interés por la espiritualidad pero a raíz de ello han empezado a hacer un trabajo interno y han podido descubrir su esencia como amor y perdonar, cuando se les pregunta cuál es el regalo mas preciado que la vida les a ofrecido indiscutiblemente dicen: "La enfermedad. Porque de no haber sido por ello nunca hubiese descubierto la capacidad de amar que hay en mi"
#nickarandes