Saturday, February 8, 2020

No Soy “Yo”, Ni El Que “Vive”, Ni El Que “Muere”

El miedo a desaparecer, a “morir” es lo que más aterroriza al “individuo”; al “yo” que me he creído ser. Pero en realidad esa idea o creencia de “morir” o “desaparecer” es una fantasía, una imaginación mental, qué al igual que cualquier otra experiencia sirve para hacer creer que esté “yo” existe.

Es como decir, el “yo”, que de por sí no existe, pero la mente que proyecta ese “yo” tiene que inventar historias sobre ese “yo”, como la posibilidad de una “muerte” al igual que ha proyectado la aparente experiencia de “vida humana”, todo sirve para que haga perfecto sentido de que ese “yo” “existe”. Es un callejón sin salida para el “individuo” que se cree individuo porque su experiencia de individuo se sostiene a raíz de una imagen mental que dice “soy un individuo”. Pero esa imagen mental no puede ser sostenida sin imágenes mentales sobre un “pasado”.

Entonces, no se pide que soltemos las imágenes mentales. Sólo se nos pide no creer en nada, y eso es silencio. Silencio no es la ausencia de ruido, no es la ausencia de pensamientos, no es la ausencia de sensaciones, es permitir que todo sea como es sin tomarse nada como personal porque la vida es impersonal.

En otras palabras, no soy “yo” el que siente nada, sentir ocurre. No soy “yo” el que piensa nada, pensar ocurre. No soy “yo” el que hace o dice o escucha o ve nada. Hacer, decir, escuchar, o ver simplemente ocurre. Ese no personalizar nada es el paso que conduce a la liberación. Pero ojo, Liberación (letra mayúscula) no es un evento que tiene lugar en tiempo y espacio y no es algo que le ocurre a nadie. Es la expresión que se utiliza para describir la no identificación. Y no es el personaje “yo” el que intenta no darle significado a nada para querer liberarse. Eso lo aprisiona más porque sigue habiendo una identificación con el personaje, sólo que ahora cree estarse “liberando” al poner el concepto de liberación en práctica a raíz de lo que se podría disfrazar como una práctica espiritual.

Es por eso que esto es muy sutil. Palabras se utilizan, aunque son limitadas, para apuntar en dirección hacia la Liberación ¡que ya es! No se utilizan para liberar a nada ni a nadie ¡porque no hay nadie! Es todo tan paradójico porque para que la Liberación pueda tener lugar hay que dejar de intentar liberarse. Esto me recuerda algo que Papaji una vez dijo:

Si vienen los pensamientos, deja que vengan.
Si se van, permite que se vayan.
No tener concepto de Libertad es Libertad.
No tener intención de Libertad es Libertad.

En la filosofía Advaita se dice que el buscador es lo buscado.

Un Curso de Milagros nos dice: “Este curso te conducirá al conocimiento (Liberación), pero el conocimiento en sí está más allá del alcance de nuestro programa de estudios. Y no es necesario que tratemos de hablar de lo que por siempre ha de estar más allá de las palabras.” T-18.IX.11:1-2

Estas palabras que se escriben a través de “mi” no van dirigidas a “nadie” y sin embargo se escriben, luego se publican, y todo esto es simplemente un ocurrir. Si en mi guion toca escribir, escribir ocurre. Si en el guión de “otros” toca leerlas, leer ocurre. Pero esto es un juego que tiene lugar en la conciencia interactuando consigo misma. Y ni eso es verdad porque si no existe separación no puede haber nada interactuando consigo mismo, solo hay Lo Que Es. Pero al creer que hay un “yo” interactuando con un “mundo” las palabras sólo sirve para apuntar la conciencia hacia sí misma.

Es decir, en un sueño no existen “individuos” “comunicándose” “unos con otros”. Sólo existe la mente que sueña el sueño. Eso es ¡lo único que hay! Es la única mente. “Nosotros”, repito, no somos las personas ni las imágenes de nosotros mismos que nos creemos ser. Somos parte de la única mente, conciencia, que sueña todo esto. Esa comprensión, que no es intelectual, aunque es así como en un principio se aprende sobre ello, cuando se integra, eso es Liberación.

Por eso cuando se dice que soy libre ahora, aunque eso es un hecho por la naturaleza de lo que soy, no es un mensaje para el personaje “yo”. Es el recordatorio de la verdad, que la conciencia se lo seguirá recordando a si misma a través de los medios que sean necesarios dentro de este sueño como lo podrían ser estas palabras, que no soy yo (Nick Arandes) el autor de ellas. No proceden de “mi” (personaje). Surgen de la misma conciencia de la cual “todos” formamos parte de. Se podría entonces deducir que “tú” al igual que “todos” formamos parte de la Fuente de donde estas palabras surgen, pues, a final de cuentas solo hay Uno.

-Nick Arandes

#nickarandes