Comentario: El párrafo del que hablas dice, "Escapar de la oscuridad comprende
dos etapas: Primera, el reconocimiento de que la oscuridad no puede ocultar
nada. Este paso
generalmente da miedo. Segunda, el reconocimiento de que no hay nada que desees
ocultar aunque pudieses hacerlo. Este paso te libera del miedo. 5Cuando ya no
estés dispuesto a ocultar nada, no sólo estarás dispuesto a entrar en comunión,
sino que entenderás también lo que es la dicha y la paz." T-1.IV.1:1-5
La
oscuridad es, o son los obstáculos que se han interpuesto ante el amor de Dios.
Pero como hay tanto terror en mirarlos los "escondemos". Lo que
ocurre es que como no pueden ser escondidos, tarde o temprano se tendrán que
mirar. Eso genera miedo únicamente en el sentido de que, como ya de antemano
les tenemos miedo, la anticipación de tener que mirarlos nos aterra. Sin
embargo, a raíz de una nueva comprensión que se ha ido estableciendo sabemos
que nuestra puerta de liberación es a través de mirar esos obstáculos. Como ya
sabemos que nuestro deseo profundo es la liberación, no queremos ocultar
ninguno de esos obstáculos. Y ahora que no estamos dispuestos a ocultar nada,
el perdón, a través de la guía del Espíritu Santo nos muestra una y o otra vez
que esos obstáculos no son sino que fantasmas inofensivos, carentes de poder
alguno de loa cuales ahora nos podemos reír y poder así extender la dicha y la
paz a través de nosotros.
Permíteme
compartir un ejemplo práctico, aunque podría compartir experiencias personales,
pero mejor te cuento lo siguiente. Conocí a una mujer en México que tiene una
amiga que su terror más grande era la posibilidad de perder a un hijo. Ese es
un obstáculo fabricado que la mantenía aprisionada. No quería mirarlo. Luego
queda embarazada y debido a complicaciones con el parto el bebé sale del
vientre sin vida. Ahí tuvo la experiencia de mirar ese terror, y para su sorpresa
se dio cuenta que no pasaba nada. Eso no implica que quizás haya sentido la
tristeza de no poder haber tenido la oportunidad de tener a su bebé. Pero el
terror que tenía respecto a ello, que era simplemente una imagen fabricada
alimentada de historias aterrorizante se desvaneció en ese instante.
Esto
que acabo de compartir no implica que si en tu mente surgen imágenes temerosas,
que ellas se tienen que cumplir para que tú atraviesas ese miedo. ¿Sabes
cuántas veces mientras estoy en un avión han aparecido imágenes de que ese
avión se caiga? Así que tranquilo. Dios no es cruel. Pero sí implica que
cualquier miedo que surge en la mente, que en vez de esconderlo utilices esa
oportunidad para poner en práctica el perdón. Si por alguna razón que
desconozco fuese necesario que esa imagen tuviese que tener lugar en la forma
para que el miedo pueda ser trascendido, eso sólo ocurrirá a través de aquellos
que estén preparados para esa lección de perdón.
Por
lo tanto, y repito una vez más, no tomes lo que ese extracto del curso dice en
el sentido literal de qué vas a tener que mirar todos los miedos que tu mente
fábrica. Simplemente tómalo como una oportunidad de abrirte y estar dispuesto a
mirar lo que sea que tengas que mirar para beneficio de tu liberación. Eso por lo
menos trae perspectiva, y como sabes que los miedos serán vistos, no para
mantenerte aprisionado como ahora mismo te experimentas, sino para ser
liberado, es que se les puede dar la bienvenida. Por eso es muy importante
tener en cuenta nuestro propósito. Si nuestro propósito es liberarnos para
poder experimentar el verdadero amor, cualquier experiencia, por más incómoda
que puedo ser, es bienvenida.