Monday, September 9, 2019

¿Es Normal Empezarse A Preguntar ... Ahora Que Sigue?

Pregunta: “Nick, cuando se deja de sostener todo aquello a lo que uno se aferra, ¿es normal empezarse a preguntar ... Ahora que sigue?”

Comentario: Si la pregunta “¿y ahora qué?” surge, eso implica que no ha ocurrido un desapego total. Esa pregunta implica un estado de insatisfacción con la experiencia presente que se quiere llenar a raíz de “hacer algo”. Cuando hay un desapego total, y la mente descansa en la paz de la experiencia presente, deseos de hacer cosas surgirán si tienen que surgir, sólo que se verán como inspiraciones espontáneas del momento y no como necesidades para llenar un vacío.

Por ejemplo, yo no me siento necesitado de escribir palabras porque me sienta aburrido o porque quiera llenar una sensación de vacío. Simplemente observo como el personaje “yo”, en cada instante, se siente inspirado, o a hacer cosas, o a no hacer nada. Es así como se desenvuelve la vida de este personaje “yo”.

Por lo general, no siempre, cuando gente hace ese tipo de pregunta, suele ser porque están intentando ellos mismos soltar, ya sea porque han escuchado algunas filosofías espirituales decir que eso es algo que uno tiene que hacer, o porque están cansadas de sufrir.

Aquí se reconoce el soltar como una DES-CRIPCIÓN de lo que tiene que tener lugar para que la mente deje de sufrir. No como una PRES-CRIPCIÓN de algo que tú tienes que hacer. En mi experiencia, qué no estoy asumiendo que sea la verdad absoluta, sólo he podido soltar cuando aquello a lo que me aferraba dejó de tener valor para mí. Lo que he podido soltar en el mundo no ha sido a raíz de una enseñanza que me diga, “suelta”, ní a raíz de algo que yo haya tenido que “hacer”. Simplemente, repito, cuando eso a lo que antes me aferraba tenía valor para mí, me era imposible soltarlo, no importa que practica hiciese ni cuantas horas me dedique a meditar sobre ello.

Por eso es que es simple. No requiere nada de mí, salvo tener mis prioridades claras. Y lo curioso del caso, la vida nunca me pidió que “sacrificarse” nada. Lo que quiero decir es, si todavía tengo un deseo hacia algo del mundo, puede ser honrado sin sentirme culpable por ello. Sólo que, tarde o temprano, tendré que caer en cuenta que sufriré si hay un apego, si valoro lo que sea que este mundo pueda ofrecer.

En resumidas cuentas, no hay contestación especifica a tu pregunta, salvo que, si te encuentras en ese espacio de no saber qué hacer, mi experiencia ha sido que no hay nada que hacer. Y lo único que puedo hacer es, vivir la experiencia presente confiando en la sabiduría de la vida. Si me siento inspirado hacer algo lo hago. Si no me siento inspirado a hacer nada, no hago nada. Pues, al final de cuentas, y aquí viene la gran paradoja, “yo” como “personaje” no puedo hacer nada por “voluntad personal”. Porque “yo” no soy quien hago nada, la vida es la que, a través de “mi”, se está haciendo.

#nickarandes