Thursday, October 3, 2019

Por Qué Se Le Teme a La Muerte

Cuando se le teme a la muerte es porque se ha pasado por alto la pregunta fundamental, la cual es, ¿quién es ese “yo” que le teme a la muerte? Cuando estoy identificado con mi cuerpo como si fuese mi identidad real, el miedo a la muerte es inevitable. Sin embargo, cuando hay una comprensión fundamental de que lo que soy es conciencia; aquello que es consciente de mi experiencia como cuerpo, el miedo a la muerta automáticamente deja de existir. Porque lo que Soy (letra mayúscula) no puede “morir”. Es eterno.

Es como la mente que sueña un sueño. Si la mente que sueña el sueño se identifica con el personaje soñado, y como parte de ese sueño está la creencia de que ese personaje puede “nacer” y puede “morir”, la mente se sentirá atemorizada con la posibilidad de que ese personaje muera. Pero si la mente es consciente de que está soñando un sueño, de que el personaje en ese sueño no es la mente misma, sino que una imagen proyectada, pueda que la mente continúe soñando el sueño, solo que ya no se lo cree, y el temor a la muerte de ese personaje deja de ser un problema.

Es por eso que toda filosofía no-dual apunta en dirección a la conciencia y no al personaje. Si me preguntas si tengo miedo morir la contestación es un no absoluto. Sin embargo, mucha gente también contestaría que no le tienen miedo a la muerte. Generalmente, a lo que le temen es a que algo les pudiese ocurrir a su cuerpo que pueda terminar siendo físicamente o psicológicamente doloroso. Pero hasta eso se puede vivir feliz-mente cuando la mente no está identificada con su experiencia física.

Muchos que han soltado el cuerpo a raíz de una condición degenerativa, pero que han sido conscientes de su esencia, antes de soltar el cuerpo han vivido su experiencia libre de sufrimiento. Es como observar el cuerpo hacer lo suyo, pasar por su proceso, mientras que hay una inquebrantable identificación con la conciencia.

Palabras como estas, que no son varitas mágicas, se escriben, no para que un cambio radical tenga lugar de manera que quien las lea deje de temerle la muerte. Aunque uno no sabe lo que pueda tener lugar en cualquier momento. Pero sirven como recordatorio, como señaladores, que apuntan en dirección a lo que en realidad es importante, recordar lo que Soy.

Y eso no tiene lugar a raíz de una lista de que hacer ni que no hacer. Aunque, en un principio, pueda que a personas les apoye alguna practica mientras la mente se va condicionando a una nueva manera de enfocar. No estoy diciendo que la practica los lleve a ningún lugar, pero si me he dado cuenta que, quizás, una persona cuya mente está muy alterada, una práctica de relajación le pueda apoyar a continuar el camino en una nueva dirección. Solo que, una vez esa nueva dirección se ha asentado, la práctica se deja a un lado porque si no, la practica se convierte ahora en su nueva distracción a la Verdad. ¿Por qué? Porque cualquiera que sea la practica implica que tiene que haber un “yo” practicando. Es por eso que esto es muy sutil.

En mi experiencia, que no digo que sea la verdad absoluta, la meditación fue una práctica formal muy útil porque me permitió hacer una investigación consciente, hasta que se dejó a un lado según esta nueva comprensión empezó a tener lugar. Y no estoy diciendo que la meditación fue lo que me llevó a esta nueva comprensión. Pues hay personas que han experimentado un cambio de conciencia sin si quiera haber estado interesadas en la espiritualidad. Solo que para “mí”, el guion me llevó en esa dirección. No necesariamente tiene que ser así para los demás.

Y cuando hablo de que me llevó a esta nueva comprensión, no estoy insinuando que me haya "iluminado" ni que haya alcanzado ningún tipo de "perfección", ni que eso me haga mas "espiritual" o "especial" que nadie. Es como la vida a través de mi se está expresando.

Volviendo al tema en discusión, el miedo a la muerte solo surge cuando hay una identificación con este “yo”. Cuando esa identificación se suelta, lo que hay es pura libertad, aun cuando todavía la experiencia física siga teniendo lugar. Solo que, el día que toque dejar el cuerpo a un lado, se hará con una sonrisa, porque ya se sabe que no se deja nada atrás, que no se pierde nada, que nada ni nadie está “muriendo”, sino que la experiencia física está siendo reemplazada por el estado natural de amor incondicional, paz infinita, dicha y felicidad eterna, en fin, por la vida eterna.

#nickarandes