Saturday, October 5, 2019

¿Se Puede Avanzar O Evolucionar Espiritualmente?

¿Se Puede Avanzar O Evolucionar Espiritualmente?

Recientemente una amiga se contactó conmigo por WhatsApp porque tenía una inquietud. Se sentía mal, y en el tono de su voz se experimentaba como una sensación de tristeza. Se sentía frustrada porque lleva muchos años practicando Un curso de Milagros, practicando meditaciones y todo tipo de prácticas, y siente que no estaba “avanzando”. Todavía experimentaba ataques de ira en algunos momentos, aunque experimentaba momentos de paz esporádicamente, pero creía que, o, estaba haciendo el curso “mal”, o sus prácticas no las estaba haciendo “bien”, en fin, se sentía desanimada y confundida. Por lo tanto, a través de este personaje Nick, surgieron las siguientes palabras:

“La confusión que observo contigo, y que es muy típica, es que estás haciendo prácticas, Inclusive, haciendo Un curso de Milagros con el objetivo de cambiar a tu personaje por uno “mejor”. Y eso no está mal, de hecho, todos cuando nos sentimos inspirados a hacer algún tipo de práctica es porque como personas queremos sentirnos mejor. Y, generalmente, pueda que se experimente una mejoría temporal en nuestra experiencia de vida, sólo que esa mejoría no tiene nada que ver con lo que el ego define como “mejoría”. El ego define como “mejoría” un personaje, un “yo” “perfecto”, “diferente” al que ahora mismo estoy rechazando. Es una pelea perdida.

Me explico. El único problema es que me he creído ser este personaje, este “yo” que está teniendo una experiencia de mundo. La experiencia humana es una experiencia dual, en la cual se experimenta todo tipo de movimientos, sensaciones, situaciones, en fin, es un constante cambio.

Entonces, lo que el ego (identificación con este yo) hace con todo tipo de prácticas y enseñanzas es buscar la manera de tener una experiencia física en la cual no se experimentarán cambios. Luego utiliza la experiencia presente, la única que hay, y la interpreta, primero en función a creer que soy un cuerpo, y luego, según sus creencias y conceptos, de como este cuerpo se “debería” sentir, de como la experiencia presente “debería” ser, y se pasa por alto que este “yo” es una proyección de la mente con un guión y un condicionamiento ya predestinado.

Esto no implica que ese condicionamientos pueda cambiar durante la experiencia de vida ilusoria del personaje, si es lo que toca en su guión. Pero juzgar el condicionamiento de nuestro personaje nos mantiene en guerra con nosotros mismos. A eso se le conoce como vivir en el infierno.

En tu caso, por ejemplo, tienes un concepto que dice que si haces el curso “bien” o haces tus prácticas “bien” nunca sentirás momentos de ira o cólera o como los llamas. Por consiguiente, según tu entendimiento, si sientes algunas de esas sensaciones (movimientos), eso implica que estás haciendo tus prácticas “mal”, o simplemente no estás “avanzando”. Pero lo que cada enseñanza no-dual, como lo que sería el Advaita, Un curso de Milagros, para mencionar algunas, están apuntando en dirección a, es a que reconozcas que tú no eres este “yo” que está teniendo esta experiencia. Que lo que realmente eres es Conciencia, Unidad, Dios, llámesele como se le quiera llamar.

Esas enseñanzas no van dirigidas a que el personaje deje de sentir movimientos. Van dirigidas a que la mente no se distraiga creyendo que su realidad es este “yo” que me he creído ser. Es por eso que enseñanzas como estas sólo terminan confundiendo cuando intentamos traerlas al mundo de las formas, al personaje “yo”, que es la distracción misma.

Entonces, ¿es posible avanzar o evolucionar espiritualmente? Si lo vemos desde la perspectiva no-dual, en donde no existe un “yo”, ¿quien entonces estaría “avanzando” o “evolucionando”? Y en ese sentido, ¿quién entonces se estaría “retrasando” o haciendo algo “mal” o “incorrecto”? La contestación obvia sería nadie. Vamos ahora a mirar tu dilema para que puedas observar lo simple que todo esto es.

Lo único que hay es este instante presente. La experiencia humana es la apariencia de tiempo y espacio. También, al, la experiencia humana ser una experiencia dual, no existe constancia ninguna, solo movimientos. Movimientos que se experimentan en la experiencia presente, que continuó recordando, es la única que hay. Los movimientos en la experiencia humana pueden tener diferentes grados de intensidad. Sería como decir, cada movimiento tiene su propia textura, su propio carácter. No obstante, lo que todos y cada uno de los movimientos tienen en común, primero, es que no significan nada, y finalmente, sólo aparentan estar siendo sentidos por un “yo”, que es lo que me creo ser.

La Conciencia, qué es lo que realmente Soy, no experimenta ningún tipo de movimiento. Simplemente Es. Entonces, la manera de vivir la experiencia humana sin sentirse uno distraído por los movimientos, es dejando de proyectarles significado a los movimientos. Por eso, utilizando Un curso de Milagros de ejemplo, la primera lección es, "nada de lo que veo significa nada". W-pI.1 Si pudieses integrar esa primera lección, vivirías en paz el resto de tu vida. Podrías vivir los movimientos que le etiquetas cólera, los movimientos que le etiquetas placer, al igual que los movimientos donde aparenta haber tranquilidad, de la misma manera. Aceptación total. Esa es la famosa paz que tanto se busca en la experiencia humana.

Pero, de nuevo, al creer ser un “yo” que se llena de conceptos, intenta ahora poner en práctica todo tipo de enseñanzas con el propósito de que en algún momento (futuro) tener esa experiencia en la que dejará de experimentar movimientos y estará en ese estado de paz y “zen” en todo momento. Y juzga su experiencia presente, la única que hay, en funcion a sus conceptos. Si todavía no experimenta ese estado de “zen”, para el personaje “yo” significa que no está haciendo sus prácticas “bien”. No está meditando “bien”, no está haciendo Un curso de Milagros “bien”. Y, además, se juzga y se culpa porque lleva muchos años haciendo esas prácticas y cree que no está “avanzando”. Pero de nuevo, avanzar implica movimiento.

Avanzar es movimiento hacia un futuro (adelante) en función a una experiencia pasada, y retraso es lo opuesto, en función, de nuevo, a una experiencia pasada porque es lo que usa como referencia para comparar. Y, lo curioso del caso, es que no existe una experiencia “pasada”, porque ¡lo único que hay es la experiencia presente!

Y, la experiencia presente, la única que existe, lo que hay es Lo-que-Es. Si toca movimiento de ira, se vive. Si toca tranquilidad, se vive. Si toca deseo, se vive. Si toca placer, se vive. Si toca dolor, se vive. Y todos esos “diferentes” movimientos, y observa que puse la palabra diferentes entre comillas, son ¡el mismo movimiento! sólo que con diferentes texturas.

Si a alguna de esas texturas dejas de etiquetarla ira, placer, dolor, sufrimiento, paz, etc., las vives sin ningún conflicto. Y eso es ser consciente. Una vez que se es consciente, es que la identificación con el personaje se va debilitando. Porque todo movimiento, sea cual sea, es lo que la mente ego utiliza para sostener la “realidad” del personaje.  Porque ahora soy “yo” quien siento ese movimiento que le etiqueto “ira”. Soy “yo” quien siento ese movimiento que le llamo “placer”. Soy “yo” quien siento ese movimiento llamado “tristeza”. Soy “yo” quien siento ese movimiento llamado…. Y es un callejón sin salida.

Una persona consciente, que puede ser cualquiera de nosotros, vive exactamente todos los mismos movimientos que cualquier ser humano vive. La única diferencia es que no los considera como “sus” movimientos. Simplemente se consideran como movimientos que están teniendo lugar en la experiencia presente como voluntad de la Conciencia, no como algo que le está sucediendo a ese “yo”, ni como algo que ese "yo" está "creando". Si que se "yo" creyese que lo está creando sentiría culpa.

Es muy simple. Lo que sea que esté pensando, sintiendo, sucediendo, en la experiencia presente, es simplemente Lo-que-Es ¡y nada más!

Al no utilizar ningún pensamiento pasado como referente, ¿donde existe el “avance”? No puede haber un avance porque no hay nada más que la experiencia presente. No puede haber una “evolución” porque no hay nada más que la experiencia presente.

Y dices, ‘pero siento que no estoy avanzando porque hace 10 años tenía las mismas sensaciones’. Y lo que se te está intentando comunicar es que ¡no existe 10 años atrás! Lo que existe es ¡el instante presente! Con todos sus movimientos y sensaciones. Y la imagen mental que fabricas de una experiencia "pasada" sólo sirve para justificar el deseo de sentirte mal por creer que no estás “avanzando”. Cuando, de nuevo, no puedes “avanzar” ni “evolucionar” en ninguna dirección porque lo único que existe ¡es el momento presente!

Quítale al momento presente todo significado y estás en paz con Lo-que-Es. ¡No hay nada más que hacer!

Pero la identificación con este “yo” que quiere que las cosas sean diferentes, o sentirse diferente, o nunca experimentar ira o cualquiera que sea el movimiento, es lo que está pasando por alto que lo único que hay es Conciencia. Conciencia es aquello que es consciente del personaje, que es consciente de los movimientos, y al ser consciente de que es consciente, no se ve afectada por lo que sea que esté teniendo lugar con la experiencia humana.

Así que, empecemos por dejar de utilizar prácticas con el propósito de alcanzar algo. No hay nada que alcanzar, lo único que hay es la experiencia presente con todos y cada uno de sus movimientos. Según se aprende a vivir más en aceptación total de Lo-que-Es, la condición humana deja de ser distracción y lo que ahora hay es experiencia. Experiencia es vida. Vida despojada de significado es comprensión. Y donde hay comprensión lo que hay es amor. Y, al ser amor, todo movimiento, sea cual sea la etiqueta que se le hubiese querido adherir, no es juzgado, no es rechazado, es aceptado, es amado.

Se acabo el conflicto con todo lo que estés sintiendo, con todo lo que estés pensando, con todo lo que esté ocurriendo. Eres amor y lo único que ahora haces, es amar, aceptar, abrazar."

#nickarandes