Wednesday, March 8, 2017

No Hay Opciones a “Elegir”, Salvo Que Creas En el Ego


Recientemente compartí el siguiente extracto de un libro que estaba leyendo de Byron Katie donde decía; "Yo sigo lo que hay, lo cual siempre se me revela en el momento. Es la voluntad de Dios y siempre es clara como el cristal. Cuando careces de voluntad propia no hay tiempo ni espacio. Todo se vuelve un fluir. Tú no decides, fluyes de un suceso al siguiente, y todo se decide para ti." - Byron Katie

Entonces recibí algunos comentarios los cuales me gustaría elaborar un poco. El primero fue:

“No siento eso Nick siempre hay varios caminos para cada cosa. Quisiera sentirme guiada”

Por un lado ella dice que hay varios caminos para cada cosa pero luego dice que quiere sentirse guiada. La pregunta es, ¿cómo es posible que una persona pueda sentirse guiada si a su vez está creyendo que tiene una voluntad personal para “elegir” entre diferentes caminos?

Si quieres sentirte guiad@ en cada momento todo lo que tienes que hacer es dejar a un lado la creencia de que tienes voluntad personal para elegir entre diferentes caminos. Esa es la trampa que el sistema de pensamientos del ego aporta, el hacernos creer que tenemos “libre albedrío” para “elegir” diferentes caminos.

Es por eso que un curso de Milagros claramente expone, “Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios. Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado.” T-In.1:4-5

Lo que se nos está diciendo es que tener libre albedrío no quiere decir que nosotros podamos elegir caminos debido a que el guión ya está escrito. Eso es algo que el extracto de Byron Katie apunte, que sólo se hace la voluntad de Dios y nada más. Por lo tanto lo que esté ocurriendo en cada momento es exactamente lo que tiene que ocurrir y no hay nada que yo pueda hacer al respecto.

Luego la segunda oración de lo que compartí que el curso expone es qué únicamente se puede elegir lo que se quiere aprender en cualquier momento dado. Lo que nos dice es que dentro de lo que está ocurriendo en cualquier momento tenemos la opción de elegir si lo vamos a ver desde la perspectiva del ego y por consiguiente sufrir debido a que vamos en resistencia a lo que ya está ocurriendo, o elegir el sistema de pensamientos del Espíritu Santo y en plena aceptación estar en paz con lo que ocurre.

¿Ves que simple es la vida? Por lo tanto lo que aparenta estar ocurriendo en mi vida es que en este momento estoy escribiendo ésta nota y nada mas. No hay “otras opciones” que pueda yo haber elegido porque la única opción que hay es la que está ocurriendo en este momento. Puedo intentar convencerme de que “pude haber hecho otras cosas” y esa es la culpa que el ego va a utilizar para machacarte cada vez que algo suceda en tu vida y creas que hiciste lo que “no debiste” haber hecho.

Cuando termine de escribir esta nota aparenta como que tengo “muchas opciones” para elegir. Pero la verdad es que sólo tengo una y se revelará en el momento que esa elección tenga lugar. Y no soy “yo” quien la elijo aunque así lo parezca. Es simplemente lo que ocurre. Y cuando ocurra tengo la opción de estar en paz con ella, o de resistirla y por consiguiente sufrir. ¿Elegiste “tu” ser “hombre” o “mujer”? De donde se tomó esa elección. A eso es a lo que voy. Desde ese espacio es que se elige, y es por eso que a este nivel personal no se absolutamente nada. Ese es el misterio.

Sin embargo podríamos entrar en un círculo argumentativo de que si es posible o no tomar decisiones personales. Para mí la vida es más simple que eso, “Señor que se haga tu voluntad.” Y veo Su voluntad hacerse en cada instante cuando confío en que todo está ocurriendo perfectamente cómo tiene que ocurrir. El amor sólo se experimenta cuando uno está bien con lo que es. Mi vida está perfecta y no hay nada que desearía cambiar, si acaso mi manera de mirarla si algún día la percibiese como imperfecta. Eso es paz, eso es dicha, eso es amor incondicional.