Recientemente fui a visitar un médico porque tenía unas incomodidades en el estómago y esta doctora a pesar de ser médico alópata ha dedicado los últimos 20 años también a la homeopatía. Cuando voy camino a casa recibo un mensaje por WhatsApp de una amiga preguntándome como estaba y le dije que bien y que la doctora me había recetado unos medicamentos de homeopatía. Y así se desenvolvió nuestro chat:
Amiga: Que
bien!!! Todo tratamiento natural, bienvenido!
Nick: Yo le doy la bienvenida a todo tipo de
tratamiento siempre y cuando venga desde el amor. El ego juzga tratamientos
homeopáticos como "buenos" y alopáticos como "malos" y por
eso tanta gente paga las consecuencias.
Amiga: Jajaja cierto. En realidad no tiene mucha
importancia de cuál sea el tratamiento.
Nick: Siempre recuerda, el Espíritu Santo se
puede disfrazar de un médico alópata como de médico homeópata porque a final de
cuentas Él se ajusta a lo que sea necesario en ese momento y no le importa lo
que tenga lugar con el cuerpo porque sabe que el cuerpo no existe. Por
consiguiente, lo mejor es, fluye con lo que te sientas inspirada a hacer en ese
momento y salte de la cabeza y confía porque cualquier decisión que termine
siendo tomada siempre va a ser la correcta. ¿Por que? Porque fue la que se
tomó. ¿Ves que simple? Solo que si después le haces caso a tu cabeza el ego te
va a decir que "debiste" haber tomado otra.
Amiga: Gracias Nick, me encanta como te expresas y
me aclara y me hace sentido. Me llegó de una manera el tema pensando en lo que
me escribiste, y la verdad es que nunca había visto a otra persona como que el
Espíritu Santo está ahí. Y lo encuentro muy lindo, potente, de todo. Porque yo
veia a otra persona y claro a veces veo a través de él, pero tenía una visión
de ver a Cristo o de verme a mí misma, pero ver ahora al Espíritu Santo en
todo, wow, me encantó eso, maravilloso, muchas gracias.