2. Y así, ponemos este día en Tus Manos. 2Venimos con mentes
completamente receptivas. 3No pedimos nada que creamos desear. 4Concédenos tan
sólo lo que Tú deseas que recibamos. 5Tú conoces nuestros deseos y necesidades.
6Y nos concederás todo lo que sea necesario para ayudarnos a encontrar el
camino que nos lleva hasta Ti.” W-pII.242.1:1-5;2:1-6
Comentario: Si este lección es integrada y aplicada se puede cerrar el libro
de Un curso de milagros pues eso es el mensaje del curso resumido. Mas sin
embargo, ¿por qué es tan difícil aplicar algo tan sencillo? Por el deseo de no
soltar esta identidad "humana". Siempre y cuando quiera sostener la
creencia de que soy un cuerpo y de que este mundo es mi realidad, y de que este
mundo tiene algo que yo valore, en el momento que la paz de Dios intenta
arropar mi mente la rechazaré porque me liberaría del conflicto que es a lo que
estoy acostumbrado a vivir y es con lo que estoy familiarizado. Pues el mundo
de la separación se sostiene por el conflicto. Aunque en realidad, si dejase
que la paz de Dios arropase mi mente me liberaría del “yo” que creo ser y eso
es lo que el ego no quiere soltar pues así es como el ego (“yo” que creo ser)
“moriría”, mi mundo desaparecería. No dije el Mundo (letra mayúscula), dije
“mi” mundo (mi sueño) desaparecería. Si supiera que es un sueño, entonces sería
imposible “morir” lo que ocurriría es un despertar.
Ese conflicto del que hablo es
simplemente mi deseo inconsciente de sentirme separado de Dios. Y Dios me habla
en cada momento, pero lo rechazo y por eso quiero hacer del mundo "mi
hogar" hasta que sea consciente de que el mundo no tienen nada que yo
desee. “El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee: El mundo
que ves no te ofrece nada que puedas necesitar; nada que puedas usar en modo
alguno; ni nada en absoluto que te pueda hacer feliz. Cree esto y te habrás
ahorrado muchos años de miseria, incontables desengaños y esperanzas que se
convierten en amargas cenizas de desesperación. Todo aquel que quiera dejar
atrás al mundo y remontarse más allá de su limitado alcance y de sus
mezquindades tiene que aceptar que este pensamiento es verdad.
Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata
al mundo; y ése es su único propósito. Pues todas las cosas tienen que servir
para el propósito que tú les has asignado, hasta que veas en ellas otro
propósito. El único propósito digno de tu mente que este mundo tiene es que lo
pases de largo, sin detenerte a percibir ninguna esperanza allí donde no hay
ninguna. No te dejes engañar más. El mundo que ves no te ofrece nada que tú
desees." W-pI.128.1:1-3;2:1-5
Entonces la mente empieza a abrirse a la
mentalidad de Dios.
Por lo tanto, no hay que intentar
rechazar el mundo, no hay nada que “sacrificar”, pero sí hay algo que desear. Y
es a Dios sobre todas las cosas. De lo contrario el mundo me parecerá muy
“atractivo”, aun cuando es a raíz de mi deseo por el mundo, repito, no por el
mundo sino que mi DESEO por el mundo lo que me lleva a experimentar conflicto,
culpa y miedo. Si no desease el mundo, estaría deseando a Dios. Pues o deseo a
Dios, o deseo otra cosa, aun cuando esa otra cosa es ilusoria.
Si de la forma que redacté este último
párrafo genera inquietud, emplearé otro juego de palabras. No hay que intentar
rechazar la experiencia física, no hay que sacrificar nada, pero sí hay algo
que desear. Y es la paz interior sobre todas las cosas, la verdad. De lo
contrario la experiencia de la separación me parecerá muy atractiva, aun cuando
es a raíz de sentirme separado de Dios, de sentirme separado de todo lo que me
lleva a experimentar conflicto, escasez, miedo. Eso no significa que estoy
diciendo que está bien desear las cosas del mundo y aplicar el perdón. La
verdad es que, o deseas la oscuridad o la luz, pero no las dos simultáneamente.
Lo que sí digo, es que desees la paz de Dios sobre todas las cosas sin sentir
culpa porque todavía desees el mundo. Eso es algo diferente. Es una manera de
ser consciente de que deseo el mundo, pero mi pequeña dosis de buena voluntad
está disponible para que el Espíritu Santo la utilice a favor de la Verdad. De
lo contrario voy a estar viviendo un autoengaño intentando utilizar el mensaje
del curso para fines del ego.