Monday, June 18, 2018

Ríndete, Aunque En Realidad No Tienes Opción

"Cuando el hombre se estudia a sí mismo con imparcialidad honesta, observa que no es el artesano consciente y voluntario ni de sus sentimientos ni de sus pensamientos, y que sus sentimientos y sus pensamientos son solo fenómenos que le suceden. " -Hubert Benoit

Comentario: Si somos completamente honestos. podemos darnos cuenta de que nunca actuamos en función a nuestro "libre albedrío", sino que actuamos en función a un plan predeterminado.

Un curso de Milagros lo plantea de la siguiente manera utilizando solo tres extractos de ese material;

"Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios (elegir las experiencia que tendrán lugar en tu vida). Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado (perdonar o juzgar)." T-In.1:4-5

"El tiempo es un truco, un juego de manos, una gigantesca ilusión en la que las figuras parecen ir y venir como por arte de magia. No obstante, tras las apariencias hay un plan que no cambia. El guión ya está escrito. El momento en el que ha de llegar la experiencia que pone fin a todas tus dudas ya se ha fijado." W-pI.158.4:1-4

"El mundo del tiempo es el mundo de lo ilusorio. Lo que ocurrió hace mucho parece estar ocurriendo ahora. Las decisiones que se tomaron en aquel entonces parecen como si aún estuviesen pendientes; como si aún hubiera que tomarlas. Lo que hace mucho que se aprendió, se entendió y se dejó de lado, se considera ahora un pensamiento nuevo, una idea reciente, un enfoque diferente..., no eres libre de elegir el programa de estudios (las experiencias que tienen lugar en tu vida), ni siquiera la forma en que lo vas a aprender. Eres libre, no obstante, de decidir cuándo quieres aprenderlo. Y al aceptarlo, ya lo habrás aprendido (si perdonas, has aprendido la lección)." M-2.3:1-8

El sistema de pensamientos del ego, que se cree ser un "individuo separado" con "voluntad personal" va a resistir a toda costa esta noción de que no tiene libre albedrío. Sin embargo, será cuestión de tiempo antes de que se dé cuenta, que por más que intente "controlar" su mundo, nunca podrá pasar por alto la Voluntad de Dios, la cual es que su Hijo recuerde su naturaleza como Totalidad.

Es por eso que Jesús en el Curso no nos pone presión, sino que muy amorosamente espera a que se de uno cuenta de que su felicidad nunca la va a encontrar en el mundo que fabricó, y muy amorosamente nos dice, “Si quieres ser como yo, te ayudaré, pues sé que somos iguales. Si quieres ser diferente, aguardaré hasta que cambies de parecer." T-8.IV.6:3-4

Reconozco que este planteamiento puede ser extremadamente inquietante debido a que nuestra cultura fomenta la creencia de que "elegimos" nuestro destino. Esa idea de control se basa en la creencia subyacente de que soy algo separado de Dios, inseguro, vulnerable, y por ende necesito controlar de manera que me pueda sentir "seguro".

Eso es falta de confianza en el amor mismo. Pero cuando uno ha corrido lo suficiente, y está cansado de sufrir, de el esfuerzo, del sacrificio, es que está listo para rendirse. En esa total rendición es que la mente descansa y permite que el amor y la paz de Dios le arrope. Entonces todo en su mundo misteriosamente se acomoda, no para que  el individuo manifieste sus deseos personales, sino que para que la paz, el amor, en otras palabras el recuerdo de Dios siga asentándose aún más.

Esa es la dicha y la felicidad que siempre fue parte de nosotros y que por mucho tiempo nos mantuvimos distraídos buscándola donde nunca se iba a encontrar. Ahora podemos estar plenamente agradecidos de que las cosas no funcionaron como queríamos pues de haber sido así, la creencia de que la felicidad y la paz se encuentra "afuera" se seguiría sosteniendo aumentando más el miedo y el sufrimiento. Ahora podemos decir, "¡soy libre al fin!"

Esto requiere confianza plena en el momento presente, que por un tiempo se puede experimentar como muy doloroso, no porque así lo sea, sino porque todas nuestras creencias sobre lo que creíamos desear, dado que nuestra "felicidad" dependía de ello, saldrán a la superficie para ser cuestionadas.

Pero según se va uno rindiendo, la experiencia misma dará testimonio de que la única elección cuerda es, y siempre será, elegir la paz de Dios (el sistema de pensamientos del Espíritu Santo) sobre todas las cosas. Es por eso que el Curso nos recuerda; “Todavía tienes muy poca confianza en mí, pero ésta aumentará a medida que recurras más y más a mí -en vez de a tu ego- en busca de consejo. Los resultados te irán convenciendo cada vez más de que ésta es la única elección cuerda que puedes hacer.” T-4.VI.3:1-2

Ahora es solo cuestión de confiar, ya que no solo no hay nada mas que "hacer", sino que ¡nunca "hicimos" nada!