Wednesday, November 14, 2018

Impulsos Físicos Mal Canalizados


En función a uno de los videos titulado, La Sexualidad de la serie Relacionándose Conscientemente que Fayna y yo estamos compartiendo, surgió un comentario de una persona hablando de cuando el Curso hablaba de la confusión de los impulsos milagrosos con los impulsos sexuales mal canalizados.

El curso nunca toca el tema de lo sexual porque el curso no habla de la forma. Así que le pedí a la persona que me lo buscase en el curso, y rectifico su comentario al darse cuenta de que el curso hablaba de impulsos físicos, no específicamente sexuales, ya que todo impulso físico es un reflejo del estado de la mente. Así que busqué el párrafo en el curso y me sentí inspirado a comentar sobre ese párrafo.

Le persona se refiere a este extracto del curso:

VII. Las distorsiones de los impulsos milagrosos
1. Tus percepciones distorsionadas producen una densa envol­tura alrededor de los impulsos milagrosos, dificultándoles el que lleguen a tu conciencia. 2La confusión de los impulsos milagrosos con los impulsos físicos es una de las distorsiones básicas de la percepción. 3Los impulsos físicos son impulsos milagrosos mal canalizados. 4Todo placer real procede de hacer la Voluntad de Dios. 5Esto es así porque no hacer Su Voluntad es una negación del Ser. 6La negación del Ser da lugar a ilusiones, mientras que la corrección del error nos libera del mismo. 7No te engañes a ti mismo creyendo que puedes relacionarte en paz con Dios o con tus hermanos a través de algo externo.” T-1-VII.1:1-7
-------- Final de Extracto --------

Observemos como en ningún momento el curso habla de impulsos “sexuales”. Simplemente habla de impulsos físicos, lo cual en ese sentido incluye todo deseo físico hacia algún otro objeto que tenga lugar en este mundo. La razón por la cual ese impulso físico está mal canalizado es porque parte de la premisa de que mi felicidad, o mi paz, o mi sentido de plenitud la experimentaré si obtengo eso del mundo que deseo. El impulso mal canalizado es el impulso por el mundo en vez de por la Verdad.

Así que vamos a mirar ese párrafo, oración por oración:

“Tus percepciones distorsionadas producen una densa envol­tura alrededor de los impulsos milagrosos, dificultándoles el que lleguen a tu conciencia.” T-1-VII.1:1
Los impulsos milagrosos son, o es, el deseo profundo por recordar a Dios. Por reconocer mi verdadera Esencia. Pero al percibirme como algo separado del Todo (de mi mismo), ese impulso inherente hacia el reconocimiento de la Verdad, lo dirijo ahora hacia un objeto que aparenta estar separado de mí, y en ese sentido el impulso milagros de sentirme pleno aquí y ahora se canaliza incorrectamente hacia algo que se percibe “fuera. Esto no sólo incluye impulsos sexuales, incluye cualquier impulso hacia un objeto o experiencia en el mundo físico que yo crea que de una forma u otra pueda ser mi fuente de paz y felicidad. En términos mundanos, es cualquier cosa que yo desee para derivar placer, confundiendo el placer con la felicidad. Ese es el motivo por la cual un ser humano completamente dormido se la pasa en la constante búsqueda del placer.


La confusión de los impulsos milagrosos con los impulsos físicos es una de las distorsiones básicas de la percepción.” T-1-VII.1:2
Porque de nuevo, los impulsos milagrosos dirigen la mente hacia el interior, hacia la paz, mientras que los impulsos físicos, que se originan de una mente identificada con el ego, por ende dirigiendo la atención al cuerpo, dirigen al cuerpo hacia afuera, hacia algo del mundo que de una forma u otra cree que puede satisfacerle verdaderamente.


Los impulsos físicos son impulsos milagrosos mal canalizados.” T-1-VII.1:3
Esto ya lo clarificamos con el comentario anterior.

Todo placer real procede de hacer la Voluntad de Dios.” T-1-VII.1:4
Otra manera de decirlo sería, la verdadera paz procede de hacer la voluntad de Dios, no de buscar placer en el mundo. Se podría decir que Hacer la voluntad de Dios implica una aceptación total a lo que, una rendición total al momento presente. Esa actitud es la nos conduce a experimentar lo que realmente deseamos, la paz permanente, no placeres transitorios (impulsos físicos, o impulsos milagrosos mal canalizados).

Esto es así porque no hacer Su Voluntad es una negación del Ser.” T-1-VII.1:5
La negación del Ser es lo que tiene lugar a raíz de creer que somos un cuerpo físico. Al ser conscientes de nuestra realidad en Dios, mientras nos percibimos como cuerpos, esto no implica que los impulsos físicos, los deseos desaparecen. Lo que sí implica, es que los deseos, los impulsos físicos se pueden observar libre del juicio, libre de interpretación personal, siendo conscientes de que ninguno de esos deseos puede proporcionar, ni añadir nada a la paz que realmente somos.

La negación del Ser da lugar a ilusiones, mientras que la corrección del error nos libera del mismo.” T-1-VII.1:6
Como compartí en el comentario previo, la negación del Ser es la que da lugar a la creencia de que soy un cuerpo separado, a la creencia de que todo lo que percibo es real, y por consiguiente, los impulsos físicos me llevan a buscar en el mundo, en las ilusiones lo que creo pueda completarme. La corrección de ello es ser consciente de que lo que soy es la Totalidad, y por consiguiente soy completo, no necesito nada del mundo para completarme. En ese sentido ya los impulsos correctamente canalizados son aquellos que dirigen la mente hacia la paz de Dios (el verdadero gozo, la verdadera dicha).

No te engañes a ti mismo creyendo que puedes relacionarte en paz con Dios o con tus hermanos a través de algo externo.” T-1-VII.1:7
Otra manera de decirlo sería, no te engañes a ti mismo creyendo que en el mundo de los sueños puedes experimentar la Realidad. Por lo tanto, no te engañes a ti mismo creyendo que cualquier impulso físico, dirigido hacia lo que sea, puede darte la paz permanente. Ningún placer de este mundo te puede ofrecer nada permanente.

Como podemos ver, todo lo que el Curso hace, una y otra vez, a través de todo el Texto, Libro de Ejercicios, Manual para el Maestro, El Canto de la Oración y Manual de Psicoterapia, es hacernos conscientes de que lo único que puede proporcionarnos la paz y la felicidad que realmente se desea, es cuando la atención va dirigida hacia lo único de realmente tiene valor, la paz de Dios. En ese sentido, los impulsos milagrosos son aquellos que nos llevan a la unión mientras que los impulsos milagrosos mal canalizados son aquellos que buscan esa misma unión, solo que con algo que se percibe “fuera”.

Por eso nos damos cuenta, utilizando la sexualidad, para efecto de este ejemplo, que lo que queremos unirnos al otro, solo que es imposible que dos cuerpos se unan. Por consiguiente, impulsos físicos mal canalizados son, o es, ese deseo profundo de unión con Dios, solo que intentando obtener esa unión a través de sosteniendo nuestra identidad como seres humanos. Al percibirnos como entidades separadas (carentes), buscamos a toda costa ese sentido de unión, esa satisfacción, ese sentido de plenitud, hasta que llega un momento, después de haber intentado sentirnos plenos a través del sexo, de la comida, de la satisfacción de todo deseo corporal como quiera que sea que busquemos el placer, que solo el deseo por la paz es la única opción cuerda. Es la única opción que nos puede de verdad satisfacer, y por eso, citando de nuevo del párrafo en discusión, “Todo placer real procede de hacer la Voluntad de Dios.” T-1-VII.1:4