Estas dos preguntas que se me hicieron, opté por responderlas en un solo escrito debido a, aunque en la superficie se perciban como diferentes, en realidad son bastante similares.
Pregunta 1: “hola Nick es un placer poder
comunicarme con vos! quería hacerte una pregunta. no sé exactamente como
hacerla. pero necesito olvidarla a una ex novia que pasó mucho tiempo,
exactamente 10 años, durante ese tiempo tuvimos encuentros, el último fue este
jueves, siempre nuestras vidas se vuelven a cruzar. me produce mucha ansiedad,
desequilibrio está situación, no se como hacer para olvidar y mirar al
horizonte porque actualmente estoy en pareja con otra persona. desde ya gracias”
Pregunta 2: “No logro no dejar de sentir
tristeza por los conflictos en mi matrimonio de 25 años, no se como salir,
tengo pánico de soltar esto, y eso que he escuchado tantos videos , que
desgaste .... cono hiciste para dejar ir tanta gente sin que te duela tanto????”
Comentario: Empezando por la primera pregunta, el objetivo no es “olvidar” ninguna ex
pareja. Es más bien poder observar ese recuerdo libre de contenido. Porque la
realidad es, “nosotros”, siendo marionetas de la totalidad, no controlamos los
pensamientos que surgen. Son simplemente nubes pasajeras que, si se les permite
ser, sin resistirlas, sin juzgarlas, continúan su rumbo. El problema que veo
aquí, y es solo mi interpretación, que al ese recuerdo no haber sido perdonado,
se mantiene recurrente. Recurrente a nivel mental, y recurrente a nivel físico
en el sentido de que continúan cruzándose en el camino.
Así que voy a
elaborar en función a cómo entiendo los conceptos que he aprendido y a cómo los
vivo. Dado que todos somos parte de lo mismo, de la misma Fuente, del mismo
Amor, esa “ex pareja” tiene que, por consiguiente, formar parte de esa misma
fuente de la que tú formas parte de. Entonces, si la rechazas a “ella, tienes
que por consecuencia estar rechazando una parte de ti. Y como a través de
“ella” sigues rechazandoTE, la vida la sigue poniendo de frente hasta que
puedas acoger, aceptar, amar, perdonar totalmente eso que estás rechazando.
Esto no implica
qué tienes que compartir con ella, ni invitarla a tu casa. Pues no quiero que
confundamos lo que tiene lugar en la experiencia del mundo con lo que está
teniendo lugar en la mente. Porque es lo que está teniendo lugar en tu mente,
tal como tú mismo dices, “me produce mucha ansiedad, desequilibrio está
situación…” que necesita ser acogido, amado, perdonado, no rechazado. Ese
rechazo a ese pensamiento, que una vez más, no eres “tú” quien lo controla, te
pone en guerra contigo mismo, lo que a su vez, continúa alimentándolo. ¿Ves
como es un callejón sin salida? Intentar "olvidarlo" no te saca de tu
encrucijada, simplemente, le das más poder.
Una vez eso ha
sido perdonado, pueda que no necesites encontrártela de nuevo. Inclusive, pueda
que el pensamiento de ella deje de surgir en tu mente. Y si por la razón que
sea el pensamiento surgiese, o te cruzases con ella en el camino, lo único que
habría sería una sensación de amor y de comprensión. Pues, de nuevo, ella no es
algo “separado” de ti. Ella simplemente te muestra, al igual que todo en el
mundo te muestra, todo aquello que hay en ti, que, o estás aceptando, y ahí no habría
nada que perdonar, o estás rechazando, con el propósito de que pueda ser
acogido, perdonado, aceptado, amado. Es así cómo se restaura la unidad, el amor
EN TÍ.
Ahora,
necesitamos ver algo que puede ser la razón por la cual se te dificulta
perdonar. Dices que estás en otra relación de pareja. La pregunta que te tienes
que hacer ahora es, "¿cuál es el propósito que tiene esa nueva relación
para mí?" Y aquí es donde la pregunta que haces se encuentra con la
segunda pregunta que la otra persona hace. Tú quieres olvidar a una ex pareja y
la segunda pregunta quiere aprender a soltar el apego a la suya y así poder
dejar de sufrir.
En tu caso, al
igual que en la de la otra persona que hace la segunda pregunta, si el deseo
por una relación es satisfacer un placer, llenar un vacío, completarme, no
habrá forma de escape porque esas relaciones se convierten en dioses. Si, por
el contrario, mi deseo profundo es restaurar la paz y el amor de mí, a raíz de
la ÚNICA relación que de verdad es importante, la relación conmigo mismo, la
relación con la Fuente, la relación con Dios, ENTONCES, todo lo que está
teniendo lugar en nuestras vidas, pensamientos que se quieren olvidar,
desapegarse de una relación humana, todo eso se utiliza con el propósito que se
ha establecido. Como ya no se desea nada más, salvo la paz interior, memorias
de una ex pareja, miedo a soltar una pareja, y todo lo que se experimenta en
este mundo, da pie al trabajo. Y según la mente se va sanando, a raíz de un
apego total al amor de Dios, el desapego hacia el mundo va poco a poco teniendo
lugar.
Lo que entonces
empieza a experimentarse es una ligereza, una tranquilidad, un espacio de total
apertura en la que se pueden disfrutar las experiencias del mundo, porque
paradójicamente, ya no se desean. Y reconozco que esto que acabo de compartir
pueda sonar muy ridículo. ¿Cómo es posible disfrutar de algo que no deseo?
PORQUE NO HAY APEGO, no hay miedo. A eso es a lo que me refiero. El deseo no
viene teñido de apego, es solo un deseo, como el deseo de comerse un pedazo de
pastel. Si el deseo surge, se observa sin hacer nada especial de él. Si hay
pastel, se come y se disfruta. Si no hay pastel, no pasa nada. Ese deseo no se
convierte en un obstáculo a la paz. ¿Vez la diferencia?
El disfrute
verdadero sólo puede tener lugar cuando no hay miedo. En ese sentido, es como
observar la vida ocurriendo, ofreciéndome todos sus regalos. Me los puedo
disfrutar sin necesidad de que permanezcan conmigo, porque YA ME SIENTO PLENO
CONMIGO MISMO.
Resumiendo, y
no me tienen que hacer caso, es solo una sugerencia, yo me olvidaría de
intentar olvidar a una ex pareja, y a la otra persona, yo me olvidaría de como
intentar dejar de sufrir o desapegarme, en su caso, de su marido. A los dos les
digo, utilicen la experiencia que la vida les brinda para poner sus valores en
orden. Y el primero, el que necesita encabezar esa lista de valores es, lo
único que deseo SOBRE TODAS LAS COSAS es acercarme cada vez más a mi Padre. Que
se haga en mí Su Voluntad. Si eso se desea de corazón, la vida misma se
encargará de proveer los medios que sean necesario para que se cumpla ese
propósito.
Y aquí voy a
compartir una advertencia. Y esta es la parte que no nos gusta escuchar. Cuando
de corazón se desea recordar el amor que somos, lo primero que tienen que ser
expuestos a la luz son los obstáculos. Y aquí viene la parte consoladora. La
vida muy amorosamente nos llevará a mirar los obstáculos que estemos listos
para mirar, y nunca nos presentará nada que no estemos preparados para
afrontar. Es por eso que mientras atravesamos esas densas capas de nubes de
miedo, que una y otra vez, nos aferremos a nuestro propósito, el cual es,
perdonar.