Comentario: Quitarle el significado a todo, dejar de
condenar y permitir que todo sea como es, es perdonar. Y el resultado de esa actitud
es paz interior. Si estás en paz, has perdonado. Si experimentas conflicto,
resistencia, ahí tienes una oportunidad para perdonar porque al proyectarle
significado a las cosas estás dándole realidad a la proyección, que, a su vez,
perpetúa la creencia subyacente que dice que “tú” eres tan real como la
proyección.
Esto no implica
que al dejar de darle realidad a las proyecciones dejarás de percibirlas. Las
seguirás percibiendo mientras tu experiencia sea la de un cuerpo. Pero el
cambio de percepción que el perdón te ofrece es que lo ves todo con inocencia.
Los acontecimientos que tienen lugar se perciben inocentemente, como imágenes transitorias,
los sentimientos se sienten, y se permiten ser como nubes pasajeras, la vida
deja de ser una amenaza y se convierte en un currículo de aprendizaje en el que
se aprende a amarlo todo.
Solo que todavía estás
haciendo la pregunta desde un “yo” que cree que es el que “elige” no
engancharse. Esto es muy sutil. Mi experiencia me dice una y otra vez que según
la vida ocurre, y se observa, este “yo” es simplemente una marioneta que
observa cómo la vida lo utiliza. Y aquí no puedo en realidad ver de que manera
puedes tener esta experiencia. Eso se da, como se da, y cuando se da, si es que
se tiene que dar. Yo no digo que lo vivo así en todo momento, pero más frecuentemente
observo que se va desarrollando una confianza mas profunda en la vida, se va
asentando más una comprensión.
Y ojo, todo esto
puede cambiar en un instante. Por lo tanto, solo comparto lo que el personaje
Nick ha ido experimentando, sin asumir que ha “superado” nada.