Ahora
se adentra uno al silencio, sintiendo esa herida profunda con una mente
abierta, con una mente receptiva. Así es como se tiene acceso a la parte de la
mente cuerda que puede reinterpretar y deshacer lo que a nivel inconsciente la
mente errada había fabricado. De ese modo la paz es restaurada. Eso es todo lo
que el perdón hace. Que por eso es que se nos dice, "El perdón, en cambio,
es tranquilo y sosegado, y no hace nada…Simplemente observa, espera y no
juzga." W-pII.1.1.4:1…3
Esto
no tiene ninguna ciencia. Es extremadamente simple. Por eso Un curso de
milagros dice, "Tú que piensas que este curso es demasiado difícil de
aprender, déjame repetirte QUE PARA ALCANZAR UNA META TIENES QUE PROCEDER EN
DIRECCIÓN A ELLA. Y todo camino que vaya en dirección contraria te impedirá
avanzar hacia la meta que te has propuesto alcanzar. Si esto fuese difícil de
entender, entonces sería imposible aprender este curso. Mas sólo en ese caso.
Pues, de lo contrario, ESTE CURSO ES LA SIMPLE ENSEÑANZA DE LO OBVIO."
T-31.IV.7:3-7
¿Cuál
es la meta en la que tienes que ir en dirección a? Al deseo profundo por la
paz. Por eso es que el curso es simple. Porque cuando solo se desea la paz, ¡NO
HAY QUE HACER NADA! Sin embargo, ¿por qué se experimenta tan difícil hacer este
trabajo? Por los sentimientos y sensaciones que se generan en el proceso. El
ser humano cuando siente dolor todo lo que quiere es deshacerse de él. Y es
perfectamente lógico, ¿pues quién quisiera experimentar dolor? Pero el dolor al
igual que el placer han sido diseñados para que la mente traiga toda su
atención al cuerpo. Cuando la atención está enfocada en el cuerpo la mente
inmediatamente se identifica con el cuerpo como si esa fuese su realidad.
Cuando
el deseo por la paz se va asentando más en la mente, las sensaciones físicas
continuarán siendo experimentadas, pero hay una comprensión que se integra a
través la cual se van erradicando las historias que se le adhieren a esos
sentimientos y ahora la experiencia, sea cual sea, se experimenta libre de
sufrimiento. La mente puede ser más consciente ahora de su esencia como mente
observadora por lo cual el cuerpo deja de ser distracción. En ese sentido el
mundo deja de ser distracción.
La
mente está ahora siendo preparada para soltar el apego al mundo. Este puede ser
un proceso muy delicado e incomodo, en ocasiones doloroso. Porque, aunque por
un lado se reconoce el sufrimiento que genera el apego al mundo, por el otro
todavía no está firmemente establecido el deseo por soltarlo dado el
condicionamiento inconsciente que todavía rige una parte de la mente. En otras
palabras, cuando el ego está siendo amenazado hace todo lo posible por evitar
su muerte. Durante este periodo solo se puede ser firme y agarrarse de la Mano
de Aquel que hemos elegido como nuestro Guía, llámesele Mente Recta, Mente
Cuerda, Divinidad, Esencia, Luz Interior, Espíritu Santo, Cristo, Dios, Amor,
etc.
Por
eso es que Un curso de milagros nos dice, "Trataremos ahora nuevamente de
llegar a la luz en ti, que es donde realmente se encuentra tu salvación...Recuerda
que TIENES QUE ATRAVESAR LAS NUBES antes de poder llegar a la luz."
W-pI.70.8:1..5 La Biblia describe este proceso de atravesar el miedo de la
siguiente manera, "Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que
lleva a la vida, y POCOS SON LOS QUE LA HALLAN." [Mateo 7:14]
La
buena noticia es, cuando ese periodo se ha atravesado, seguimos viviendo en el
mundo disfrutando de todas las experiencias que el mundo ofrece, solo que libre
de todo apego, pues ya se sabe, intuitivamente, que el mundo no tiene nada de
valor que ofrecer mientras la mente llena de dicha descansa en su paz interna.
El ego, que carece de comprensión escucha estás palabras y dice, “si el mundo
no tiene nada de valor que desee, si no tiene sentido estar aquí, entonces me deprimo,
mejor me suicido”. Pero es todo lo contrario. Cuando no hay apego dado que la
mente descansa en un espacio de comprensión, de amor propio, de perfecta
cordura, es como ir al cine, disfrutar plenamente de la película, con todas sus
diferentes escenas, experimentando todas las diferentes sensaciones, sabiendo
que es una película, y cuando se acaba lo que queda es el disfrute de haberla
visto. No hay apego a la película, no hay deseo de que continúe. Solo fue una
experiencia que de ninguna manera afecta la vida que es nuestra verdadera
esencia, que ha estado presente antes de ir la cine, durante la película, y
después de salir de él.
Es
como decir, cuando se es consciente del amor, de la paz en nuestro interior,
todos los detalles que tienen lugar en este mundo son insignificantes. Y de
nuevo, mientras continuamos teniendo la experiencia de vivir aquí, por qué
privarse uno del disfrute de la experiencia, si es solo eso, una experiencia,
no una “realidad”. Pero para que esa comprensión tenga lugar, hay que mirar los
obstáculos que se han interpuesto ante ella. Y esa es la parte incomoda. Por
eso es que hay que tener una intención muy clara, la cual es, que la paz sea lo
mas importante para mí. Y luego, mirar los obstáculos que surgen con esa
intención. De ahí en adelante, el Espíritu, la Luz interior, la Mente Cuerda,
Dios, como se le quiera llamar hace Su trabajo sin interrupción. Y este proceso
requiere confianza. ¡Es una entrega total! Entonces se da uno cuenta que no
existe nada mas, solo el amor que desea expresarse en cada instante. Y esa es
la manera natural de vivir. No requiere esfuerzo.
El
esfuerzo se requiere para sostener nuestras creencias. Y hasta que no se dé uno
cuenta del precio que paga por ello, las seguirá sosteniendo hasta que no pueda
más, que por eso el Espíritu a través de Un curso de milagros me dice, “Si
quieres ser como yo, te ayudaré, pues sé que somos iguales. Si quieres ser
diferente, aguardaré HASTA QUE CAMBIES DE PARECER." T-8.IV.6:3-4
En otras palabras, ES CUESTIÓN DE TIEMPO. Porque la cruz se puede
cargar, pero no por siempre. Su peso nos lleva, tarde o temprano a querer
soltarla. Como muy bien nos dice el curso, "La resistencia al dolor puede
ser grande, PERO NO ES ILIMITADA. A la larga, todo el mundo empieza a reconocer,
por muy vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor,” T-2.III.3:5-6
En
resumidas cuentas, ¿qué es lo que deseo? La paz interior. ¿Qué necesito hacer
ahora para que la misma sea restaurada en la mente? Permitirme sentir lo que
surja, permitir que lo que tenga que salir a la superficie me atraviese,
manteniendo firme las siguientes palabras, “no conozco el significado de nada,
incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo
que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora,” T-14.XI.6:6-9
En otras palabras, soltar toda interpretación, abriéndome completamente a este
momento, con todo lo que surge, con todo lo que acontece, con todo lo que se
siente, y confiar en el proceso. La luz está ahí, siempre ha estado, y siempre
estará. Pues el amor es lo único que existe. El resto son escenarios de ese
mismo amor, solo que mal interpretados.