Wednesday, February 6, 2019

Solo Existe el Amor

Si sólo existe el amor no puede haber otra cosa. En ese sentido cuando se experimenta miedo es porque tiene que haber un error de percepción. Tiene que haber una interpretación personal, y por consiguiente equivocada. Entonces, cuando hay miedo lo primero que se puede hacer es rendirse a momento presente, respirar profundamente para que se abra un espacio en el que se pueda observar la historia que la mente ha fabricado. Y reconocer, aunque sea intelectualmente, que esa historia, sea cual sea, es falsa.

Ahora se adentra uno al silencio, sintiendo esa herida profunda con una mente abierta, con una mente receptiva. Así es como se tiene acceso a la parte de la mente cuerda que puede reinterpretar y deshacer lo que a nivel inconsciente la mente errada había fabricado. De ese modo la paz es restaurada. Eso es todo lo que el perdón hace. Que por eso es que se nos dice, "El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada…Simplemente observa, espera y no juzga." W-pII.1.1.4:1…3

Esto no tiene ninguna ciencia. Es extremadamente simple. Por eso Un curso de milagros dice, "Tú que piensas que este curso es demasiado difícil de aprender, déjame repetirte QUE PARA ALCANZAR UNA META TIENES QUE PROCEDER EN DIRECCIÓN A ELLA. Y todo camino que vaya en dirección contraria te impedirá avanzar hacia la meta que te has propuesto alcanzar. Si esto fuese difícil de entender, entonces sería imposible aprender este curso. Mas sólo en ese caso. Pues, de lo contrario, ESTE CURSO ES LA SIMPLE ENSEÑANZA DE LO OBVIO." T-31.IV.7:3-7

¿Cuál es la meta en la que tienes que ir en dirección a? Al deseo profundo por la paz. Por eso es que el curso es simple. Porque cuando solo se desea la paz, ¡NO HAY QUE HACER NADA! Sin embargo, ¿por qué se experimenta tan difícil hacer este trabajo? Por los sentimientos y sensaciones que se generan en el proceso. El ser humano cuando siente dolor todo lo que quiere es deshacerse de él. Y es perfectamente lógico, ¿pues quién quisiera experimentar dolor? Pero el dolor al igual que el placer han sido diseñados para que la mente traiga toda su atención al cuerpo. Cuando la atención está enfocada en el cuerpo la mente inmediatamente se identifica con el cuerpo como si esa fuese su realidad.

Cuando el deseo por la paz se va asentando más en la mente, las sensaciones físicas continuarán siendo experimentadas, pero hay una comprensión que se integra a través la cual se van erradicando las historias que se le adhieren a esos sentimientos y ahora la experiencia, sea cual sea, se experimenta libre de sufrimiento. La mente puede ser más consciente ahora de su esencia como mente observadora por lo cual el cuerpo deja de ser distracción. En ese sentido el mundo deja de ser distracción.

La mente está ahora siendo preparada para soltar el apego al mundo. Este puede ser un proceso muy delicado e incomodo, en ocasiones doloroso. Porque, aunque por un lado se reconoce el sufrimiento que genera el apego al mundo, por el otro todavía no está firmemente establecido el deseo por soltarlo dado el condicionamiento inconsciente que todavía rige una parte de la mente. En otras palabras, cuando el ego está siendo amenazado hace todo lo posible por evitar su muerte. Durante este periodo solo se puede ser firme y agarrarse de la Mano de Aquel que hemos elegido como nuestro Guía, llámesele Mente Recta, Mente Cuerda, Divinidad, Esencia, Luz Interior, Espíritu Santo, Cristo, Dios, Amor, etc.

Por eso es que Un curso de milagros nos dice, "Trataremos ahora nuevamente de llegar a la luz en ti, que es donde realmente se encuentra tu salvación...Recuerda que TIENES QUE ATRAVESAR LAS NUBES antes de poder llegar a la luz." W-pI.70.8:1..5 La Biblia describe este proceso de atravesar el miedo de la siguiente manera, "Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y POCOS SON LOS QUE LA HALLAN." [Mateo 7:14]

La buena noticia es, cuando ese periodo se ha atravesado, seguimos viviendo en el mundo disfrutando de todas las experiencias que el mundo ofrece, solo que libre de todo apego, pues ya se sabe, intuitivamente, que el mundo no tiene nada de valor que ofrecer mientras la mente llena de dicha descansa en su paz interna. El ego, que carece de comprensión escucha estás palabras y dice, “si el mundo no tiene nada de valor que desee, si no tiene sentido estar aquí, entonces me deprimo, mejor me suicido”. Pero es todo lo contrario. Cuando no hay apego dado que la mente descansa en un espacio de comprensión, de amor propio, de perfecta cordura, es como ir al cine, disfrutar plenamente de la película, con todas sus diferentes escenas, experimentando todas las diferentes sensaciones, sabiendo que es una película, y cuando se acaba lo que queda es el disfrute de haberla visto. No hay apego a la película, no hay deseo de que continúe. Solo fue una experiencia que de ninguna manera afecta la vida que es nuestra verdadera esencia, que ha estado presente antes de ir la cine, durante la película, y después de salir de él.

Es como decir, cuando se es consciente del amor, de la paz en nuestro interior, todos los detalles que tienen lugar en este mundo son insignificantes. Y de nuevo, mientras continuamos teniendo la experiencia de vivir aquí, por qué privarse uno del disfrute de la experiencia, si es solo eso, una experiencia, no una “realidad”. Pero para que esa comprensión tenga lugar, hay que mirar los obstáculos que se han interpuesto ante ella. Y esa es la parte incomoda. Por eso es que hay que tener una intención muy clara, la cual es, que la paz sea lo mas importante para mí. Y luego, mirar los obstáculos que surgen con esa intención. De ahí en adelante, el Espíritu, la Luz interior, la Mente Cuerda, Dios, como se le quiera llamar hace Su trabajo sin interrupción. Y este proceso requiere confianza. ¡Es una entrega total! Entonces se da uno cuenta que no existe nada mas, solo el amor que desea expresarse en cada instante. Y esa es la manera natural de vivir. No requiere esfuerzo.

El esfuerzo se requiere para sostener nuestras creencias. Y hasta que no se dé uno cuenta del precio que paga por ello, las seguirá sosteniendo hasta que no pueda más, que por eso el Espíritu a través de Un curso de milagros me dice, “Si quieres ser como yo, te ayudaré, pues sé que somos iguales. Si quieres ser diferente, aguardaré HASTA QUE CAMBIES DE PARECER." T-8.IV.6:3-4

En otras palabras, ES CUESTIÓN DE TIEMPO. Porque la cruz se puede cargar, pero no por siempre. Su peso nos lleva, tarde o temprano a querer soltarla. Como muy bien nos dice el curso, "La resistencia al dolor puede ser grande, PERO NO ES ILIMITADA. A la larga, todo el mundo empieza a reconocer, por muy vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor,” T-2.III.3:5-6

En resumidas cuentas, ¿qué es lo que deseo? La paz interior. ¿Qué necesito hacer ahora para que la misma sea restaurada en la mente? Permitirme sentir lo que surja, permitir que lo que tenga que salir a la superficie me atraviese, manteniendo firme las siguientes palabras, “no conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora,” T-14.XI.6:6-9 En otras palabras, soltar toda interpretación, abriéndome completamente a este momento, con todo lo que surge, con todo lo que acontece, con todo lo que se siente, y confiar en el proceso. La luz está ahí, siempre ha estado, y siempre estará. Pues el amor es lo único que existe. El resto son escenarios de ese mismo amor, solo que mal interpretados.