Saturday, April 6, 2019

La Vida Cada Vez Que Se Experimenta Más Simple

Cuando este personaje “yo” se levanta por la mañana se observa levantarse. Observa si va al baño o a la cocina. Observa lo que se encuentra haciendo en el lugar que se encuentre. Si es en el baño hace lo que hace, si es en la cocina hace lo que hace. Si en la cocina se encuentra preparándose un limón con agua tibia lo hace. Luego pueda que agarre el móvil o se siente a leer. O quizás se pone a hacer cosas con el ordenador. Y todo el día se va desenvolviéndose de esa manera. Se observa el pensamiento que surge primero de la conciencia, y, o sea actúa sobre él, o no.

Si hay una aparente agenda que tiene que cumplirse, pueda que la escriba en papel o no. Luego observa lo que se hizo, sabiendo que eso era lo que se tenía que hacer. Y lo que no se hizo fue simplemente lo que no se tuvo que hacer. Todo lo que tiene en cada momento es lo que tiene que tener y lo que no pues no. Si se experimenta movido porque surgen pensamientos de miedo o preocupación los observa como que eso es lo que tiene que ocurrir. No se culpa por ello. Cuando se encuentra tranquilo, con una mente ecuánime, simplemente es porque eso es lo que tiene que ocurrir.

Sabe que no es “él” quien hace las cosas, sino que las cosas se hacen a través de “él”. Volviendo a primera persona, no soy “yo” quien vivo la vida, la vida me vive. Cuando termina el día y me acuesto a dormir hay veces que la mente se encuentra muy agitada y el personaje “yo” experimenta desvelo, de la misma manera que a veces no. Todo es un misterio. Sólo que cuando hay confianza en la vida el misterio se vive desde un espacio de curiosidad y asombro en vez de miedo. Porque el personaje “yo”, sabe que la vida lo tiene donde lo tiene que tener y lo lleva a donde lo no tiene que llevar. Y al saber que la vida siempre sabe lo que es mejor, no solo para él, sino que para todo, se deja llevar.

Lo curioso del caso es, una persona que no es consciente de esto, no es que no se deje llevar dado que es imposible no poder dejarse llevar, sino que al la vida estar cargo, se va a tener que dejar llevar, sí o sí, le guste o no. Sólo que si no confía en la vida ese dejarse llevar se experimenta como muy doloroso porque esta en constante resistencia. Estas palabras se escriben porque surgió un pensamiento que nace de ese misterio y el personaje “yo” se encuentra, o actuando sobre el pensamiento o no. Y el personaje “yo” no lo sabe hasta que, o actúa sobre ese pensamiento o no. En este caso, obviamente, actuó sobre el pensamiento porque las palabras están escritas. No sabe en un principio si las va a publicar o no hasta que se publiquen. Y de nuevo, en este caso publicarlas es lo que tuvo lugar. Volviendo a primera persona, estoy completamente abierto a lo que tenga que tener lugar en este día.

El personaje se encuentra abierto, curioso, observando qué es lo que este día trae. Hay muchas cosas que podría hacer. Pero solo observa qué es lo que se está haciendo. ¿Pues no se puede hacer nada más de lo que ahora mismo se está haciendo.

Cuando la comprensión de que la vida está a cargo, y de que todo ocurre para el bien, queda establecida, no puede existir la preocupación. ¿Pues por qué habría uno que preocuparse sabiendo que la vida es la que está cargo y que todo lo que ocurre es para el mayor bien? ¿Y adivina qué? Si preocupación surge, es porque eso es lo que tenia que surgir. ¡Vaya paradoja!

Esa actitud es lo que permite que la mente pueda vivirse en presencia de lo que es, libre de miedo. La mente ya no tiene futuro, lo que tiene es lo único que siempre ha tenido, este momento presente. En el momento presente está la vida entera. Está todo. Lo que necesito, lo que tengo, lo que es. Y si no hay deseo o preferencia de que las cosas fuesen diferentes, lo que queda  es aceptación, en otras palabras, lo que queda es paz.  La famosa paz que tanto se busca, y que está en nuestras narices, pero que no se experimenta por falta de confianza en la vida. Por querer que las osas fuesen diferentes en función, no a la realidad, sino a nuestras tan atesoradas creencias. Y como la paz es la ausencia de sufrimiento, se podría decir que lo que queda es felicidad. Así es como se vive feliz-mente.

Es por eso que cuando se me pregunta si yo hago alguna práctica especial, la contestación es muy simple, esto que está ocurriendo, la aceptación total de lo que es, es mi practica, es lo único que hago porque es lo único que se está haciendo, que ni siquiera soy "yo" el que la hago. Una vez más, vaya paradoja. Y dentro de la paradoja, la contestación que surge a través de "mi" es, si hago alguna práctica se podría decir que es no perder de vista que "yo" no estoy haciendo nada, sino que la vida me estaba haciendo. Y es por eso que la vida cada vez se experimenta más simple.