Pregunta: “Hola
Nick, soy seguidora tuya... Gracias por tus respuestas tan aclaratorias... A
veces veo las cosas con una claridad aplastante y otras parece que no entiendo
nada... Necesito saber como PERDONAR las situaciones que me generan
sufrimiento... Parece que con situaciones sencillas soy capaz de hacerlo pero
con situaciones me generan mucho sufrimiento no logro llevarlo a cabo..
Entiendo que una de las misiones del curso es enseñarnos a través de la práctica
hacer un cambio de mente y poder perdonar todo... Pero me parece tremendamente
difícil no sufrir por determinadas circunstancias.... No es que quiero utilizar
el curso como amuleto (algo que en ocasiones si he hecho) sino que ya que estoy
realizando el curso quiero aplicarlo en las situaciones de mi vida por las que
yo sufro... En la lección 330 dice.. Por que atacar nuestras mentes y
ofrecerles imágenes de dolor???? Al leer esta frase me confundo porque a veces
te he escuchado decir que lo que es Es y hay que dejarlo ser.... Pero según eso
parce que somos nosotros los que ponemos las imágenes para sufrir.... Y
vale.... Lo acepto... De un modo inconsciente buscamos situaciones para sanar
la culpa.... Pero COMO LOGRAS QUE ESAS SITUACIONES NO TE DUELAN?? como no se
sufre ante un hijo enfermo o ante una situación de violencia... El tema es que
en el día a día hay tantas cosas que perdonar, hay tantas situaciones que no
desearíamos vivir.. Y para que Nick??? Para que todo esto??? Si en verdad todo
es mentira, si el cuerpo nos tiene atrapados si lo que nos pone contentos es
una ilusión y lo que nos hace sufrir también pero no dejamos de hacerlo.. Sigo
sin entender para que es esta experiencia.... Un sueño... Y cuando decidimos
elegir a Dios, descubrimos que el ego existe y hay algo dentro de nosotros que
nos dice que si, que hay otra manera pero no llegamos nunca a vivir en paz???
Se puede vivir en paz pase lo que pase?? Esa es mi pregunta... Se puede???
Porque llevo varios años ya y me sigo enredando en el dolor y sigo mezclando a
veces todo... Me veo en ocasiones mezclando a dios, con el ego, me invade el
miedo y lo intento ver desde esta perspectiva pero vuelvo a caer en él.... Es
normal esto??”
Comentario: Primero que nada, reconozco
perfectamente tu frustración. Y como sabrás, este es un proceso que requiere
tiempo e integración. De hecho, el Manual de Psicoterapia de Un curso de
milagros dice, "Sólo la mente tiene necesidad de sanación. Este no parece
ser el caso, pues las manifestaciones de este mundo parecen bastante reales. La
psicoterapia es necesaria para que un individuo pueda comenzar a cuestionar su
realidad...Algunas veces necesita una relación más estructurada y extensa con
un terapeuta "oficial". P-In.1:3-7..7
Y como te darás cuenta, no tengo el tiempo de acompañar a un individuo en
su proceso. Los comentario a las preguntas que se me hacen, tengo que ir
directamente al grano. Luego la vida a través de cada individuo elige el tipo
de acercamiento que tendrá lugar en su vida para continuar su proceso de
sanación. Habiendo aclarado eso, hay varias preguntas en tu escrito, así que
voy a abordarlas según las voy viendo.
Dices; “Necesito saber como PERDONAR las situaciones que me generan
sufrimiento... Parece que con situaciones sencillas soy capaz de hacerlo pero
con situaciones me generan mucho sufrimiento no logro llevarlo a cabo.”
Lo que ocurre es que no hay un “yo” que tiene que perdonar nada. Pero al
seguir identificándote con un “yo”, cualquier situación, sencilla o complicada
servirá para sostener tu sentido de identidad, y eso es lo que tienes miedo a
soltar. Es por eso que tu personaje pregunta cómo poder perdonar. Porque lo que
realmente quiere el personaje es seguir sosteniendo su identidad como
personaje, en otras palabas, seguir sosteniendo la creencia en la separación,
solo que mas “cómodo.”
El perdón nos lleva al reconocimiento de que no somos es este “cuerpo” que
nos creemos ser, sino que somos la mente que sueña este “cuerpo.” Y por lo que
veo en tu pregunta, quieres perdonar para dejar de sentirte de alguna manera,
lo cual reconozco que eso es lo mas natural dentro de la experiencia “humana”.
Pero el problema es que en realidad estás en rechazo a la experiencia presente.
Esto no implica que no se puedan hacer cosas para sentirse uno mejor, como si
tuvieses un dolor de cabeza no tomarte una aspirina, o ir a un medico para lidiar
con una condición física más complicada, o si estás en un lugar que no te
apetece estar, y puedes salir, que lo hagas, etc.
Lo que quiero decir es que mientras mas pelees con tu experiencia presente,
mas refuerzas la creencia subyuacente que dice, “primero; yo soy un cuerpo en
un mundo ´real’ y ‘separado’ de él, y segundo; el mundo es la causa de mi
sentir”. Estás en guerra contigo misma. De nuevo, porque la mente se está
identificando con un individuo, con un “yo” “separado”, con un cuerpo. Y si
quieres dejar de sufrir, no es que vayas por ahí diciendo que no eres un cuerpo
y de que todo es ilusión. Es simplemente una total rendición a lo que es, una
total aceptación de lo que es. En el cual la mente, libre de justificaciones y
de historias, pueda empezar a soltar su posición fija que tiene sobre lo que
cree ser. Eso es lo que el deseo por la paz aporta. De lo contrario, la mente
va a seguir fabricando excusas, justificaciones, y eso es lo que la alimenta.
En una conversación que tuve con Fayna, ella me compartió la siguiente
analogía y la comparto aquí contigo: “Cuando la mente está fijada en un concepto, cuando
la mente está identificada con un concepto, con una idea, con un pensamiento,
con una historia, es como un perro con un hueso. Está totalmente enfocado ahí.
Es todo lo que quiere en ese momento. Y esta ahí, y lo está disfrutando y lo
está alimentando, y si tu intentas quitárselo, si tu intentas que no entre ahí,
mas fuerte lo agarra. Pasa siempre. Basta que no quiera pensar algo para que
eso que no quiero pensar aparezca. Basta que trate de resistirme a lo que está
teniendo lugar para que eso se intensifique.”
Luego dices: “Entiendo que una de las misiones del curso es enseñarnos a través de
la práctica hacer un cambio de mente y poder perdonar todo...”
Perdonarlo todo implica la desaparición de este mundo. En este contexto
podrías utilizar la palabra despertar. Cuando sueñas, si abres los ojos, que
sería lo mismo que despertar (perdonar) el sueño desaparece. Sin embargo, un
cambio de mentalidad a raíz del perdón nos lleva a reconocer nuestra inocencia,
nuestra esencia como consciencia, aun cuando todavía nos experimentamos como cuerpos.
Desde esa perspectiva podemos entonces observar el “mundo”, libre de
condenación. En ese sentido se podría utilizar el concept de haberlo perdonado
todo antes de dejar el sueño a un lado. Pero perdonarlo todo, es soltar el
mundo que la mente ha fabricado como un escondite para alejarse de Dios.
De la misma manera que un adicto se esconde en su droga para evadir el
contenido de su mente, la experiencia humana sería el equivalente a un
escondite para evadir la Totalidad, dado que al creer habernos “separado” de
Dios “merecemos castigo”. Lo cual es ridículo porque no podemos ser castigados
por algo que ¡nunca ha ocurrido!. El que sueña puede creer haberse ido a un
lugar muy lejano, cuando la realidad es, nunca salió de la cama.
Dices, “Pero me parece tremendamente difícil no sufrir por determinadas
circunstancias....”
Porque al tu identificarte como un cuerpo, al identificarte como una
diminuta parte de la totalidad, el miedo es inherente. Pero el cambio de
mentalidad, que es lo que el milagro ofrece, es una comprensión integrada de
que no eres ésta marioneta de carne y hueso “victima” del mundo que percibe.
Sino que eres la mente que sueña el sueño, y en ese sentido, como dice el
curso, “Nada real puede ser amenazado” T-In.2:2, Tú como mente no puede ser
amenazada por lo que tenga lugar en el sueño. “Nada irreal existe.” T-In.2:3 El
sueño no tiene nada que ver con tu Realidad, aunque aparente ser percibido como
tu experiencia. “En eso radica la paz de Dios.” T-In.2:4 En esa comprensión, no
intelectual, sino que integrada radica la paz de Dios. Y eso es lo que el
perdón te va poco a poco llevando. A esa comprensión.
Solo que quieres tener esa comprensión mientras te identificas con tu
identidad como persona, y ese es el conflicto. Ese es el miedo a “morir” por así
decirlo. Porque si crees ser una persona, el miedo a la muerte asecha, y por
eso el perdón nos aterra. Porque el perdón lleva a la mente a la comprensión de
que no es un cuerpo. Pero si eres consciente de que lo que eres no puede
“morir”, ya que es la vida eterna, entonces el mundo se convierte en un
currículo de experiencias, y ninguna es mas ni menos que la otra. Por eso es
que se nos recuerda que no hay jerarquía de ilusiones. "La primera ley
caótica es que la verdad es diferente para cada persona. Al igual que todos estos
principios, éste mantiene que cada cual es un ente separado, con su propia
manera de pensar que lo distingue de los demás. Este principio procede de la
creencia en una jerarquía de ilusiones: de que algunas son más importantes que
otras, y, por lo tanto, más reales." T-23.II.2:1-3
Dices; “No es que quiero utilizar el curso como amuleto (algo que en ocasiones
si he hecho) sino que ya que estoy realizando el curso quiero aplicarlo en las
situaciones de mi vida por las que yo sufro...”
Lo que ocurre es que estás realizando el curso con el ego para que las
ilusiones cambien y tu experiencia humana sea solo de placer y no dolor. Pero
la experiencia humana es dual, es el precio que la mente paga por percibirse “separada”.
Es el precio que el Hijo Prodigo paga por querer separarse del Padre. Sin
embargo, el verdadero perdón te ofrece esa paz que tanto deseas, pero a raíz de
abrir tu mente al amor de Dios, a la Verdad. Y eso implica soltar tu identidad
como “persona”, que es la que está en conflicto y quiere entender lo
inentendible.
La sencillez del curso es que no te pide esfuerzo ni sacrificio, solo tu
pequeña dosis de buena voluntad. En otras palabras, no te pide que analices ni
entiendas nada, solo tu deseo por la paz. Que por eso nos dice, “El conocimiento no es la motivación para
aprender este curso. La paz lo es.” T-8.1:1-2
Según vas haciendo los ejercicios, teniendo en mente que tu deseo es la
verdadera paz, que eso implica, el deseo por la verdad y no las ilusiones, confías
en el proceso. Que por algo el Libro de Ejercicios del curso nos dice, “Recuerda solamente esto: no tienes que creer en las ideas, no
tienes que aceptarlas y ni siquiera tienes que recibirlas con agrado. Puede
que hasta te opongas vehementemente a algunas de ellas. Nada de eso importa, ni
disminuye su eficacia. Pero no hagas excepciones al aplicar las ideas expuestas
en el libro de ejercicios. Sean cuales sean tus reacciones hacia ellas, úsalas.
no se requiere nada más.” W-pI.In.9:1-5
Dices; “En la lección 330 dice.. Por qué atacar nuestras mentes y ofrecerles
imágenes de dolor???? Al leer esta frase me confundo porque a veces te he
escuchado decir que lo que es Es y hay que dejarlo ser...”
Lo que esa frase dice es, ¿por qué atacar la mente soñadora del sueño
soñando más sueños? Las imágenes de dolor son las imágenes del sueño, no
importa si son “agradables” o “desagradables”. Son imágenes que mantienen a la
mente distraída de la Verdad. Distraída de Su Verdadero Hogar. Por algo el
curso no dice, “Los sueños que te parecen gratos te
retrasarán tanto como aquellos en los que el miedo es evidente. Pues todos
los sueños son sueños de miedo, no importa en qué forma parezcan manifestarse.
El miedo se ve adentro o afuera, o en ambos sitios. O puede estar oculto tras
formas agradables. Pero nunca está ausente del sueño, pues el miedo es el
elemento básico de todos los sueños.” T-29.IV.2:1-5
Y de nuevo, no estoy hablando de la mente “humana”, estoy hablando de la
Mente que sueña el sueño. Por eso, si crees que estas palabras van dirigidas a
“ti” como persona, nada de lo que hablo hará sentido. Y es aquí donde se queda
uno atrapado. Por lo tanto, cuando hablo de aceptar lo que es, es que no puedes
hacer otra cosa, salvo sufrir al resistir lo que es.
La “vida”, o mejor dicho, la “proyección”, sea cual sea, es este momento
presente, con todos y cada uno de sus detalles. Y no eres “tú”, la “persona”,
la “mente humana” la que los proyecta. Es la mente que te sueña a ti la que
proyecta todo.
Luego dices, “Pero según eso parce que somos nosotros los que ponemos las imágenes
para sufrir.... Y vale.... Lo acepto...
Como compartí anteriormente, no eres “tú” quien elige lo que sucede. Eso
viene ya dado, ¡por el mero hecho de que ya está sucediendo! ¿Ves que simple?
Ahora, cuando no hay aceptación de ello, hay sufrimiento. Cuando hay aceptación
de ello, no resignación, sino que aceptación, lo que hay es paz. En tu
compartir me suena como resignación, como resistencia, como intentar “aceptar”
para que la situación cambie. Eso no es aceptación, eso es manipulación.
Dices: “De un modo inconsciente buscamos situaciones para sanar la culpa....
Pero COMO LOGRAS QUE ESAS SITUACIONES NO TE DUELAN?? como no se sufre ante un
hijo enfermo o ante una situación de violencia...”
Porque al creer que eres un cuerpo, el mundo dará testimonio de ello, y
reaccionarás ante cualquier experiencia que se te presente, de nuevo, en
función a quien tu crees ser. ¿Ves como estamos corriendo en círculos?
Si tu crees ser un cuerpo que puede “sufrir”, que puede “morir”, las
proyecciones servirán para corroborar eso sobre ti, no sobre “ellos” ¡porque no
hay “ellos”!.
Y si eres “tú” quien tienes miedo a sufrir, quien tienes miedo a “morir”,
obviamente cuando vez a un ser querido, a otra imagen “sufriendo” solo vas a
proyectar tu miedo hacia esa imagen, y te convencerás de que estás siendo
“compasiva”, de que estás siendo “amorosa”, cuando lo que en realidad estás
haciendo es sosteniendo la culpa inconsciente mas firmemente, para ti, y para
el “otro”, aunque ya sabemos que no hay “otro”. Pero como es aquí donde crees
estar, y crees que hay “otros”, así es como la culpa se proyecta y se sostiene.
Es así como se utiliza el mundo, las proyecciones para sostener el deseo de
sentirse separado, para sostener el deseo de sentirse “especial”.
Dices: “El tema es que en el día a día hay tantas cosas que perdonar, hay
tantas situaciones que no deseariamos vivir”
Reconozco que así aparenta ser, hasta que la practica del perdón te lleva a
una comprensión de que todo es lo mismo. Esto me recuerda el extracto del curso
que dice, "Es
fácil entender las razones por las que no le pides al Espíritu Santo que
resuelva todos tus problemas por ti. Para Él no es más difícil resolver unos
que otros. todos los problemas son iguales para él, puesto que cada uno
se resuelve de la misma manera y con el mismo enfoque (el verdadero perdón).
Los aspectos que necesitan solución no cambian, sea cual sea la forma que el
problema parezca adoptar (problemas con amistades, dinero, salud, negocio,
familia, gobierno, etc.). un problema puede manifestarse de muchas maneras,
y lo hará mientras el problema persista (el problema es que me percibo como un
cuerpo separado de Dios). De nada sirve intentar resolverlo de una manera
especial. Se presentará una y otra vez hasta que haya sido resuelto
definitivamente y ya no vuelva a surgir en ninguna forma (cuando seas
consciente de que todo esto es un sueño). Sólo entonces te habrás liberado de
él." T-26.II.1:1-8
Como puedes ver, en realidad solo hay un solo problema. Es como cuando
duermes y te pones a soñar. En el sueño pueden aparecer millones de problemas
“diferentes”, hasta que la mente reconoce que está soñando un sueño, y ahora
todo es lo mismo. Por eso se nos recuerda que, "El milagro establece que
estás teniendo un sueño y que su contenido no es real" T-22.II.7:1 O
"El milagro no te despierta, sino que simplemente te muestra quién es el
soñador." T-28.II.4:2
Dices: “Y para que Nick??? Para que todo esto??? Si en verdad todo es mentira,
si el cuerpo nos tiene atrapados”
El cuerpo no te mantiene atrapado, es la mente que se aprisiona a si misma
al creer ser un cuerpo. El cuerpo es una proyección de la mente. Por lo tanto,
la mente no está en el cuerpo. El cuerpo está en la mente, y es la mente la
única que se está sanando. Y de nuevo, no es la “mente humana”, “cerebro”, o
como lo quieras llamar. Es la mente que sueña el sueño la que se sana. Y es por
eso que “nosotros”, a esta nivel no podemos hacer nada. Pues a esta nivel solo
utilizamos el intelecto para intentar entender aquello que lo trasciende. Es
como intentar experimentar la luz en un cuarto oscuro. La única opción sería
salir del cuarto oscuro. Pero no salimos del cuarto oscuro porque es lo que
conocemos, como dice el viejo refrán, “mas vale malo conocido que bueno por
conocer”. Así se da uno cuenta que a lo que realmente se le teme es a la luz.
Por eso es que Un curso de milagros me recuerda, “El
aprendizaje que verdaderamente corrige comienza siempre con el despertar del
espíritu (luz) y con el rechazo de la fe en la visión física (oscuridad). Esto
frecuentemente entraña temor, ya que tienes miedo de lo que tu visión
espiritual (la luz) te mostraría.” T-2.V.7:1-2
Sin embargo, el sufrimiento es lo que nos va a llevar, tarde o temprano a
cuestionar el cuarto oscuro, en otras palabras, a cuestionar nuestra identidad,
y es ahí cuando nace la búsqueda. Por eso es que este mensaje no es para una
persona que todavía desea este mundo, que desea su identidad.
Dices: “…si lo que nos pone contentos es una ilusión y lo que nos hace sufrir
también…”
Ni las ilusiones nos ponen “contentos” ni nos quitan la “felicidad”. Es
nuestra percepción de las ilusiones, el significado que les otorgamos lo que
nos da o nos quita la paz. En otras palabras, somos nosotros los que nos
quitamos la paz. Solo que al proyectar nuestra culpa a las ilusiones las
utilizamos como chivos expiatorios para justificar nuestra perdida de paz.
Ejemplo, el vecino pone la música muy alto y siento rabia. La realidad es,
rabia es lo que había ahí, y si no se justifica con la escusa del vecino, esa
energía se puede mover y continuar su rumbo. Pero al justificarla utilizando al
vecino como chivo expiatoria, somos nosotros los que elegimos sostener la
rabia.
Dices: “pero no dejamos de hacerlo.. Sigo sin entender para que es esta
experiencia.... Un sueño... Y cuando decidimos elegir a Dios, descubrimos que
el ego existe y hay algo dentro de nosotros que nos dice que si, que hay otra
manera pero no llegamos nunca a vivir en paz??? Se puede vivir en paz pase lo
que pase?? Esa es mi pregunta... Se puede???”
¡Sí! Se puede vivir en paz pase lo que pase. Eso es lo que se le conoce
como la paz que sobrepasa todo entendimiento. Solo que aquí es donde radica el
detalle. Se puede vivir en paz pase lo que pase, siempre y cuando no haya una
identificación con el “yo” como persona. Si me identifico como un “yo”
separado, con mi identidad como persona, el sufrimiento, el miedo, siempre
estará vigente. Porque el “yo” separado es el que “necesita”. Y el perdón conduce
al reconocimiento de mi verdadera esencia. Y para ello, como ya he estado
elaborando, tiene que haber un firme deseo por la paz de Dios, por la Verdad.
Es por eso que me gustar citar estás líneas del curso; "Deseo la paz de
dios. Decir estas palabras no es nada. Pero decirlas de corazón lo es todo. Si
pudieras decirlas de corazón, aunque sólo fuera por un instante, jamás
volverías a sentir pesar alguno, en ningún lugar o momento..Desear la paz de
Dios de todo corazón es RENUNCIAR A TODOS LOS SUEÑOS. Pues nadie que diga estas
palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas."
W-pI.185.1:1-3..5:1-2
Ahora, presta atención. Renunciar a todos los sueños no es algo que “tú”
haces. Eso ocurre a través de ti cuando estás lista para ello. Estamos
preparando la mente para soltar su deseo por los sueños cuando la paz interior
empieza a ser valorada. Por lo tanto, lo que quiero decir es que no agarres
esas palabras y creas que tienes que “sacrificar” tus deseos. Eso solo incrementa
la culpa inconsciente.
Lo que estamos haciendo ahora es, observar conscientemente el hecho de que
el mundo no tiene nada que ofrecernos, mientras todavía aparecen los deseos. Y
eso es lo que le llamo traer consciencia. Según esa nueva consciencia se va
asentando, aunque deseos ocurran, lo que se cae es el deseo por perseguirlos y
sostenerlos. Y de nuevo, eso ocurre muy orgánicamente. Por eso es que el
proceso es amable. Me encanta cuando Jesús en el curso nos dice, "Si estás dispuesto
a renunciar al papel de guardián de tu sistema de pensamiento y ofrece dímelo a
mí, yo lo corregiré con gran delicadeza y te conduciré de regreso a Dios."
T-4.I.4:7
En otras palabras, si estás dispuesto a dejar de juzgar y justificar tus experiencias
y tus sentires, el Espíritu Santo hará Su trabajo, sin interferencia de tu
parte, sin interferencia de tu mente intelectual, que ahora solo se utiliza
para fines prácticos y no para perpetuar el miedo y la preocupación.
La vida ahora se hace más y más simple. No mas “fácil” dado que la
experiencia humana, por ser dual, conlleva todo tipo de cambios, y es regida
por el placer y el dolor. Pero nuestra actitud hacia cada uno de esos cambios
es lo que permite que por lo menos no haya sufrimiento. Y eso es lo único que
importa.
Finalmente dices, “Porque llevo varios años ya y me sigo
enredando en el dolor y sigo mezclando a veces todo... Me veo en ocasiones
mezclando a dios, con el ego, me invade el miedo y lo intento ver desde esta
perspectiva pero vuelvo a caer en él.... Es normal esto??“
No es que sea “normal”, es que mientras hay una identificación con el “yo”,
mientras que simultáneamente comienza su deshacimiento, como dice el curso, ”A
medida que este reconocimiento se arraiga más, acaba por convertirse en un
punto decisivo en la vida de cada persona. Esto finalmente vuelve a despertar
la visión espiritual y, al mismo tiempo, mitiga el apego a la visión física. Este
alternar entre los dos niveles de percepción se experimenta normalmente como un
conflicto que puede llegar a ser muy agudo.” T-2.III.3:7-9
Observa que el extracto no te dice que tiene que ser así. Pues el dolor no
forma parte del deshacimiento. Es nuestro aferramiento a nuestra identidad, a
no querer soltar lo que genera dolor y conflicto porque estamos siendo despojados
de todas nuestras creencias, o mejor dicho, de nuestra única creencia, la que
veneramos a toda costa, la creencia de que soy un cuerpo.
Por eso es que el Manual para el Maestro nos dice, "En primer lugar, tienen
que pasar por lo que podría calificarse como un "período de deshacimiento".
Ello no tiene por qué ser doloroso, aunque normalmente lo es. M-4.I.A.3:1-2
Lo importante no es si es normal o doloroso. Lo importante ahora es tener
presente que nuestra única función es perdonar. Es lo que único que hay que hacer.
Y el entendimiento intelectual, que es lo que estas palabras pueden ofrecer, es
a no perder de vista de esa función mientras aparece el conflicto. Nisargadatta
Maharaj decía, Tu cabeza ya está atrapada en la boca del tigre. No puedas hacer
nada mas.” Es como decir, ahora que la búsqueda de tu verdadera identidad a
comenzado (estás atrapada en la boca del tigre) ya que forma parte de tu guion,
tu única función es perdonar. No hay mas ninguna opción. En ocasiones se puede
experimentar como muy doloroso. Pero eso lo determina el guion de cada uno. Yo
por consiguiente no puedo opinar sobre ello. Solo puedo hablar del “mío”, y eso
no viene al caso. Haz los ejercicios de Un curso de milagros, si esa es la
enseñanza que tu guion te ha llevado a seguir, y confía en el proceso.